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Informe Global sobre Desplazamiento Interno: otra alerta

En México se documentaron 281 mil 400 casos de desplazamiento forzado por violencia perpetrada por grupos del crimen organizado y el narcotráfico.

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Escrito en OPINIÓN el

El desplazamiento masivo se define como la movilización simultánea de 10 o más núcleos familiares por una misma causa. Varios informes recientes señalan que la criminalidad y la violencia son factores clave que impulsan a los latinoamericanos a migrar, la mayoría con dirección a los Estados Unidos de América, sobre todo los que provienen de Centroamérica y México.

 

La oleada de menores migrantes no acompañados que comenzó  en el verano de 2014, calificada entonces como una crisis humanitaria por el gobierno estadounidenses y que impulsó al presidente Barack Obama a solicitar al Congreso un fondo millonario para tratar de paliar el problema en los países de origen, es una muestra de lo ocurre en la región. Una emergencia que según los especialistas: los gobiernos de América Latina no “quieren ver” o reconocer más bien.

 

El crimen organizado trasnacional, las pandillas centroamericanas como la Mara Salvatrucha y Barrio 18, los cárteles mexicanos, las bandas criminales emergentes (BACRIM) de Colombia, son los actores criminales que desarrollan un papel central en la generación de desplazamiento y migración en toda América Latina, la violencia e inseguridad que producen han orillado al desplazamiento a millones de personas en toda la región en los últimos años.

 

Según el “Informe Global sobre Desplazamiento Interno”, publicado este mes por el Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (IDMC, en inglés), 40.8 millones de personas en todo el mundo habían sido desplazadas por conflictos y violencia al cierre de 2015. De ese total, al menos 7.3 millones de los desplazamientos forzados ocurrieron en América Latina, la mayoría de ellos en Colombia, como consecuencia de su largo conflicto armado interno. http://bit.ly/1On5fke

 

El IDMC estima que la violencia asociada con las organizaciones criminales ha contribuido al desplazamiento de al menos un millón de personas en México y el Triángulo Norte de Centroamérica, conformado por El Salvador, Guatemala y Honduras. Esa cifra representa un aumento de las estimaciones de la organización en 2014, que consideró que aproximadamente 848 mil personas de esa región fueron desplazadas por las actividades criminales.

 

En el caso específico de México, el informe en referencia dio a conocer que de acuerdo con datos recabados con la ayuda de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), se documentaron 281 mil 400 casos de desplazamiento forzado por violencia perpetrada por grupos del crimen organizado y el narcotráfico, entre 2011 y febrero de 2015. Un tercio de estas personas desplazadas huyeron de sus comunidades en 141 desplazamientos masivos ocurridos en 14 estados del país.

 

La CMDPDH ha realizado trabajo de campo y entrevistado a miles de personas víctimas de desplazamiento forzado, quienes han expresado las razones que los orillaron a abandonar sus lugares de origen, en ocasiones de forma inmediata, las más recurrentes son: homicidios, amenazas, secuestro y extorsión. Pero también está presente una violencia institucional de algunos niveles de autoridades contra opositores, activistas, periodistas y defensores de derechos humanos.

 

“En algunos países hay una falta general al reconocimiento de que la violencia criminal provoca el desplazamiento. Las autoridades mexicanas reconocen el fenómeno a nivel regional, pero no dentro de su frontera”, cuestionó el IDMC.

 

El reconocimiento y colaboración del gobierno mexicano a nivel regional, sobre todo con los EUA, es evidente en su nivel de cooperación, que se puede ver reflejada en la implementación de políticas como el Plan Frontera Sur, que tiene como finalidad controlar la entrada a territorio mexicano de los desplazados y migrantes provenientes de Centroamérica, para evitar su llegada a la frontera que compartimos con nuestro vecino del norte.

 

No obstante, con respecto a los desplazados internos, el IDMC aseguró en su informe, que en nuestro país “no cuentan con mecanismos ni instituciones para su protección o asistencia”, al respecto la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en la presentación de su propio informe sobre desplazamiento forzado interno, demandó al gobierno mexicano el reconocimiento oficial del fenómeno y la atención a las víctimas bajo un perfil humanitario. http://bit.ly/1UUiQq7

 

El informe de la CNDH, estimó que la violencia por el crimen organizado en México ha desplazado a 35 mil 433 personas de sus lugares de origen, sin embargo, este número es solo una estimación que muestra la magnitud del problema, ya que no existe un censo que verifique la cantidad de víctimas, por lo que urgió al gobierno a realizar unregistro nacional implementado bajo estándares internacionales.

 

Lo anterior es fundamental para comenzar a atacar la problemática, ya que visibiliza a las víctimas, dando pauta para iniciar el proceso de atención adecuado. El reconocimiento oficial de la crisis a nivel interno, es el primer paso, para implementar políticas y estrategias que permitan atender a las víctimas que huyeron de sus lugares de origen.

 

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