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Independencia cuestionable

La fórmula de las candidaturas independientes funcionó más para fomentar el trasfuguismo político que para la participación de ciudadanos.

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Escrito en OPINIÓN el

La elecciones del domingo 7 fueron un llamado de atención fuerte para todo lo político y para todos los políticos. La bandera “ciudadana” y la bandera “independiente” fue utilizada desde dentro y desde fuera de los partidos, se convirtió en un discurso bastante atractivo y hasta hubieron campañas hechas con candidatos de partidos pero presumiendo independencia y ciudadanía.

 

El concepto en sí está mal planteado. Alguien que pertenece a un partido político no deja de ser ciudadano; de hecho, en todo caso sería un ciudadano con un compromiso cívico mayor que le llevó a participar en algún partido. Por estar afiliado a un partido político no dejas ni de ser ciudadano, ni de ser mexicano, ni de ser humano, ni de ser americano, ni de ser terrícola. O visto desde un punto en contrario sensu: cualquier panista, priísta o de otro partido también es ciudadano, también es mexicano, etcétera.

 

Por otro lado es justo mencionar que la diferencia se hace con el objetivo de presentar a alguien presumiblemente independiente a los partidos e ideologías políticas y más allá de lo bueno o malo que eso pueda ser, hoy resulta bastante atractivo desvincularse pero los “independientes” que ganaron elecciones ¿qué tan independientes son?

 

  • El caso ejemplar es El Bronco en Nuevo León… pocos saben cómo se llama, pocos saben qué propone y todos saben que no votaron por él, votaron en contra de los partidos políticos. Lo curioso es que el señor militó más tiempo en el PRI de lo que la candidata que el PRI presentó en Nuevo León, lo curioso es que para gobernar un Estado muy importante y si se quiere “arrimar” a la simpatía del gobierno federal volverá al PRI con sus viejos amigos y si quiere tener gobernabilidad dentro de Nuevo León se acercará al PAN porque el PAN tendrá mayoría en el Congreso Local… Por otro lado el gobernador electo tiene más experiencia y colmillo político que cualquiera de los contendientes y si partimos de la premisa de que “ciudadano/independiente” es contrario a “político/partidizado” El Bronco está en el lado de los políticos partidizados.

 

  • El caso de Manuel Clouthier en Sinaloa es distinto. Fue diputado del PAN hace seis por la vía plurinominal, creo que nunca estuvo afiliado pero su padre, fue uno de los pilares del panismo moderno. Su liderazgo local es incuestionable (los votos lo dicen) pero quienes sí lo cuestionaban era la estructura local del PAN en Sinaloa, en donde –por cierto- el presidente renunció después del resultado. Manuel es mi amigo y puedo hablar abiertamente de su honestidad y de sus buenas ideas, recorrimos muchos estados juntos y me acompañó a presentar los libros de mi padre (Carlos Castillo Peraza) en Culiacán, pero no es un ciudadano que vea en lo político un rival, es un ciudadano totalmente político y aunque él sí tenga la libertad de jugar en la absoluta independencia su línea de pensamiento es totalmente filopanista.

 

  • El diputado local electo de Jalisco Kumamoto que contó con el apoyo del ITESO y de una serie de actores políticos. Este caso se ve más “independiente” pero sí hay responsables políticos en el triunfo.

 

Existen más casos de personas que jugaron desde algún partido político con la bandera de “independencia/ciudadano” como: Cuauhtémoc Blanco, Enrique Alfaro (y todos los de MC de Jalisco), Xóchitl Gálvez y varios más pero que no ganaron.

 

La fórmula de las candidaturas independientes funcionó más para fomentar el trasfuguismo político que para la participación de ciudadanos que fueran ajenos a la política. En mi muy particular punto de vista no atribuyo independencia total a ninguno y quizás la única forma real de independencia deba de partir de no haber pertenecido nunca a un partido político o en su defecto no haber militado al menos unos tres años en ningún partido.

 

@JulioCastilloL