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Husmean en tu celular para ver si te prestan dinero

La tecnología facilita las cosas, pero también es un instrumento que te puede meter en muchos problemas. Un crédito instantáneo es uno de ellos.

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Escrito en OPINIÓN el

Casi todos los días, tal vez desde octubre, llegan a mi correo electrónico mensajes en los que me dicen que puedo conseguir un crédito instantáneo y sin firmar papeles. Simplemente tengo que aceptar y el dinero aparecerá en mi cuenta. BBVA Bancomer es insistente, en algunos momentos de debilidad financiera he estado a punto de darle aceptar al botón que me ofrece el préstamo. Mi celular me manda al cajero para reclamar el dinero. El cajero, cuando lo uso, me recuerda que ahí está mi dinero. Pero como me ha tocado pedirle prestado a los bancos, e incluso arrastro con un crédito hipotecario de muchos ceros, sé que esas instituciones son peores que los sujetos que te prestan dinero y amenazan con romperte las piernas si no les pagas. Los bancos cobran unos intereses que de verdad no quieres aceptar, a menos que estés muy ahorcado, desesperado, o te agarren en tu momento de imbecilidad.

 

Mientras veía en mi email un nuevo recordatorio de préstamo, que me hace soñar en resolver muchos problemas financieros y en irme de vacaciones a un paradisiaco lugar para al regresar ver qué carajos hago para pagar, con ese espíritu de aventura que me sugiere que viva ahora y me preocupe después, me encontré con un texto de The Wall Street Journal que me adelanta que muy pronto muchas empresas de Silicon Valley comenzarán a llegar a los países pobres, México entre ellos, para aprovechar este mercado de sujetos como yo que de pronto necesitan liquidez, pero que no quieren sentirse estafados por un banco.

 

Son empresas de Silicon Valley principalmente porque están aprovechando los datos de los teléfonos celulares para hacer predicciones de las poblaciones y su comportamiento a la hora de encarar las deudas. Es decir, con los datos de un smartphone son capaces de saber si el sujeto en cuestión les pagará o se hará el difícil a la hora de la verdad.

 

Las startups estadounidenses están enfocándose en este momento en África, en donde pueden prestar unos 30 dólares (eso es el promedio de los préstamos) a un taxista por ejemplo, que necesita cargar gasolina para financiar sus viajes y ganar dinero. El interés ronda entre 6 y 12%, mientras que tradicionalmente los bancos cobran por arriba del 25% sin avisarle claramente a los incautos que van y piden para solucionar un problema financiero pequeño para algunos, inmenso para las familias que lo enfrentan.

 

El smartphone te da una calificación crediticia, por ejemplo, los analistas sugieren prestarle a una persona que hace llamadas después de las 10 de la noche, cuando las tarifas son menores en algunos países. Ellos representan menos riesgo, igual que los apostadores.

 

Otro indicador son los mensajes de texto, si recibes más de los que mandas, eres buen sujeto de crédito. En cambio, si mandas más SMS de los que recibes, eres una persona de poca confianza. Igualmente, si tu batería se gasta rápidamente, eres menos confiable para las instituciones.

 

Si eres un viajero frecuente, claramente eres una persona a la que le pueden prestar dinero. Si viajas poco, no eres muy tomado en cuenta a la hora de hacer campañas de préstamos por los genios de Silicon Valley.

 

Así, debes prepararte para comenzar a recibir una oleada de mensajes que te estarán asediando más insistentemente que un millennial de call center recién contratado. La nueva batalla parece que comenzará a darse en los celulares, dispositivos que hablan mucho de lo que realmente eres, por dónde te mueves y cuánto dinero te pueden prestar. Es decir, qué tan de confianza eres para esas instituciones que buscarán robarte hasta el último peso que recibas a lo largo de toda tu vida laboral.

 

En fin, todo esto viene al cuento porque en este preciso momento un nuevo mensaje llega a mi buzón de correo en donde BBVA me dice que soy sujeto a un préstamo inmediato por que el que me cobrará, no lo dice de inmediato y viene en letras pequeñas, un interés considerable que, en este momento y luego de las malas experiencias con los bancos, ni loco quisiera aceptar.

 

Espero que no caigas en esta campaña de marketing digital de targeting y retargeting que agresivamente está implementando ese banco, tal vez muy preparado ante lo que viene, desde Silicon Valley y desde la mente de algunos emprendedores de la región que han visto que ahí hay otro nicho de negocio que grandes ganancias podrían dejarles. Lo que espero sinceramente es que esta batalla nos haga ver con transparencia el cinismo de los que dicen que nos quieren prestar de buena manera y amablemente, pero que ocultan grandes cobros y una forma de cobrar que dan ganas de no volver a tener tratos con ellos en la vida.

 

Simplemente recuerden esas obligaciones de seguros y más seguros que te hacen firmar cuando pides dinero prestado, o el viejo truco de poner varios botones de aceptar en el cajero de seguros de vida que no necesitas y que si te atrapan otra vez en un momento de distracción, tendrás que pagar y luchar por cancelar durante meses, ante unos empleados que se hacen de la vista gorda y que no resuelven nada gratis. A final de cuentas, piénsalo dos veces antes de apretar un botón, la tecnología facilita las cosas, pero también es un instrumento que te puede meter en muchos problemas. Un crédito instantáneo es uno de ellos, y peligroso.

 

@takaink