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Tras las huellas de Moscú

Pese a que Moscú niega toda intromisión en las elecciones de EU en 2016, no hay duda que el tema ha intoxicado a la política en Washington

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Escrito en OPINIÓN el

Pese a que Moscú niega toda intromisión en las elecciones estadounidenses de 2016, no hay duda que el tema ha intoxicado a la política en Washington y empañado los primeros meses de la administración de Trump, al grado que el Congreso estadounidense ha tomado cartas en la investigación que actualmente está en curso. 

En medio de la gran cantidad de información que gira en torno a esta cuestión, el Lawfare Institute recientemente publicó un análisis en el que aclaran los términos jurídicos y de seguridad sobre las notas publicadas por diversos medios de comunicación estadounidenses sobre los avances en las investigaciones. El reporte enfatiza que al no tener certeza de la veracidad de las historias publicadas y al carecer de información sobre muchos de los acontecimientos, es necesario ser cuidadoso sobre cualquier análisis que se haga sobre el tema. Con base en dicho consejo, a continuación se resumen los hechos documentados.

·         El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Flynn, dimitió a su cargo el 13 de febrero, por proporcionar información incompleta al vicepresidente Mike Pence sobre las conversaciones que sostuvo con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak y en las que supuestamente abordó las represalias a Rusia por los ciberataques que los servicios de inteligencia atribuyen a Moscú. En caso de demostrarse que Flynn mintió, se le podría acusar de perjurio.

·         Durante una conferencia de prensa del 10 de mayo de 2017, Sarah Sanders, jefa de prensa de la Casa Blanca, explicó que el despido de James Comey como Director del FBI se debía a la pérdida de confianza en su trabajo y no por su investigación sobre la posible complicidad del equipo de Trump con Rusia durante las elecciones. Enfatizó que:

No hay evidencia de confabulación entre la campaña de Trump y Rusia

Al día siguiente, en entrevista exclusiva a NBC News, el presidente estadounidense afirmó que el mismo Comey le aseguró no estar bajo investigación del FBI, pero sí que el tema Trump – Rusia constituía una excusa de los demócratas por haber perdido las elecciones. El 8 de junio, durante su testimonio ante el Senado de Estados Unidos, que el diario The Guardian recoge de manera precisa, Comey afirmó que había algo en su forma de conducir la investigación que de alguna forma presionó o irritó al presidente Trump, motivo por el cual fue destituido. 

·         El 17 de mayo de 2017, el Fiscal General Adjunto, Rod J. Rosenstein, anunció el nombramiento de Robert S. Mueller como asesor especial para supervisar la investigación del FBI en los “esfuerzos del gobierno ruso para influir en las elecciones presidenciales de 2016 y asuntos relacionados”, pesquisa para la cual cuenta hasta el momento con todos los recursos disponibles.

·         En el caso del que fuera jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, el 26 de julio pasado se ejecutó una orden de allanamiento a su domicilio, reportada el 9 de agosto por el Washington Post. Este hecho indica que el asesor especial Mueller convenció a un juez de la existencia de la causa probable de un delito, haciendo con esto que Manafort se convierta en la bisagra de la investigación.

·         En julio 27, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley de Sanciones contra los Adversarios de Estados Unidos, mediante la que se impone una pena a Rusia por la supuesta campaña ordenada por el presidente Vladimir Putin para influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016, acciones que conforme a dicha ley fueron presentadas el 6 de enero de 2017 en una evaluación de las agencias de inteligencia estadunidenses. En reciprocidad, el 28 de julio el presidente Putin solicitó a Estados Unidos reducir a 455 el numero de funcionarios de su embajada en ese país, cifra equivalente a los trabajadores de la embajada rusa en territorio estadounidense. 

·         A través de un comunicado de prensa de Facebook de fecha 21 de septiembre, el director de dicha empresa, Mark Zuckenberg, confirmó que dos semanas antes, específicamente el 6 de septiembre, habían encontrado más de 3,000 anuncios dirigidos a cuestiones sociales y políticas que se desarrollaron en Estados Unidos entre 2015 y 2017 y que parecen proceder de cuentas asociadas con una entidad rusa conocida como Internet Research Agency. Asimismo, dejó claro que después de una revisión legal, la información fue entregada al asesor especial Mueller, pues aseguró que el público merece una explicación completa de lo que sucedió en las elecciones de 2016. 

·         Cabe señalar que aún se esperan los resultados de la investigación en torno a la reunión de Donald Trump Jr. con una abogada rusa en junio de 2016 y que se ha convertido en una de las piezas más importantes de la pesquisa.

Sin duda, todas las conclusiones a las que lleguen los medios de comunicación y el público en general respecto a este tema en este momento, se fundamentan en declaraciones parciales e interpretaciones distorsionadas de las mismas. El fantasma del Watergate y la caída de Nixon inevitablemente aparece en el imaginario colectivo. Habrá que ser paciente para contar con más información sobre hechos fehacientes que evidencien la existencia o no de un acto ilegal.

Por otra parte, es difícil augurar cuáles serán los términos y alcances de las futuras relaciones entre Washington y Moscú, que por un momento parecían abrir paso a la cooperación para combatir al terrorismo, especialmente al ISIS. Ahora se abre una interrogante que remite a las relaciones entre ambos países al estilo de la Guerra Fría, cuando las grandes potencias se medían en los países periféricos de sus bloques de poder; mientras que hoy el ciberespacio es una zona gris en donde las potencias impulsan sus propios intereses mediante las redes sociales.

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