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Huachicol, el dolor de cabeza

La problemática del robo de combustibles es una ecuación que no ha querido descifrar Romero Oropeza, tanto en el interior como en su exterior. | César Gutiérrez

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Escrito en OPINIÓN el

La problemática del robo de combustibles es una ecuación que no ha querido descifrar Romero Oropeza, tanto en el interior como en su exterior. Hasta el momento, en todos sus informes solo ha quedado demostrada su alta incapacidad para dar cumplimiento al proyecto de nación del ejecutivo. Aún no se ha podido reducir el costo de la gasolina, ni tampoco se ha logrado parar la merma económica en Pemex, ni mucho menos se ha podido fincar la responsabilidad a Lozoya Austin. Hoy se corona el cúmulo de omisiones y mentiras que pone al descubierto una estrategia fallida.

Hasta el momento Romero Oropeza se ha dedicado a darles chamba a sus amigos y recomendados, a darle contratos de capacitación a su compadre, a ser omiso ante los abusos de sus allegados con diversos empleados. En consecuencia, varios medios de comunicación revelaron que tan solo en el año 2020 se reportó en la BMV, durante el primer trimestre del año, una pérdida de $562,250 mil millones de pesos; 62% superior al descalabro del 2019 que fue de 346 mil millones de pesos. 

Por otro lado, la idea que le vendieron al ejecutivo para adquirir la refinería Deer Park en Houston, Texas, tiene su razón de ser. Esta es la explicación. México, en los últimos dos sexenios, ha realizado negociaciones para enviar petróleo a EU con el fin de que las refinerías norteamericanas le regresen producto terminado de gasolina, diésel, etc., el cual es transportado por vía marítima, por rueda y por ducto, distribuyéndose el combustible en las diferentes  terminales de almacenamiento y despacho ubicadas en la República mexicana para su comercialización. Cabe señalar que esta estrategia logra abatir el costo-beneficio en los procesos de refinación y producción, debido a que las refinerías de México cuentan con una infraestructura que data desde hace más de 40 años (la más nueva), y el costo para rehabilitar las seis refinerías, tendría un costo de  aproximadamente 3 mil millones de dólares. El detalle, es que la refinería que se compró en Texas, haría la labor de los multicitados procesos de producción, financieros, logísticos, además de que se deben realizar el pago de los impuestos como inversión extranjera. Habría que revisar cuáles serán los beneficios que México va a obtener de esta gran idea.

De igual importancia la problemática del huachicoleo no ha podido ser frenada. A pesar del primer nombramiento del Gral. Velázquez Bravo –el Zar Antihuachicol– durante el inicio de esta administración y quien daría un golpe de timón en la subdirección de salvaguardia estratégica, sucedió todo lo contrario. Se mantuvieron las malas prácticas del Teniente Coronel de Infantería D.E.M. Wenceslao Cárdenas Acuña y su antecesor el Gral. Trauwitz, (hoy prófugos de la justicia). No se logró el resultado que requiere el presidente López Obrador. Poco después, ante tal falta de profesionalismo y omisión, se sobrevino el relevo con el Gral. Pedro Almazán Cervantes, quien de entrada cuenta con un historial oscuro después de su gestión en el estado de Guerrero; el día de hoy sale por la puerta trasera de Pemex después de haber sido demandado por violar los derechos de los trabajadores, a quienes no les fueron brindadas sus prestaciones, condiciones de trabajo y trato (que están tipificados en el reglamento de trabajo de personal de confianza de petróleos mexicanos y organismos subsidiarios). Por estas razones le levantaron una demanda colectiva con el expediente número 714/2020, en donde 34 trabajadores tuvieron el valor de denunciar sus malas prácticas. Es necesario que la Secretaría de la Defensa Nacional meta en orden a quienes denigran el uniforme y las insignias que portan, ya que no puede darse el lujo de tener elementos corruptos. La investidura y las insignias deben pulirse con los actos y con el ejemplo. La orden del presidente ha sido clara, no ser como los de antes. Se escucha que el posible relevo será el General Salvador Gutiérrez Plascencia, quien tendrá la responsabilidad de enderezar y sacar a todos esos integrantes de red de corrupción; que siguen por ahí agazapados y escondidos entre los diferentes puestos de la estructura de Pemex, pero que han sido tan astutos que siguen cerca de los mandos.

Por último, no puedo dejar de mencionar que el problema del huachicol es consecuencia de todos aquellos funcionarios corruptos que llegaron a Petróleos Mexicanos, que se apoderaron de estos puestos y dejaron a sus allegados como quistes impregnados en las estructuras. Es evidente que son los mismos que participaron en toda esta red de corrupción que operó con impunidad en los últimos 30 años en nuestro país.

Los actores políticos corruptos gritan, lloran y se escandalizan cuando son señalados por corrupción; intentan hacerse las víctimas y utilizan la tan conocida frase de ser presos políticos, lo que ya parece un guion de telenovela barata. Es necesario acabar con la impunidad que tanto daño hace a nuestro México, ya que es la única forma de atacar la corrupción. Ante esto me pregunto, ¿qué ha pasado con el General Trauwitz? ¿Por qué la Secretaría de la Defensa Nacional le paga un haber de retiro a una persona que está prófuga de la justicia? Por cierto, ya que es tan complicado encontrar a este general, les paso un dato: busquen en Canadá y se ahorrarán mucho tiempo, bueno si es que les interesa detenerlo. Me dicen por ahí que Trauwitz conoce secretos de varios generales hoy retirados, que pertenecían a la plana mayor de la defensa y al Alto Mando del pasado sexenio que son de gran calado.