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Hopelchén y la indolencia

¿A quién culpar y qué hacer para que el incidente en la Alcaldía Tlalpan no se repita?. | Roberto Remes

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Escrito en OPINIÓN el

Hace unos días circuló en redes el video de un atropellamiento más en la Ciudad de México. No tengo que recordar que se ha deteriorado la seguridad vial en la administración de Claudia Sheinbaum. Es un hecho evidente, la gente maneja más rápido, no hay la menor preocupación por sancionar a los infractores, no se investiga la causa raíz de cada incidente, no se piden mayores requisitos para obtener la licencia y, peor aún, las autoridades se esfuerzan más por maquillar cifras que por corregir la violencia vial.

En el incidente que comento, fechado en la grabación el 18 de diciembre de 2021 a las 6:50, una persona camina con una bolsa y una cubeta, de las típicas que se usan para transportar la leche Liconsa, sobre la calle de Hopelchén, en Lomas de Padierna. La caminata muestra cierta tranquilidad, a pesar de que el peatón no anda sobre la banqueta sino sobre el arroyo vehicular.

Supe que el incidente ocurrió en Hopelchén observando todos los detalles: el local desde donde se toma la escena muestra la parte final de la palabra “Citlaltépetl” y las palabras “maíz pozolero”. Con eso di con el “Molino Citlaltépetl”. Me interesaba localizar el lugar para entender por qué la víctima caminaba con parsimonia en el área de circulación vehicular.

En el video se puede ver cómo dos vehículos conducen por Hopelchén en la misma dirección que el peatón, en eso ambos hacen una maniobra peligrosa y se alcanzan a tocar. El de atrás pretende rebasar, o por lo menos así me parece, el de adelante parece evitarlo o quizá evitar un bache. El vehículo de atrás embiste a la persona mientras vuelan sus pertenencias y el contenido de un bote de basura.

¿A quién culpar y qué hacer para que el incidente no se repita? Para muchos sería muy fácil culpar al peatón de caminar en el arroyo. Justo por eso quise ver la banqueta. En el video mismo se ven unos costales estorbando el área peatonal, pero en Google hay más información. La banqueta no es accesible. La pendiente misma de la calle, sumada a un improvisado diseño con escalones y muros en distintos puntos. Eso significa que allí todos caminan por el área de circulación vehicular.

En la foto de Google hay vehículos estacionados, en ambas direcciones, en el sitio donde ocurrió el incidente. Sin poder asegurar que la hora del video sea precisa, es probable que fuera una hora temprana en la que aún no había autos detenidos en la zona comercial, así lo refleja la víctima al ir abrigada y con bolsas de leche de Liconsa.

En cuanto al diseño de esa banqueta, Hopelchén, insisto, nada me dice que haya tenido mantenimiento en toda su historia. Lomas de Padierna se urbanizó en los años 70, las banquetas y el asfalto deben haber llegado años después, así que los escalones, parches y obstáculos son el resultado de 30 años de olvido. Eso incluye el periodo en el que Claudia Sheinbaum fue Jefa Delegacional en Tlalpan.

No podemos acusar a la Jefa de Gobierno en específico de este incidente vial, pese a la omisión que representa haber gobernado el territorio de Tlalpan de 2015 a 2017. Tampoco a sus sucesores. Es muy probable que cuando termine la administración de Alfa González la banqueta de Hopelchén siga siendo “incaminable”. Con un presupuesto escaso para las alcaldías, la mala infraestructura peatonal estará presente en la mayoría de los barrios de la Ciudad de México, incluso sin importar si son gobernados por la Alianza o por Morena.

Es allí donde sí podemos culpar a quien gobierna la ciudad, pero tampoco en específico a Claudia Sheinbaum. Desde hace años el presupuesto de esta ciudad es insuficiente, todos los gobernantes esperan la asignación de recursos por la vía de las transferencias de la Federación, más no por una recaudación propia. Estamos condenados a tener las peores banquetas, el peor asfalto, carencia de agua, carencia de transporte masivo y alcaldías pobres, mientras no se redimensione la hacienda pública de la capital mexicana. Gobernante tras gobernante serán responsables de una serie de tragedias en tanto no crezcan los ingresos públicos y se puedan programar acciones permanentes de mejora de todo tipo de infraestructura.

Sin embargo, el incidente de la calle Holpechén sí refleja lo que se puede hacer sin mayor presupuesto, y es promover la conducción prudente tanto en vías primarias como en secundarias: hacer campañas de difusión, endurecer los requisitos para la obtención o renovación de la licencia de manejo, imponer sanciones por exceso de velocidad tanto en vías primarias como secundarias, así como por manejo temerario. Y ahí sí, adivinen a qué Gobierno de la Ciudad de México debemos culpar. Exacto, al gobierno en turno.