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Hasta Mancera pelea con Peña Nieto

El asunto del presupuesto es un buen pretexto para que Mancera obtenga popularidad.

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Escrito en OPINIÓN el

No es nuevo ser testigos de virulentas escaramuzas entre el jefe de Gobierno, Miguel Mancera, y distintas instancias del gobierno federal, encabezado por Enrique Peña.

 

Han peleado por temas como el salario mínimo, la contaminación, el agua potable, por el uso del Zócalo capitalino y por la muerte del gorila Bantú.

 

Más aún, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, también consiguió –en una feroz escaramuza presupuestal–, que la capital del país fuera beneficiada con el llamado bono de capitalidad, que no es otra cosa que el reconocimiento presupuestal del gasto extraordinario que hace la Ciudad de México en su calidad de asiento de los poderes federales.

 

Pero el nuevo pleito entre Mancera y el gobierno federal –en medio de uno de los momentos más críticos en la imagen del presidente Peña Nieto-, empieza a tomar forma gracias a los recortes presupuestales producto de la crisis global que afecta las finanzas nacionales.

 

Como saben el Presupuesto de Ingresos y la Ley de Egresos para 2017 prevén ajustes que significan una sensible reducción al presupuesto asignado a todas las entidades del país, a los tres órdenes de gobierno y los tres Poderes de la Unión.

 

En ese recorte presupuestal la Ciudad de México resulta severamente afectada, mientras que casi permanecen intocados los presupuestos de los Poderes Legislativo y Judicial.

 

Por ello el jefe de Gobierno, Miguel Mancera, lanzó la primer voz de alerta al criticar al nuevo secretario de Hacienda, Antonio Meade, ya que durante la presentación del presupuesto el nuevo secretario apareció sonriente, como si fuese un chiste el recorte.

 

A su vez -en consonancia con la denuncia de Mancera-, el PRD llamó a su militancia para iniciar lo que calificó como “la defensa de la Ciudad de México”, en una suerte de cruzada contra el gobierno federal y a favor de reducir los porcentajes del recorte presupuestal que pretenden imponerle a la Ciudad de México.

 

Sin duda que se trata de una situación delicada y que puede acarrear daños considerables al mantenimiento de la ciudad y a su desarrollo económico.

 

Pero también es cierto que la nueva escaramuza planteada por Mancera contra el gobierno federal tiene un claro tufo electoral.

 

Más aún, el asunto del presupuesto es un buen pretexto para que un político habilidoso como Miguel Mancera obtenga una considerable raja política, de imagen, popularidad y, al final de cuentas una ventaja en votos.

 

Y es que nadie debe olvidar que los actuales son tiempos político-electorales y que la elección presidencial de 2018 gravita, literalmente en todas las actividades de gobierno.

 

Por eso no es ninguna novedad la nueva pelea que plantea Miguel Mancera al gobierno de Enrique Peña Nieto.

 

Lo cierto, sin embargo, es que todos quieren raja política de la supuesta debilidad del

 

Al tiempo.

 

@RicardoAlemanMx

@OpinionLSR

 

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