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Guerra comercial, seguridad nacional contra reloj

El presidente chino insinuó que cortará el suministro de tierras raras a EU en respuesta de la oleada de aranceles impuestas a bienes chinos. | Alicia Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

Teléfonos inteligentes, auriculares de alta fidelidad, televisores y monitores de color, autos eléctricos, turbinas eólicas, láseres, tatuajes, máquinas de resonancia magnética[1], y municiones de precisión, son sólo una pequeña muestra de los usos de un grupo de 17 minerales e imanes conocidos como tierras raras, que a pesar de su nombre no son raros en la naturaleza y se ubican en cualquier parte del mundo, sólo que el reto de encontrarlas en estado puro dificulta su explotación.

Pues bien, de acuerdo con el Servicio Geológico, de 2016 a la fecha, Estados Unidos importa el 100% de las tierras raras, porcentaje del cual 80% proviene de China, por lo que no resultó extraño que la administración de Donald Trump excluyera estos insumos críticos de los aranceles impuestos a las importaciones chinas en 2018. No obstante, en medio de la guerra comercial que el presidente Trump ha desatado, el presidente chino, Xi Jinping, insinuó que cortaría el suministro comercial de tierras raras como respuesta a una oleada más de aranceles que se aplicarán a los bienes chinos a partir del 1 de septiembre.

Como es de suponerse, cerrar por completo el grifo de las exportaciones o simplemente restringir los insumos críticos para todas las aplicaciones tecnológicas que conocemos hoy en día, incluyendo una amplia gama de equipo médico y militar, podrían infligir un daño mayúsculo a la industria y la seguridad nacional de Estados Unidos. Para abordar la gran vulnerabilidad que corren la industria y seguridad estadounidenses, y disminuir la influencia de China en la cadena de suministro de tierras raras, el pasado 22 de julio, el presidente Donald Trump emitió cinco directivas dirigidas al secretario de defensa para impulsar la producción nacional, la separación y la fabricación de metales e imanes de tierras raras en Estados Unidos.

Justo un día después de que el presidente Trump pusiera en alerta a la industria y milicia estadounidenses, Mark Esper fue confirmado como el nuevo secretario de Defensa, a quien por lo tanto tocará sentar las bases para establecer un suministro interno de tierras raras en Estados Unidos. Para ello, el nuevo jefe del Pentágono contará con incentivos autorizados que incluyen préstamos, garantías de préstamos, compras directas y compromisos de compra, así como también contará con autoridad para adquirir e instalar equipos en industriales privadas.

De hecho, previo a las medidas tomadas por el presidente Donald Trump, el Pentágono ya estaba poniendo manos a la obra para producir elementos de tierras raras en Estados Unidos, incluso en una serie de documentos cuya información fue filtrada por distintos rotativos, la Fuerza Aérea estadounidense pedía al sector minero proporcionar planes para desarrollar minas e instalaciones de procesamiento en el país.

Con toda la movilización de recursos de la industria minera, del Pentágono y de la Casa Blanca se espera reunir una inversión multimillonaria para asegurar el suministro y procesamiento de tierras raras para el sector privado y militar estadounidenses. Sin embargo, aún con toda la inversión, le tomará años a Estados Unidos construir una industria en la que China le lleva una ventaja de casi 40 años. Es innegable que hoy en día China controla todos los eslabones de la cadena de suministro de tierras raras, desde la extracción, hasta el procesamiento y la fabricación con valor agregado para su uso final, no en vano el 90% de la producción global de tierras raras es China. El año pasado la mina Mountain Pass, ubicada en California, pero propiedad china, produjo algunas tierras raras, pero éstas fueron enviadas a China para ser separadas y devueltas a territorio estadounidense ya procesadas.

El monopolio de China de toda la cadena de suministro de tierras raras significa, además, que puede controlar los precios, inclusive, la simple amenaza de Beijing de restringir las exportaciones a Washington hizo subir los precios, si China cumpliera su advertencia, es seguro que los precios de las tierras raras aumenten drásticamente a nivel mundial, al menos mientras dure la guerra comercial entre ambos países.

Mientras tanto, la industria minera estadounidense y el Pentágono tendrán que trabajar contra reloj para asegurar insumos críticos para la elaboración de vehículos eléctricos, energía limpia y un sinfín de productos de alta tecnología en donde el sector privado tiene las mayores inversiones. Lamentablemente, Donald Trump no sólo ha iniciado una escalada en la guerra comercial sino también ha dado el banderazo de salida a una guerra depredadora de los recursos naturales igual que la de los combustibles fósiles, todo bajo la bandera de la seguridad nacional.

[1] Maquinas de resonancia magnética para crear imágenes detalladas de órganos y tejidos para diagnósticos médicos.