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Grupos porriles

Es inconcebible que en la UNAM puedan llegar grupos porriles y se agreda impunemente a los jóvenes. | Manuel Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

Con estupor vimos imágenes, que fueron publicadas en diversos medios de comunicación, de los hechos ocurridos este lunes 3 de septiembre en los alrededores de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Imágenes de sujetos que agredían a estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades unidad Azcapotzalco (CCH-Azcapotzalco) que se manifestaban por el paro en esa institución.

Golpes, puntapiés, palos, piedras, navajas y hasta bombas molotov fueron los instrumentos usados contra estos jóvenes estudiantes de manera cobarde. El ataque fue directo sin que hubiera motivo alguno de la agresión. Un autobús con placas del estado de México transportó a los golpeadores y su misión era romper la protesta de los universitarios.

Durante el hecho, nunca se observó que personal de seguridad (¿?) de la UNAM interviniera. Por el contrario, los pocos que aparecieron lo hicieron más como observadores, sin saber qué hacer, o comportándose como cómplices de la agresión.

Es inconcebible que en la UNAM puedan llegar grupos porriles y se agreda impunemente a los jóvenes estudiantes.

Este hecho, es una provocación abierta de grupos interesados en crear inestabilidad en esta transición del gobierno federal, de autoridades que ya se van, otras que aún no llegan (y otros que no se quieren ir) y en los que se crean vacíos de poder.

Cualquier chispa puede incendiar la pradera

¿Quién les paga a estos sujetos agresores?, ¿quién los manda?. ¿Cómo puede ser posible que haya personajes con playeras con logos universitarios disfrazados de estudiantes con palos y piedras?

No basta una condena protestando por estos hechos, es necesario que la policía investigadora y autoridades universitarias den cuenta a la opinión pública de quiénes son estos sujetos y se proceda severamente en contra de ellos.

El ambiente que se vive en el país es de yerba seca, y cualquier chispa puede incendiar la pradera.

Azuzar a los estudiantes ante una agresión de esta naturaleza ya ha empezado a aumentar el número de escuelas en paro y de manifestaciones. Estos conflictos no cesaran si no se detiene a los responsables y se les sanciona duramente.

Es necesario revisar si el origen de esta chispa es de aquellos grupos dolidos por el reciente proceso electoral interesados en crear inestabilidad política a como dé lugar o si éste se da en la existencia de esos grupos anquilosados que se refugian en la UNAM. Si algunos de ellos son estudiantes, no merecen estar en la UNAM.

De igual manera, las autoridades universitarias deben investigar al personal de vigilancia (¿?) y si resulta responsable también sancionarlo. No pueden quedar impunes estos hechos de manera alguna.

El personal de vigilancia (¿?) de la UNAM ¿qué medidas toma para evitar este tipo de actos?, ¿le falta capacitación?, ¿hay ineficacia de quién los dirige?, ¿complicidad? Son preguntas que merecen una respuesta inmediata.

Las autoridades universitarias cuentan con videos internos, además de los que tomaron las víctimas y los observadores de los hechos ocurridos en la explanada de Rectoría.

Necesitamos una investigación eficaz y una respuesta inmediata a estos graves hechos. Además de atender las demandas de los estudiantes que no haya más violencia ni más impunidad, requieren de docentes suficientes y una educación responsable.

No son tiempos de regateos.

Tratado que encadena

@Manuel_FuentesM | @OpinionLSR | @lasillarota