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Gestión de Riesgos

Los accidentes ocurren, pero hay acciones que podemos emprender para reducir la probabilidad de que sucedan o para disminuir los posibles daños. | Roberto Remes

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Escrito en OPINIÓN el

En casa tenemos una discusión de tipo “Plaza Sésamo”. Para que los niños no vayan a tirar el agua durante las comidas, siempre les pido que pongan el vaso “detrás del plato”; pero luego viene la discusión de si la preposición correcta es “detrás” o “delante”. En realidad se trata de un punto de vista relativo, lo fundamental en el enunciado es la “gestión del riesgo”.

Dada la incertidumbre, frente a la amenaza de un movimiento torpe, lo mejor es colocar los vasos de agua lejos de la orilla. Es muy poco probable que ocurra el incidente si gestionamos de esta manera el riesgo, para todos, pero en particular con los niños que no han acabado de desarrollar tanto sus brazos como su motricidad gruesa. Por la misma razón, los pequeños usan vasos de plástico, así sólo tendríamos que secar la mesa, más no levantar vidrios rotos o curar heridas.

Seguramente a estas recomendaciones podemos añadir ejercicios de motricidad, o evitar saturar la mesa, en la medida de lo posible, o cuidar que esté bien calzada.

Lo que pretendo decir es que los accidentes ocurren, pero hay acciones que podemos emprender para reducir la probabilidad de que sucedan o para disminuir los posibles daños, cuando éstos sean inevitables: colocar el vaso lejos del comensal, usar vasos de plástico en niños, e incluso llenarlos a la mitad. La gestión del riesgo, cuando hablamos de seguridad vial, sigue un proceso similar.

Cuando se trata de seguridad vial, tenemos que trabajar con la infraestructura, los vehículos y los usuarios de la vía, en una lógica de reducir el número de incidentes viales, y a su vez la gravedad de los mismos, y si ocurren también debemos tener mejor respuesta de los cuerpos de emergencia y aprender de todos y cada uno de los hechos viales.

Siempre, los incidentes viales ofrecen información sobre cómo mejorar las condiciones en las calles. Este domingo 14 de marzo falleció el ex Jefe Delegacional en Álvaro Obregón y ex Coordinador de la bancada del PRD en la extinta Asamblea Legislativa, Leonel Luna. Su muerte es tan lamentable como cualquier otra, a pesar de lo que quieran escatimar desde la discrepancia política en el partido gobernante.

Si adoptamos una política de gestión del riesgo en la ciudad, seguramente podemos hacer mucho para evitar este tipo de incidentes y otros más, que serán la diferencia en el futuro. Ciertas previsiones en el punto del accidente habrían evitado la tragedia: algunas notas hablan de presencia de alcohol y de alta velocidad (usuarios), el vehículo Smart Fortwo no parecía ser el más adecuado para el tipo de impacto (vehículo), y la salida del Circuito Interior en la que se impactó carecía de dispositivos de amortiguamiento como los que deben instalarse en todas las bifurcaciones de vías de acceso controlado (infraestructura). Estos tres factores, usuarios, vehículo e infraestructura, son clave para la gestión del riesgo.

Si esta ciudad adopta una política de gestión del riesgo, la salida del Circuito Interior en la que se estrelló Leonel Luna debería modificarse de inmediato, como lo sugirió el especialista en Seguridad Vial, Paco de Anda, al hacer énfasis en la necesidad de instalar amortiguadores de impacto. Lamentablemente dominará la indiferencia que reclamaba un diputado de la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, el mismo día del accidente: “no creo que por un personaje debamos trabajar en SV” (SV = Seguridad Vial).

Un comentario de mal gusto hacia un rival político que acaba de fallecer resume el problema. En vez de gestionar riesgos buscamos culpables, incluido el karma. Ojalá que diputados y senadores del Congreso de la Unión establezcan la obligatoriedad para gobiernos estatales en materia de gestión del riesgo. La Ley General en Materia de Movilidad y Seguridad Vial se estará discutiendo en los próximos días, como lo mandata uno de los transitorios de la reciente reforma constitucional que crea el “Derecho a la Movilidad”. Ya hay algunas iniciativas en la mesa, dos elaboradas por diputados, y una que presentaron un grupo de ciudadanos, según ellos con el respaldo de 60 organizaciones; es fundamental que los legisladores que participen en la dictaminación de la ley incluyan la “gestión del riesgo” a través de los estados y la Federación, como uno de los elementos clave de una legislación que sirva.