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Genomma promete revelar información

Una cosa es decir que revelan información y otra que todo mundo perciba que no lo hacen.

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Escrito en OPINIÓN el

De los creadores de los comerciales del shampoo del Tío Nacho y de otras historias que impactaron en el inconsciente colectivo de los mexicanos, les presentamos un pequeño relato de cómo se esfuerza Genomma Lab para rescatar su negocio.

 

Mis amigos de Genomma Lab Internacional podrán decir maravillas de la empresa y sus ejecutivos, incluso regañarme si me atrevo a sugerir que se volvieron los maestros de la publicidad engañosa en México y que invertían en grande para ser parte de los ingresos principales de empresas como Televisa, que hoy sueñan volver a tener a un cliente como Rodrigo Herrera Aspra que les resuelva sus problemas financieros a cambio de publicidad efectiva y masiva.

 

Pero nada pueden hacer para ocultar que las ventas netas en el tercer trimestre de este año alcanzaron 2,626 millones de pesos, una caída de 21.9% al compararla con el mismo periodo de 2014.

 

Y lo más preocupante: Se desplomó 59.2% su negocio en México, las ventas apenas fueron por 822.8 millones de pesos entre agosto y septiembre de 2015.

 

"Estamos convencidos que estamos tomando las acciones correctas para construir una compañía más sustentable", dijo Máximo Juda, el director general de Genomma Lab. "Nos enfrentamos a desafíos en los siguientes trimestres, pero estamos seguros que nuestros esfuerzos de revelación de información reflejarán mejor nuestra estrategia mientras nos enfocamos en incrementar el valor a largo plazo para nuestros accionistas".

 

Resulta interesante que Juda diga que se están esforzando por revelar información, siendo que Genomma es una de las empresas que menos transparencia refleja en sus acciones, movimientos, estrategias e incluso del opaco perfil de sus directivos.

 

Por ejemplo, la mayoría desconoce el paradero de Rodrigo Herrera Aspra, el empresario que se vendía como el hombre que forjó un imperio tras empeñar un reloj, que dormía tres horas al día y que era un genio en eso de vender a través de las pantallas a los más pobres.

 

Unos dicen que España, otros que Francia, otros que Estados Unidos. Lo cierto es que revelación de información todavía no es algo de lo que pueden jactarse.

 

Hay que recordar también que desde hace años les habían advertido que la publicidad "engañosa" podía ser su enemiga.

 

Genomma Lab era una de las empresas que esperaba que la reforma de telecomunicaciones mantuviera su impulso de ventas al ritmo acelerado que le marcaban sus campañas de publicidad que incluso te prometían rejuvenecerte con antiguas fórmulas.

 

“Genomma Lab se podrá beneficiar de una mayor apertura a los medios, debido a un incremento en el número de televisoras, lo que se traducirá en una mayor exposición al consumidor de las campañas publicitarias”, dijo la empresa a través de la Bolsa Mexicana de Valores en 2013, en medio de fuertes castigos de sus inversionistas.

 

Ellos decían que el futuro les pintaba muy bien, sin embargo, desde ese entonces los expertos advertían que algo malo podría pasar. “La caída de las acciones se trata de una percepción negativa hacia la eventual reforma en telecomunicaciones, que entre otras cosas, prohibirá la publicidad que pueda considerarse engañosa”, aseguró en su momento Marco Montañez, analista de Vector Casa de Bolsa.

 

“Hasta no tener mayor detalle sobre cómo se definirá, qué tipo de publicidad es engañosa, ni quién tendrá que hacer cambios en su publicidad, los temores en la emisora y la presión en su precio pudieran continuar”, señaló José María Flores Barrera, en un análisis difundido por el Grupo Financiero Bx+ en 2013.

 

El analista consideró que la propuesta de reforma establece evitar la publicidad transmitida como información periodística o noticiosa, que mal informe o desinforme a los consumidores. Algo que, por cierto, hacía muy bien Genomma.

 

No era la primera vez que la emisora enfrentaba estos tipos de temores, los competidores de Genomma han insistido en descalificar sus productos –al considerarlos– como "milagro".

 

Hoy, con la empresa desplomándose, con Rodrigo Herrera Aspra exiliado y con la publicidad engañosa en la mira de las autoridades, es difícil saber cómo es que saldrán de la tumba que siguen cavando. Y menos parecen entender que una cosa es decir que revelan información, y otra que todo mundo perciba que no lo hacen. Suena a burla. Como suenan a burla los nuevos comerciales que vemos repetidamente en los canales de Excélsior TV o Radio Fórmula, eso que venden electrónica de consumo chafísima o soluciones para bajar de peso sin sudar una gota.