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OPINIÓN

Ganó la abstención

En 2024 el gran elector podría ser la abstención. | Joel Hernández Santiago

Escrito en OPINIÓN el

Por angas o por mangas, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ganó cuatro de los seis estados de la República Mexicana en pugna electoral el domingo 5 de junio pasado.

...Esto es una excelente noticia para el gobierno federal-4T y para la dirigencia morenista, aunque ya le hacen el feo a Mario Delgado, quien durante el proceso electoral prometió que su partido ganaría los seis estados. Y sin embargo...

No ganó en todos los estados porque Durango y Aguascalientes fueron la excepción de una regla electoral que parece indicar la ruta hacia 2024. En Durango ganó Esteban Villegas, de la alianza PRI-PAN-PRD con el 53.75 por ciento de la votación; en Aguascalientes ganó María Teresa Jiménez, por la alianza PRI, PAN y PRD, quien obtuvo 53.76 por ciento de los votos.

Los otros cuatro estados que estaban en la oposición pasan a las filas del Morenismo nacional. El debate ahora es si en efecto ganaron esos estados o éstos fueron entregados por sus actuales gobernadores...

Como es el caso de Oaxaca que quedaba claro la proclividad política del gobernador Alejandro Murat Hinojosa durante los recientes tres años por ceder el paso al candidato de Morena, Salomón Jara...

En el lapso el presidente de México ha visitado a la entidad casi treinta veces por dos razones: su proyecto Inter-oceánico y la construcción de carreteras mediante el sistema de tequio, por el que se apoya a las comunidades con recursos para la construcción en tanto que la mano de obra corresponde a los habitantes del lugar.  

Pero una cosa es hacerse de un panorama general favorable, con un mapa morenista que cubre prácticamente al 70 por ciento del país y otra cosa es que las elecciones les sean favorables del todo.

Y es en esto en donde debe preocuparse Morena. Así como también lo que queda de la oposición deberá tomar nota de este elemento y aprovechar la circunstancia --aunque, por lo que se ve, no se les ven piernas de jinete a ninguno de los partidos opositores en sí o mediante la alianza prometida para parar en 2024 a la ola morenista.

Hay un elemento que podría dar al traste con ese triunfo morenista presumido desde ahora: La no participación electoral ciudadana. Los de hoy son triunfos por los que la minoría gana a la mayoría.

La ciudadanía podría mostrar su rechazo al partido del gobierno y a los actos del actual gobierno de la 4-T como también al resto de los partidos. La prueba de ello es que esta vez el abstencionismo superó el 50 por ciento del padrón electoral en cinco de los seis estados del país el domingo, pero en el caso de Oaxaca la abstención se disparó hasta sumar al 62 por ciento del electorado.

Y es el ejemplo más claro: Oaxaca, en donde apenas el 38 por ciento del padrón electoral acudió a las urnas este domingo en tanto que la abstención subió a ese 62 por ciento. De ese 38 por ciento, apenas sólo el 60 por ciento votó por Jara.

El partido Morena argumenta que esta baja participación se debe a que hubo municipios en los que los votantes no pudieron acudir a las urnas por el reciente ciclón Agatha. Y sí, en efecto, era prácticamente imposible que ahí acudieran a votar, aunque no se especifica que fueron apenas 8 municipios que no lo consiguieron, del resto de municipios de la entidad (570) sí había condiciones, fuera de espacios de controversia política.

Esto es que –y siguiendo con el ejemplo de Oaxaca— la mayoría de los votantes decidió no participar. No votar. No elegir a ninguno de los candidatos de partido e incluso a ninguno de los independientes que tuvieron un pírrico resultado. La gente simple y sencillamente no se identificó con ninguno de los candidatos y por lo mismo no fue a elegir.

Jara-Morena gana en Oaxaca con mínimos. Con un capital político mínimo. El candidato de Morena llega con un mínimo de capital político electoral; tendrá muchas dificultades para ser identificado por la mayoría como el gobernador de mayorías oaxaqueñas, y sí, por el contrario, como uno de los candidatos a gobernador con menos votos a su favor.

Se argumenta, desde Morena, que esta multitud que no acudió a votar no votó en contra de Morena. Pero la razón objetiva es que la mayoría de los electores no comulgaron con los impulsos del gobierno federal y estatal y tomaron su propia decisión: no votar por ninguno de los candidatos.

Lo que significa, asimismo, un fracaso del sistema de partidos y que los candidatos no pueden ser impuestos desde los intereses de gobierno o de cúpula partidista sin tomar en consideración la voluntad social y sin dotarlos de elementos para elegir proyectos de estado, doctrina y proyecto de gobierno. Nada de esto se sabe: el discurso político es el mismo en todos los casos.

Al candidato de Morena, Salomón Jara, se le otorgaron todos los recursos y todo el apoyo y el aparato del Estado para que ganara de forma holgada. No fue así. Lo que, siguiendo con el ejemplo de Oaxaca, deberá preocupar al gobierno de la 4-T y a Morena...

...En tanto que la mayoría electoral podría mostrar su rechazo a ambos en las elecciones 2024 por su propia cuenta. Es decir, no mediante partidos de oposición –muy dañada esta vez y de por sí muy débil —pero sí mediante su rechazo a cualquier propuesta de gobierno, por muy fortalecida que parezca.

Así que en 2024 el gran elector podría ser la abstención y eso a nadie conviene y mucho menos a la 4-T o a Morena. La oposición tiene muy difícil reponerse del varapalo de esta elección. Por tanto, en vista de que no hay candidatos alternos o proyectos o liderazgos opcionales, las elecciones del 2024 podrían ser un fracaso ya advertido desde ahora.