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Francisco alza la voz por los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

Para mi hijo Fred A. Álvarez Melo, que con una modesta cámara y con mucha imaginación y talento ganó un 3 lugar en la categoría de documental, en el concurso “Genero y Justicia 2014“ convocado por la SCJN.

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Escrito en OPINIÓN el

"Quisiera hoy elevar una oración y traer cerca de nuestro corazón al pueblo mexicano que sufre por la desaparición de sus estudiantes y por tantos problemas parecidos. Que nuestro corazón de hermanos esté cerca de ellos orando en este momento": Papa Francisco.

 

Este miércoles como cada semana me disponía a redactar el texto para La Silla Rota e iba a escribir hoy sobre otros temas de la vida nacional y dejando sólo un espacio en los márgenes para hablar de Ayotzinapa, sobre todo lo último que ha ocurrido.

 

Particularmente la renuncia esperada del gobernador Aguirre y de las expectativas que ha generado el interino Rogelio Ortega Martínez, por cierto cuestionado injustamente por organizaciones de la derecha de que es activo militante de las Fuerzas Armadas de Colombia, las denominadas FARC. Emití posicionamiento sobre el tema en la radio y en web La Otra Opinión que dirige el periodista Ricardo Alemán que hay medias verdades y medias mentiras. Creo que hay que darle el beneficio de la duda al nuevo gobernador. El respaldo que tuvo del gobierno de Enrique Peña Neto ha sido firme: “Si usted me apoya, señor presidente, yo entregaré buenas cuentas“, le dijo Ortega al presidente en una reunión en Los Pinos.

 

Por cierto, no hay ninguna prueba firme de sus vínculos con grupos beligerantes, sí hubo relación en algunos foros académicos cuando las FARC eran reconocidas por el gobierno mexicano. He seguido el tema durante mucho tiempo.

Y por otro lado, estamos pendientes a lo que sucede en Cocula –nada que ver con la tierra del mariachi– como sabemos todos los días se encuentran fosas. Hay una línea de investigación por ahí, nos ha dicho el procurador Murillo Karam, hay a la fecha más detenidos.

 

Hay que esperar, parece que hay una luz al final del túnel. No son buenas noticias.

 

Y en el inter hemos visto a policías vestidos de civil con gorras y lentes en autos sin placas, amenazando a periodistas de televisión apuntando con armas largas –tipo AR15– de las que usa la delincuencia organizada.

 

Por cierto, me llamó la atención la prestancia –y que bueno que es así– del gobierno para precisar y de alguna manera disculpare mediante un boletín institucional diciendo: “El personal de las Divisiones –Divisiones de Inteligencia e Investigación de la Policía Federal– referidas actuó vestido de civil y los vehículos no contaban con ningún tipo de balizado con la finalidad de resguardar la procedencia de los elementos, que realizaban sus tareas de manera encubierta”.

 

¡Caray!

 

¿Y cómo saber si no son delincuentes?

 

Es necesario que la ciudadanía pueda identificar quién es quién. Y creemos que el uniforme es obligado. ¿O no don Monte Alejandro Rubido García?

 

No se justifica que la actual policía ande así.

 

Pero regreso al tema original, decidí –de último– cambiar, y escribir un texto sobre lo que leí y escuché ayer miércoles en la mañana y que de alguna manera lo esperaba como dicen: “Todo tiene su tiempo”.

 

Y es que este miércoles 29 de octubre de 2014, Jorge Mario Bergoglio, más conocido como el Papa Francisco volteó su mirada a México.

 

En la audiencia general que se celebrada cada semana en la Plaza de San Pedro, Francisco –por fin–, abordó el tema de los desaparecidos en México, dijo el jesuita durante los saludos en español cuarenta palabras emitidas en 39 segundos que calaron fuerte:

 

"Quisiera hoy elevar una oración y traer cerca de nuestro corazón al pueblo mexicano que sufre por la desaparición de sus estudiantes y por tantos problemas parecidos. Que nuestro corazón de hermanos esté cerca de ellos orando en este momento".

 

El audio y video se puede ver en este link.

 

Había esa mañana en la plaza de San Pedro una multitud de fieles y peregrinos venidos de todas las partes del mundo. Horas antes, banderas de distintos países, incluyendo la de México, se agitaban al paso del jeep descubierto y se oían a la gente saludar y gritar ¡Francisco, Francisco!

 

Ya en la parte de saludos después del servicio religioso, saludó a los fieles de lengua española, “en particular a los venidos de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Pidamos, por intercesión de la Virgen María, que comprendamos cómo, a pesar de nuestras debilidades, el Señor nos ha hecho instrumentos de su gracia y signo visible de su amor para toda la humanidad. Muchas gracias”.

 

Es evidente que Francisco está pendiente de lo que sucede en mundo y también en México.

 

El Papa reiteró también su profunda preocupación por los miles de enfermos de ébola –la gran mayoría en África occidental-, y llamó nuevamente a la comunidad internacional a cumplir con “todos los esfuerzos necesarios” para erradicar este virus y aliviar los sufrimientos de las poblaciones afectadas.

 

También invitó a rezar por ellos y por cuantos han perdido la vida.

 

Con respecto a México debo decir, con todo respeto, que el jesuita se tardó en emitir el primer posicionamiento, pero ya lo hizo.

 

De hecho debo confesar que a través de la red social hice muchos recordatorios y nunca pensé que fueran vanos. Debo decirle que desde hace días esperaba este mensaje emitido ayer en Roma.

 

¿Y sabe?

 

Pensé que lo haría el jueves 23 de octubre cuando se reunió en privado con un grupo de penalistas (véase... en La Silla Rota El Papa se reúne con destacados penalistas y pronuncia un discurso histórico), de diversas nacionalidades encabezadas por Eugenio Raúl Zafaroni, ministro de la Corte Suprema de Argentina. Y es que ese día era ideal, habló detrata de personas, pena de muerte, cadena perpetua, tortura, sistema penitenciario, y tratos degradantes entre otros. Y agregó que “la corrupción es un mal más grande que el pecado. Más que perdonado, este mal debe ser curado”.

 

En esa ocasión dijo vos –y quizá pensó en Guerrero, México–: “Algunas formas de criminalidad, perpetradas por civiles, lesionan gravemente la dignidad de las personas y el bien común.  Muchas de ellas jamás podrían ser cometidas sin la colaboración, activa u omisiva, de las autoridades públicas”.

 

El mensaje encajaba para Iguala.

 

También en esa ocasión habló del delito de genocidio y de los crímenes contra la humanidad., pero subrayó que hoy día cosas situaciones más graves “que la existencia de un grupo de personas que se pretende destruir, o de una parte de la población civil a la que se dirige un plan de ataque generalizado o sistemático”. Pero entonces no dijo nada abiertamente de la situación de México.

 

Me desencanté. ¿Y sabe? Bastaba un tuit, 140 caracteres.

 

Pero aprovechando este espacio es mucho pedirle que emita un tuit a los millones de sus seguidores y que diga, ¿y dónde están los jóvenes de Ayotzinapa?

 

Usted Francisco, el líder número uno en las redes sociales, son millones de seguidores de todas las religiones del mundo en distintos idiomas. Un comentario en la red sí puede cambiar el rumbo de las cosas.

 

Hoy lo hizo. Estoy seguro que le está dando puntual seguimiento al tema.

 

En los márgenes.

 

La disculpa del padre Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino.

 

Como sabemos el activista católico le dijo al periodista José Reveles (Proceso No. 1981, 18 de octubre de 2014) que a los jóvenes normalistas desaparecidos hoy, y presumiblemente ejecutados, habrían sido quemados vivos. La información se reprodujo en todos lados y especialmente a través de la agencia de prensa rusa Novosti, pero la información original fue de Reveles. Días después Solalinde acudió a la PGR, y avisó que iría a Ayotzinapa a dar consuelo a las víctimas con un servicio religioso. Pero no lo dejaron.

 

En una reunión a puerta cerrada, los padres de los jóvenes desaparecidos reclamaron con dureza al sacerdote haber declarado a medios de comunicación que sus hijos fueron quemados vivos sin establecer un diálogo previo. Al concluir la reunión, le abrieron la puerta y uno de los dirigentes del comité de padres le exigió abandonar las instalaciones de la normal.

 

Empero, el sacerdote dijo: “Si algún día los normalistas piensan que yo les puedo ayudar, allí estaré. Fue un diálogo fuerte. Hay quienes aún le creen al gobierno y quienes creen que yo estoy jugando con ellos”, dijo.

 

Y como religioso que es, el valiente sacerdote les dirigió una carta a los padres de las víctimas, manifestó diciéndoles:

 

“Durante el mes de octubre, realicé una serie de declaraciones públicas relativas a la situación de los 43 estudiantes desaparecidos, de acuerdo con los testimonios que me confiaron varias personas en días previos. Haber publicado estos testimonios fue una determinación que tomé a conciencia y por la que ahora pido una disculpa a los familiares de los normalistas”.

 

En este sentido, manifestó que la disculpa la realiza “por haberme anticipado a su voluntad”. Y subrayó: “He decidido quedar a la disposición de las familias y de la Comisión Civil de Impulso y Seguimiento a la Búsqueda para aquello en lo que crean que puedo ser de ayuda”.

 

“Quiero externar mi más sincera solidaridad con el dolor de las y los familiares de los normalistas de Ayotzinapa, asegurándoles que mi intención no ha sido nunca hacer más difícil esta experiencia por la que hoy atraviesan. Ofrezco mis oraciones para que la esperanza”.

 

¡Bien!

 

Misa del obispo Alejo Zavala

 

A él si lo quieren. Días antes –el jueves 23 de octubre– el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, Alejo Zavala Castro, presidió un servicio religioso en la que rezó junto a una gran cantidad de fieles para que Dios permita que los 43 estudiantes desaparecidos en la localidad de Iguala estén con vida. En la homilía, el Obispo dijo que “sentimos un dolor profundo por su desaparición, y esta misa es para pedir al Creador que estén con vida, para llamar a la concordia y por el respeto a la vida”.

 

El prelado llamó también a la reconciliación y solicitó, a quienes tengan a los desaparecidos, “hacerlos regresar con vida”.

La misa se realizó a las 17 horas luego de una marcha que comenzó en la escuela normal rural de Ayotzinapa, a la que pertenecían los desaparecidos. En el evento participaron padres de familia, maestros, estudiantes, miembros de congregaciones religiosas y habitantes de la zona.

 

El servicio religioso culminó a casi a las18 horas cuando el gobernador del estado Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, anunciaba la renuncia a su cargo.

 

@fredalvarez