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Firmar por México

Ante el mal llamado Pacto por México hay que poner las firmas por México. Se trata de que en decisiones fundamentales nos pregunten a todos.

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Escrito en OPINIÓN el

La colecta de firmas impulsada por Andrés Manuel López Obrador es en este momento la más importante movilización ciudadana contra la privatización del petróleo. Miles de activistas recorren el país recogiendo firmas y escuchando el descontento de la gente que sabe que firmar a favor de que se realice la consulta ciudadana representa una valiosa oportunidad para frenar la debacle pero también significa la posibilidad de devolverle la soberanía al pueblo.

 

El sistema político mexicano está tocando fondo. La aprobación de las contrarreformas de Peña Nieto y los partidos del Pacto por México lejos de promover el progreso han acelerado la descomposición del medio político nacional al desaparecer de facto al Congreso de la Unión y al suprimir, por la vía del “acuerdo”, a la oposición.

 

Desde distintos medios de comunicación se buscó posicionar la idea de que una oposición dócil beneficiaría al país porque avanzarían los acuerdos. Sin embargo, la pulverización de la oposición dio como el resultado el tránsito vertiginoso de acuerdos en beneficio a los poderes fácticos. Con el Pacto por México ganan los grupos de poder y las élites de los partidos aliados y pierde la gente.

 

La aprobación de las leyes secundarias en materia energética es una buena síntesis de esto. Cobijados bajo el discurso de los supuestos beneficios de la privatización, los legisladores aprueban medidas que sólo provocarán el incremento del precio de luz y gasolina así como la debacle ecológica que representará la sobreexplotación de los pozos petroleros y la crisis social que va a provocar la expropiación de predios en favor de las transnacionales.

 

Ni una de las medidas aprobadas cumplirá mínimamente con lo que ofrece el gobierno. Ni habrá empleos bien pagados, ni bajarán los precios de los energéticos y mucho menos detonará el desarrollo de la nación.

 

Lo que sí habrá es el incremento del poder económico de las grandes transnacionales y sus socios en el espacio político. En cambio, las brechas sociales crecerán de manera agigantada. Los trabajadores enfrentarán la privatización energética con menos derechos y un salario pulverizado que a muchos pondrá en la disyuntiva de comer o transportarse.

 

Ante el mal llamado Pacto por México hay que poner las firmas por México. Se trata de que en decisiones fundamentales nos pregunten a todos.

 

@martibatres