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Feminicidio

La primer forma de revictimizar a alguien es minimizar el evento, los problemas no desaparecen por el simple hecho de no hablar de ellos.

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Escrito en OPINIÓN el

Hace tan sólo 15 días escribí sobre la violencia ejercida hacia la mujer y sobre cómo esta se podía transformar en su forma extrema, el feminicidio. El objetivo del artículo era sensibilizar a nuestras autoridades para que comenzaran a reconocer los casos que existen alrededor de este problema, los atendieran con prontitud y previnieran el surgimiento de otros. En otras palabras, se podría decir que se trata de un llamado para que nuestras autoridades abrieran los ojos ante la realidad y que no permanecieran cómodamente inactivas.

 

Evidentemente mi esfuerzo por aportar algo al tema y tratar de incidir en un delito que nos debe indignar como sociedad y llevar a las autoridades a acciones contundentes en materia, de poco sirvió. El caso que reporté fue el de una serie de revictimizaciones de la que nadie aprendió, ya que tan sólo una semana después pudimos ver cómo el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo y su procurador Carlos Arturo Álvarez Escalera se mueven sobre la misma línea: Minimizar el problema, buscar inculpar a alguien más por la falta de acciones estatales y revictimizar a las víctimas.

 

Quisiera decir que dicha reacción oficial me sorprende pero lamentablemente no es así, primero porque Quintana Roo como estado lleva incumpliendo por lo menos 8 años a su obligación de generar protocolos de atención al problema, luego porque parece que este suele ser el tipo de respuesta de nuestras autoridades ante la delincuencia y las violaciones de derechos humanos. Dicho de otra manera y citando a The Economist, parece que en esta materia no entienden que no entienden.

 

Retomemos el caso de Tania Reza, presentadora de un programa de televisión de Televisa Ciudad Juárez. El pasado 24 de octubre, Tania fue acosada sexualmente, agredida verbalmente y discriminada al aire por su compañero de programa Enrique Tovar. Un vez que el caso se hizo viral en redes, Tania fue obligada por la televisora a decir que todo había sido una escena acordada con Tovar. 

 

Posteriormente, debido al malestar que el hecho le causó tener que mentir sobre la situación, Tania denunció a través de Facebook y Twitter cómo había sido obligada a hacerlo para guardar la imagen del programa y la televisora; este último hecho llevó a Televisa a despedirla. Poco importa si luego Tania fue recontratada por la televisora, el hecho es claro: Para Televisa Ciudad Juárez, la víctima es culpable de ser víctima.

 

En los últimos días, Quintana Roo ha sido escenario de feminicidios y protestas; en pocos días siete feminicidios se acumularon a la estadística estatal y nacional. Ante un hecho que habla del pobre desarrollo de derechos del otro que tenemos en nuestro país, donde una persona es víctima por algo tan esencial como es su sexo biológico. Es evidente que lo esperado ante estos casos sería una respuesta contundente de las autoridades estatales afirmando que los delitos no quedaran impunes, que habrá justicia y reparación del daño para las víctimas indirectas, así como juicios justos apegados a derecho para los victimarios. 

 

En contraste lo que pudimos presenciar fue una respuesta torpe pronunciada en un claro tono de indignación, en la cual el gobernador y procurador parecían los ofendidos y agraviados ante acusaciones injustas. Escuchamos que ambas autoridades minimizaron los eventos, que descalificaron a la sociedad, buscaron pasar la responsabilidad hacia la federación y finalmente acabaron reconociendo los casos, comparando los siete feminicidios de enero a octubre 2015 con los trece de todo el 2014 como si fuera la incidencia normal para la entidad y como si no fuera grave que en una entidad siga vigente la violencia hacia la mujer.

 

El pasado lunes 9, tras días de protestas por parte de la sociedad quintanarooense, Borge Angulo se reunió con su gabinete para discutir el tema sin reconocer que el problema es grave, sin haberse disculpado públicamente por minimizar el problema y sin haber reconocido que con su actuar contribuyó a la impunidad y, por ende, a la permisividad de un clima de violencia en la entidad.

 

Me queda claro que existen miles de honestos servidores públicos comprometidos con las víctimas que no tienen la postura del gobernador ni del procurador; sé que muchos harán hasta lo imposible por brindarle justicia a las víctimas y también sé que al final gobernador y procurador saldrán a decir que cumplieron con su deber al capturar a los culpables de estos eventos, pensando que se cerró el capítulo, sin haber aprendido absolutamente nada de estos eventos.

 

No habrán aprendido que la primer forma de revictimizar a alguien es minimizar el evento, que con ese simple hecho están manteniendo vigente una cultura de violencia, colusión e impunidad. No habrán aprendido que los problemas no desaparecen por el simple hecho de no hablar de ellos.

 

No habrán aprendido que esos siete eventos de 2015 o los trece de 2014 son sólo una muestra de muchos más casos. Esto principalmente se debe a la enorme cifra negra que tenemos por delitos cometidos en el país; a la crisis de desaparecidos que vivimos y que se mantiene vigente debido a la carencia de protocolos de búsqueda y tratamiento forense y que entre todos estos desaparecidos pueden haber muchas más víctimas de las que imaginan; y, por último, que aún entre los delitos denunciados, por cada caso reconocido de feminicidio, hay muchos otros que quedan mal registrados como un simple homicidio en contra de la mujer o que inclusive se les califica a priori y sin investigación alguna como suicidios.

 

Paralelamente, en un ambiente donde no hay vocación por rendir cuentas a la sociedad y brindar justicia ¿quién garantiza que los detenidos sean realmente los culpables de esos delitos?

 

Señor Borge Angulo, usted decidió gobernar Quintana Roo por voluntad propia y asumió los retos que implica contar con uno de los municipios de mayor presencia de cárteles de la droga y trata de personas que es Benito Juárez (Cancún). Usted decidió ser gobernador, lo cual implica que con ello asumió la responsabilidad de mejorar la seguridad y el progreso de las personas de su entidad. Por lo tanto, si le preocupa la posible afectación al turismo debido a que es visible la crisis de violencia contra la mujer, trabaje para mejorar la calidad de la seguridad y justicia en su entidad, trabaje por las condiciones laborales y la integridad de policías, peritos y ministerios públicos.

 

Aunado a ello, también preocúpese por respetar los derechos humanos de todos, por contar primero y luego hacer cumplir los protocolos y acuerdos que su entidad asume; promueva la cultura de la legalidad, la innovación, la competitividad en las personas de su estado y despreocúpese por quienes exigimos seguridad y justicia. Por favor, cállenos la boca demostrando que usted trabaja por un sólido Estado de derecho en el país.

 

Como investigador que consume la información sobre seguridad, después de las declaraciones de Borge Angulo en este tema no me queda más que desconfiar de los datos de incidencia delictiva que la entidad publica cada mes en la página del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. ¿Cómo creer que esos datos corresponden a la realidad cuando un gobernante prefiere la imagen ante el cumplimiento de su deber en materia de rendición de cuentas?

 

Mi desconfianza ante los datos oficiales de Quintana Roo aumenta si tomo en consideración la respuesta de la Procuraduría General de Justicia del Estado a la solicitud de información efectuada por el Observatorio Nacional Ciudadano respecto a las averiguaciones previas iniciadas por feminicidio, pues su respuesta fue la siguiente:

 

La Procuraduría General de Justicia del Estado de Quintana Roo a través de la Dirección de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, realizó la búsqueda minuciosa en sus archivos y base de datos electrónicos, en los que No se encontró registro alguno sobre la información referente al número de averiguaciones previas iniciadas por el delito de feminicidio ocurridos en el estado en el periodo requerido, motivo por el cual la cifra se encuentra en cero. (sic).

 

Es evidente la falta de integridad de quien, desde el poder rehúye sus obligaciones y abusa de su autoridad, conservo poca estima de la ética de quien vulnera su dignidad como líder empresarial o servidor público para proteger su imagen y definitivamente no entiendo por qué la falta de visión e inteligencia para transformar un evento desafortunado en una oportunidad ¿qué mejor oportunidad para quien vive de imagen pública que mostrar que defiende los derechos de las víctimas, busca procurar justicia y rendirle cuentas a la sociedad?

 

Como ciudadano, sería el primero en reconocer al gobernador y al procurador que luchan por el bienestar de todos, en el caso de las empresas como consumidor me sentiría satisfecho en comprar los productos de una empresa con responsabilidad social, una empresa que muestre coherencia con la misión que dicen tener.

 

Es indignante lo vulnerables que somos ante el delito, lo solos y débiles que estamos ante el agresor en un entorno donde el interés de nuestras autoridades está puesto en su imagen y no en el bienestar social ni en la verdadera esencia del puesto que desempeña.  

 

Sin embargo, pienso que no todo está dicho ni debe seguir siendo así. Debemos aprovechar cada uno de los espacios que hemos ganado paulatinamente como sociedad para levantar nuestra voz y obligar a autoridades poco dispuestas a que cumplan con su deber. No debemos olvidar que  este tipo de acciones nos puede llevar a ser la sociedad que muchos mexicanos anhelamos: una sociedad de derechos y responsabilidades, una sociedad con un marco institucional que cumple lo que la ley le mandata, un piso parejo en materia de acceso a la justicia, ciudadanos que respetan los derechos del otro, normas e instituciones. Esto nos podría permitir, en otras palabras, construir un país con un sólido Estado de derecho en el cual nuestros derechos humanos realmente sean una prioridad y no una nimiedad para nuestras autoridades.

 

@frarivasCoL

@ObsNalCiudadano