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Feminicidas

En el país cada día son asesinadas 6 mujeres y la mitad son feminicidios.

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Escrito en OPINIÓN el

Tenía que ser en las proximidades de la primavera, cuando las praderas y cerros chiapanecos se llenan de pétalos amarillos y rosados, el momento poco propicio para recibir un golpe directo al corazón: la casi muerte de mi hija, Viri, a manos de un energúmeno que fue rechazado por ésta.

 

Sin contemplación alguna Fred Muñoz Nataren, de 34 años de edad, sometió a golpes con una mancuerna (pesas) en la cabeza y rostro de Viri (23) y después la violó, tras lo cual le dijo: Tengo que matarte, Viri. No puedo dejarte así porque iré 10 años de la cárcel y la lluvia de golpes, puñetazos y patadas cayeron sobre la bella y grácil figura de Viri.

  

Fred, de 34 años de edad, hijo de una reconocida familia tapachulteca y sobrino de un asesor político del dirigente estatal del PRI en Chiapas, escapó. Hay videos, fotos, pruebas, el arma pero hasta el momento la Procuraduría de Justicia de Chiapas, a cargo de Raciel López no ha podido capturarlo.

 

El tema tuvo que detonar en las redes sociales (Facebook y Twitter) con más de 70,000 visitas en unas 48 horas para que recién los medios de comunicación atendieran el tema y dos de la veintena de diputados se solidarizaran y algunos cuantos periodistas se sumaran a la protesta.

 

El caso es indignante. Esto ocurre en un país donde seis mujeres son asesinadas al día en México y no se atienden o se previenen los casos por “falta de voluntad política” para erradicar este tipo de violencia.

 

Postrada en la cama, hecha un ovillo, Viri me dice: “Papá no me dejes, no me abandones, Fred me va a matar. Vámonos a otra ciudad, nos cambiemos de casa porque este no va a terminar hasta verme sepultada”. Intenté calmarla y gruesas lágrimas se mezclaban con la sangre seca y la cara magullada. Sus ojos apenas se asomaban de tan hinchada que estaba.

 

La madre del victimario, de nombre Silvia Nataren, llegó hasta la cama de mi hija para “solidarizarse” con Viri y hasta derramó algunas lágrimas la sexagenaria dama tras decir que lo sentía mucho, que no tenía palabras para expresar su condolencia. Nada más falso. Un día después de que mi hija fuera masacrada, Fred Muñoz Nataren durmió en casa de su madre e incluso hasta encargó un postre, después se esfumó.

 

¿Quién protegió su huida? ¿Quién lo financió? ¿En casa de quién o en qué rancho se esconde? Quiéranlo o no, en su momento, la familia tendrá que aclarar muchas cosas cuando sean requeridas por la justicia.

 

Al conocer los hechos, el gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello garantizó un real estado de derecho en el estado y dijo que la ley es pareja e instruyó al Procurador del Estado, Raciel López para que se hicieran las pesquisas. Han pasado diez días desde que mi hija quedara con la frente, labios y cabeza rota, totalmente golpeada, magullada. Hecha un  “asco”, según la versión del propio Fred Muñoz Nataren que, según él se justificaba para asesinarla y borrar todo vestigio.

 

Hay un video del lugar donde ocurrieron los hechos, algunas evidencias fueron escondidas por el Motel Villa Exóticas, donde fue llevada mi hija a golpes. Se borraron evidencias pero hay un video donde se ve a mi hija huyendo como un animalito apaleado, yéndose a refugiar a la administración.

 

Esas pruebas aún tendrán que ser valoradas y esperamos que se aplique todo el peso de la ley contra este potencial feminicida.

 

Cada vez que mi Viri comienza a llorar y abraza a su pequeño hijo se me parte el alma. Son lágrimas de alegría de saberse viva. Son lágrimas de dolor, de coraje de saber que estuvo a punto de morir por odio de parte de un individuo al que rechazó pese a la insistencia de Fred Muñoz Nataren de casarse.

 

En el país cada día son asesinadas 6 mujeres y la mitad son feminicidios (asesinatos motivados por el sexismo o la misoginia). Se estima que en el país hay unos tres mil casos de feminicidio. Chiapas forma parte de esas estadísticas y amplios sectores de la sociedad reclaman que haya declaratoria de emergencia donde va en crecimiento el asesinato de mujeres.

 

El problema es de tal magnitud que golpea la conciencia nacional y quizás lo peor es que haya un problema de impunidad. Que la justicia demore mucho o nunca llegue mientras la muerte ronda por muchos hogares sin que la gente lo sepa. En Chiapas hay agravios y violaciones a los derechos de las mujeres y existe una luz de esperanza de que el gobernador Manuel Velasco Coello y su madre, la presidenta del DIF, Leticia Coello de Velasco, hagan algo para frenar este maltrato.

 

Que detengan la impunidad y que haya seguridad para las víctimas y sus familiares, es un reclamo social generalizado y que se aprese a los feminicidas. Sólo el tiempo nos alumbrará si es que hay cambios de timón en este tema o si seguimos peor y nuestras hijas, madres, amigas, sobrinas o parientes siguen muriendo a mano de feminicidas.

 

joseluiscastillejos@gmail.com

 

@JLCastillejos