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¿Felices fiestas?

El problema del crimen organizado y las autodefensas no se ha resuelto. Y Grupo Higa sigue dando nota.

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Escrito en OPINIÓN el

La agenda política nacional no tendrá descanso. A pocos días de que empiecen las vacaciones de diciembre, los temas más delicados del último trimestre siguen ocupando la atención prioritaria de los medios y espacios destacados en las #RedesSociales.


Algunos temas se siguen complicando.


#Ayotzinapa dio un nuevo giro con la investigación dada a conocer esta semana por la revista Proceso y algunos líderes de opinión y ciudadanos ya retomaron la hipótesis de crimen de Estado.


El dolor de los familiares será más profundo en estos días.


La mayoría de ellos terminarán sin conocer dónde están los jóvenes y, lo que es peor, tal vez nunca lo sabrán. La politización del caso se mantiene y así seguirá durante el primer semestre del próximo año.


La inseguridad no cede.


Robos, asaltos, homicidios, secuestros, violaciones y extorsiones regresan en forma acelerada al espacio noticioso. La realidad de la inseguridad no se puede matizar por más tiempo. Las cifras se mantienen en niveles que distan mucho de estar cerca de la solución.


Michoacán vuelve a ser nota destacada.


Los enfrentamientos de esta semana en La Ruana causaron 11 muertos. El problema del crimen organizado y las autodefensas no se ha resuelto. Hipólito Mora y Luis Antonio Torres, alias Simón El Americano, fueron ahora los protagonistas centrales. La muerte del hijo de Mora recrudecerá la rivalidad y violencia.


Grupo Higa sigue dando nota.


Las explicaciones, aclaraciones y datos duros que se han dado no terminan con las dudas sobre probables conflictos de interés. El tema se mantendrá en algunos medios y en el Congreso. No habrá descanso. La historia llegará sin duda a las campañas electorales.


La economía tampoco mejora.


El dólar ha cerrado a más de 15 pesos en la semana, el petróleo mexicano cuesta menos de 50 dólares por barril y la Bolsa Mexicana de Valores tuvo caídas drásticas, que tienen a muchos inversionistas preocupados. Las declaraciones de Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, no han podido calmar los ánimos.


Todo esto le pega al poder adquisitivo.


Lo hemos dicho en forma reiterada durante las últimas semanas. La agenda tiene muchos expedientes abiertos y de difícil solución. Aunque también hay buenas noticias, son pocas y pueden reventarse por el hilo más delgado. Gracias a los jóvenes y a las autoridades federales que intervinieron, el problema del #IPN dejó de ser un riesgo grave.


Si todo sale bien, el conflicto entrará en una nueva etapa.


Cierto es que puede resurgir. Si bien es poco probable que regrese a un estado crítico, se mantienen varias circunstancias delicadas que no se deben desestimar. En el marco de las contiendas electorales, lo mejor es que bajen las presiones.


Sin embargo, poco ayuda el estado de ánimo de la ciudadanía.


Uno de los meses que más afecta a la gente es diciembre. Los pocos estudios de opinión disponibles confirman que atraviesa por una situación emocional altamente vulnerable. ¿Cuántas familias estarán tranquilas y felices durante las próximas tres semanas? ¿A qué autoridad le conviene que el estado de ánimo esté tan "apagado"?


Luego vendrá la inevitable cuesta de enero.


Las encuestas publicadas desde principios de mes reflejan altos porcentajes de incredulidad, desesperanza e indignación. Parte de la población experimenta, además, enojo y tristeza. Las #RedesSociales potencian parte de estos estados de ánimo.


El malestar social siempre busca responsables.


Lo más fácil es encontrarlos en la clase política, pero la situación se complica cuando falla la comunicación. El problema existe, se ha reconocido y es posible que ya se esté actuando en consecuencia. Ojalá así sea por el bien del país.


No hay tiempo qué perder.


Las vacaciones se pueden aprovechar. Es mucho lo que se puede hacer en los días siguientes, si los responsables no optan por postergar la solución. Es hora de corregir, de redefinir, de crear nuevos modelos de prevención y empezar el año con nuevas estrategias.


Las crisis no respetan los días de descanso.