El Instituto Nacional Electoral (#INE) aseguró que los procesos electorales del próximo año enfrentarán un escenario difícil debido a que los problemas estructurales que vive el país son una "amenaza no exorcizada".
El riesgo mayor es la inseguridad.
También la inconformidad social y el hecho de que aún prevalecen muchas "actitudes antidemocráticas", lo que contribuirá a aumentar los conflictos, boicots y conductas que no se apeguen a la legalidad.
Lorenzo Córdova pidió responsabilidad.
Pero no dio los pormenores que justificaran su preocupación. El mensaje del presidente del #INE (@lorenzocordovav) y de otros consejeros dio la impresión de que habrá problemas importantes el próximo año.
¿Qué información tienen?
¿Qué tan delicado podría ser lo que saben que los llevó a expresarse de esta manera ante los medios de comunicación? ¿En qué lugares de las 13 entidades en que habrá elecciones el próximo año están los verdaderos focos rojos que hay que atender?
De sus palabras, no se desprende nada nuevo.
“Tendremos elecciones en Veracruz, Oaxaca, Puebla, estados complicados, y tendremos también entidades donde se ha dicho que existe algo de violencia, como Tamaulipas, Baja California Sur y otros”, señaló el consejero Eduardo Andrade.
Atender las amenazas y riesgos es necesario.
También lo es que las autoridades electorales den a la ciudadanía información precisa, puntual y oportuna sobre los hechos concretos, contratiempos y avances que se registren en cada uno de los procesos locales.
Así se cumple con el derecho a la información.
Sin embargo, las advertencias no se explican del todo si consideramos que los procesos electorales de los últimos años han logrado buenos resultados, ajenos a situaciones violentas o delicadas que hayan puesto en riesgo nuestro modelo democrático.
Hasta ahora se mantiene el control.
Las controversias se han dirimido en el marco de la ley y las instituciones, a pesar de las circunstancias de escándalo y conflicto que se dieron en torno a algunos casos como en el que estuvo involucrado el #PVEM.
El sistema electoral ha resistido.
Y no porque tengamos un marco jurídico ejemplar (esperemos que el año próximo se corrija a fondo), sino por la responsabilidad con que ha participado la ciudadanía y por el cambio positivo que ha mostrado la mayoría actores políticos.
Aún queda mucho por hacer.
En este 2015 hubo señales alentadoras. La más importante fue la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJDF) al anular las elecciones de Colima y Aguascalientes, debido a la intervención de los gobernadores.
El desafío es grande para el 2016.
Las autoridades del #INE y las estatales deben tener una estrategia de #ComunicaciónPolitica mejor definida, que considere los riesgos que ellas mismas identifican —más el interés que despertarán las candidaturas independientes— pero sobre todo las expectativas y necesidades de la ciudadanía.
La experiencia de este año fue significativa.
Además de la necesidad que tiene el #INE de recuperar la credibilidad en una parte de la sociedad, es evidente, como ya lo señalaron los consejeros, "que existe el reto de reivindicar las elecciones como parte de las soluciones, ya que si bien los grandes problemas nacionales no se van a resolver por la vía electoral, sí abren la vía para que pacíficamente se resuelvan".
Comunicar con eficacia es una necesidad.
Con exorcismos, brujerías o argumentos improvisados no se solucionan los problemas. Queda poco tiempo para hacer un diagnóstico preciso de los puntos vulnerables que tiene el #INE cuando privilegia acciones de comunicación tradicionales y, en muchos casos, similares a las que utilizan los partidos políticos.
En las #RedesSociales tienen otro gran reto.
Con el crecimiento que está registrando el uso de los nuevos medios, y el cambio profundo que se está produciendo en hábitos de consumo de información, es mucho lo que se puede hacer para que la máxima institución electoral no sea uno más de los riesgos para el 2016.
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