Esta semana fue sumamente cruenta, como casi todas las semanas y días en este México violento donde sigue la impunidad y los homicidios dolosos han alcanzado un nuevo récord negativo durante el pasado mes de octubre (2,371 carpetas de investigación por este grave delito).
En Guerrero, las estampas de la barbarie se han multiplicado. La violencia se ha generalizado, auspiciada y alentada por la impunidad engendrada por la complicidad de la Fiscalía General del Estado, que lejos de cumplir con su encomienda constitucional de investigación y persecución efectiva para lograr frenar la incidencia delictiva, se ha desentendido por completo de tal obligación, posicionándose como la peor Fiscalía de nuestro país, según el Índice Estatal de Desempeño de las Fiscalías y Procuradurías del país, elaborado por Impunidad Cero.
Las estadísticas hablan por sí mismas. En Guerrero los niveles de impunidad son tan grandes que es más probable sacar un doble reintegro en la lotería antes que la Fiscalía detenga un criminal. De cada 100 homicidios que se comenten en la entidad 97 permanecen impunes, muy cerca del cien por ciento de impunidad.
Dentro de este espiral de violencia que envuelve a Guerrero las mujeres y niñas que habitan o transitan en nuestro Estado, atraviesan por una condición especial de riesgo.
En la Entidad suriana, la violencia de género se ha constituido como una problemática en franca expansión, tal y como puede advertirse de los datos recabados por ONU Mujeres, en los que se señala que, durante 2014, nuestra entidad concentró la mayor tasa de feminicidios del país, con 9.6 casos por cada 100,000 mujeres.
Lamentablemente, esta no fue la primera ocasión en que Guerrero ocupó los deshonrosos primeros lugares en cuanto a violencia feminicida se refiere, pues de acuerdo, a nueva cuenta, con ONU Mujeres, Guerrero también ocupó el primer lugar de feminicidios en 2013; el segundo en 2011 y 2012, el tercero en 2008 y 2009; y el primero en 2006 y 2007.
Debido a los altos niveles de violencia hacia las mujeres que imperan en la entidad, el 21 de junio de 2017, la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), emitió la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres para los municipios de Acapulco de Juárez, Ayutla de los Libres, Chilpancingo de los Bravo, Coyuca de Catalán, Iguala de la Independencia, José Azueta, Ometepec y Tlapa de Comonfort, que concentran la mayor cantidad de casos de violencia de genero documentados.
Pese haber sido decretada la alerta de violencia de género, esta no cambiado en nada el panorama actual, donde las agresiones contra las mujeres no han cesado, sino que por el contrario parecen haberse intensificado. La instrumentación de las políticas y acciones de la alerta de violencia de género han tropezado con las resistencias burocráticas para atender el problema.
En Acapulco, por ejemplo, el 19 de noviembre, Jazmín fue hallada asesinada a golpes y navajazos en el interior de su domicilio, sumándose a los cientos de feminicidios registrados en la entidad.
El martes 21 de noviembre fue hallado el cuerpo sin vida de Diana Paulina, una pequeña de apenas 13 años, que durante los diez días que permaneció privada de su libertad en Chilapa, fue ultrajada y finalmente estrangulada por sus verdugos. Un acto abominable, de una gran maldad y vileza que debe ser castigado con la mayor dureza.
La muerte de Diana Paulina es una muestra más de la barbarie feminicida que se ha enquistado en Guerrero, donde a los criminales no les importa nada para acabar con la vida de las mujeres, lo mismo matan a niñas, a adolescentes, a mujeres en edad madura o ancianas, como ocurrió en la comunidad de Cahuatache, del municipio de Xalpatlahuac, donde fue asesinada Patricia, una mujer de 70 años, quien además presentaba desollamiento parcial de cuero cabelludo y de dermis en cara y en parte del cuello.
Frente a la creciente violencia de género, la Fiscalía General del Estado, en lugar de utilizar sus recursos para aprender a los criminales, se dedica a realizar comunicados de prensa para minimizar los crímenes que a diario se cometen contra las mujeres, quienes vivimos en Guerrero, queremos soluciones, queremos que se ponga un alto a la impunidad, pero, sobre todo, exigimos resultados, mientras desde la Fiscalía se siga facilitando la impunidad con que actúan los delincuentes, jamás podremos generar las condiciones que nos permitan acabar con la violencia.