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Escribir la historia

No basta con sólo una victoria electoral para cambiar. | Julio Castillo López

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Escrito en OPINIÓN el

Una de las grandes mentiras que se asume como verdad absoluta es que el pasado no se puede cambiar. Los historiadores se dedican a cambiar el pasado ya sea mediante la investigación, que puede arrojar datos nuevos que reescriben la historia, o mediante la ideologización, que es básicamente dándole un matíz político a la historia.

Pedro Salmerón, que tiene cierto reconocimiento como “historiador militante”, en su reinterpretación de la historia, llamó “valiéntes jóvenes” a los integrantes de la Liga Comunista 23 de septiembre que asesinaron a uno de los empresarios más importantes de la historia de nuestro país. Gran error y no sólo por el hecho en sí, sino por muchas razones:

· Para empezar don Eugenio Garza Sada fue un hombre que se dedicó a fundar instituciones y que dejó una memoria impecable. Los “valiéntes jóvenes” lo intentaron secuestrar cuando tenía 81 años y lo mataron en el intento, porque ni siquiera pudieron. Cuentan que a su funeral asistieron más de 50 mil personas.

· El ex funcionario público le llamó valientes a los que intentaron secuestrar a un hombre de 81 años y que ni siquiera pudieron.

· Supongo que al señor Salmerón le enamora la idea de que el grupo de secuestradores perteneciera a algo con la palabra “comunista”; más allá de la naturaleza final del grupo.

· El presidente López Obrador, después de que tuvo que “aceptar la renuncia” del funcionario dijo: “Pedro vale más como historiador que como funcionario” y seguramente lo dice porque de algún modo tiene que salvar la reinterpretación de la historia que él mismo empezó desde que ganó.

El capítulo no es sobre don Eugenio Garza Sada ni tampoco sobre Salmerón. Es sobre la forma en que intentan ocultar el fracaso de su gobierno bajo un concepto de hito histórico. Bajo la idea de estar haciendo historia.

Sería absurdo intentar de dejar de llamar “Cuarta Transformación” al gobierno de López Obrador porque así le llaman todos, pero ni es una transformación, ni sería la cuarta del país, ni tampoco debería de estar tan empeñada en escribir su historia por encima de la realidad. Para los políticos, la gloria se consolida con el recuerdo y la historia, no mientras están en funciones, ya que el juicio debe ser hasta que acaba el gobierno.

Nadie regatea la victoria electoral de López Obrador, pero eso ya fue hace más de un año. El gobierno es un verdadero desastre y por mucho que busquen justificaciones en el pasado o argumenten que López Obrador es sumamente popular todavía, hasta hoy ha sido pésima la administración.

Salud, hacieda, economía, educación, seguridad, violencia, deporte y cultura son algunas de las deficiencias evidentes, pero incluso en los temas que más presume el presidente, como el combate a la corrupción, estamos peor que en el gobierno pasado… y era muy complicado superar al gobierno de Peña en corrupción… y todavía más preocupante es que para justificarse diga que “tiene otros datos”… eso es lo peor de todo, porque son los datos con los que cuenta su historia y no sólo son falsos, son mentiras.

Ojalá que ya le dejen al tiempo escribir su lugar en la historia y se dediquen a gobernar. No hay ni puede haber valentía en el asesinato, pero tampoco tenemos hoy un país mejor hace un año porque no basta con sólo una victoria electoral para cambiar.