Main logo

¿Es posible vencer la criminalidad?

El camino es difícil pero hay una luz al final del túnel

Por
Escrito en OPINIÓN el

Esta semana se realizó en el puerto de Acapulco el Foro Internacional: Seguridad Ciudadana ¿Es posible vencer la criminalidad?, espacio de discusión plural a la que convoqué, evento que contó con la destacada participación del Dr. John Bailey, Profesor Emérito de la Universidad de Georgetown, autor del libro Crimen e Impunidad, las trampas de la seguridad en México, y de la Dra. Lucía Dammert, experta en seguridad ciudadana, consultora en varios países, e integrante del Consejo Asesor de la ONU para asuntos de desarme.

Este foro abrió el debate frente a ciudadanos y representantes de la sociedad civil (empresarios, asociaciones, comerciantes, profesionistas, etcétera) sobre el reto que implica vencer la criminalidad que se ha expandido enormemente en el país, pero que en el caso de Guerrero y Acapulco ha llegado a niveles alarmantes. La tasa de impunidad en la Entidad es del 97%, es decir de cada 100 delitos 97 quedan impunes y el periódico The Washington Post ha definido al propio Acapulco como “la capital de los homicidios en México” al ser el municipio que concentra el mayor número de asesinatos.

Pese a la profusa crisis de seguridad por la que atraviesa Guerrero, la respuesta oficial se ha centrado en pretender invisibilizar o minimizar la problemática, con lo cual, desde luego, se ha favorecido a la impunidad, lo que ha incitado a los criminales a seguir delinquiendo. Este caso no dista mucho de otras entidades y lugares con problemas de violencia y alta criminalidad, fenómeno delictivo que entraña no sólo el crecimiento de las organizaciones criminales sino a la delincuencia común.

Las instituciones de seguridad pública en la mayor parte del país se encuentran rebasadas, con recursos humanos y materiales insuficientes para llevar a cabo sus tareas; pero lo que resulta más grave, es la infiltración de los grupos delincuenciales en las policías municipales, en donde se encuentra una de las más férreas resistencias a su certificación en los exámenes de control y confianza, lo mismo ocurre en la Fiscalías o procuradurías locales, donde también un elevado número de peritos, agentes del ministerio público y policías ministeriales continúan en funciones pese a haber obtenido resultados no aprobatorios, fomentando el descrédito de las instituciones.

En tal sentido, la realización de este tipo de foros resulta de gran importancia para convocar a la ciudadanía a asumir un papel crítico y demandante, en donde, de la mano de personalidades especializadas en la materia, se pueda hacer causa común en la exigencia a las autoridades para frenar la ola de violencia que nos aqueja, pues contrario a la lógica de algunos dentro del aparato estatal, los problemas de violencia no se van a terminar negando su existencia, sino reconociendo el problema y esforzando por implementar acciones y estrategias que permitan poner un freno a la espiral criminal que mantiene sometida a la sociedad, dicho de otra manera:

El cáncer no se cura negándolo, sino a través de un tratamiento especializado en el que intervienen expertos nacionales e internacionales, a la que se suma la voluntad por mejorar del paciente"

En el Foro Lucía Dammert resaltó que las acciones de gobierno deben ir enfocadas a atender a la ciudadanía en sus necesidades de desarrollo, pero aún más en las causas que conducen a conductas delictivas como la falta de educación o espacios públicos. Expresó: “Debemos comprender que la violencia y el crimen no se van a resolver solo con policía y militares. Diversas experiencias demuestran que las políticas de prevención son mucho más efectivas y menos costosas que las políticas policiales”.

El especialista en temas de seguridad binacional México Estados Unidos, Dr. John Bailey sostuvo que existen cuatro elementos para disminuir la criminalidad y mejorar la seguridad pública. Estos elementos son: el conocimiento de la política pública, contar con un gobierno con voluntad de respuesta, tener herramientas efectivas y, con especial énfasis, contar con una sociedad civil comprometida.

El factor de la sociedad civil participativa y comprometida es el más importante de la ecuación planteada y recordó que todos los cambios sociales que han logrado cambios permanentes y duraderos se han gestado desde la sociedad organizada e informada.

El mensaje de Lucía Dammert y John Bailey es contundente: se puede disminuir sensiblemente la criminalidad en lugares como Acapulco con liderazgo político, estrategias y políticas integrales de seguridad ciudadana que atiendan la prevención, contención y castigo a la delincuencia; con participación de la sociedad civil; y una adecuada reforma policial que vaya acompañada de la vigilancia a los vigilantes.  El camino es difícil, pero hay una luz al final del túnel que permite avizorar soluciones tangibles.

@RicardoMeb | @OpinionLSR | @lasillarota