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Es la guerra

Prepárense para seguir viendo imágenes del infierno, de ciudades destruidas, cuerpos de niños y jóvenes muertos o heridos. Es la guerra. | Ulises Castellanos

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Escrito en OPINIÓN el

Desde las primeras imágenes de la guerra a finales del siglo XIX hasta nuestros días, no hay manera de ignorar la fuerza de su impacto en medios, su poder de comunicación y el ambiente de amenaza que nos invade a partir de esas de esas fotografías en todo el planeta.

Al momento de escribir esta columna, el conflicto palestino-israelí que ha cobrado la vida ya, de al menos unas 250 personas llevando por supuesto el pueblo palestino, la peor parte. Por fortuna el Gabinete de Seguridad de Israel aprobó aceptar la tregua con Hamás. 

Hace apenas unos días, los colegas de la AP y otros medios de comunicación, perdieron en Gaza sus oficinas cuando Israel bombardeó el edificio que albergaba distintas agencias y canales de televisión, derivado del argumento militar israelí sobre la presunta presencia de oficinas de contrainteligencia de Hamás, instaladas en ese mismo edificio.

   

Todos vimos la imagen en video de la destrucción precisa y quirúrgica de ese edificio en el centro de Gaza.

Sin embargo, las imágenes más fuertes que recibimos de Medio Oriente casi siempre tienen que ver con el rescate de niños bajo los escombros independientemente de que logren rescatarlos con vida o no. La muerte de un menores inocentes siempre será lo más fuerte en cualquier guerra.

Tan sólo hace unos días varias portadas en los medios internacionales ponían en primera plana la fotografía de una niña que había sido rescatada en uno de los edificios bombardeados.  

Y son justo, estos eventos de conflicto militar, los que vuelven a poner en primerísimo plano el trabajo profesional de colegas desplazados en zonas de guerra. (Aunque la mayoría son de origen local o regional).

La otra ventana visual a la guerra son los videos –que circulan sobre todo en redes– sobre los constantes lanzamientos de misiles de un lado a otro. 

Y claro, mientras las imágenes de destrucción sobre Gaza se multiplican, en el frente israelí solo se ve gente corriendo mientras suenan las alarmas de bombardeo y el “domo de hierro” hace lo suyo deteniendo el 99% de los ataques. 

Lo complicado de estas coberturas es que trabajar en una ciudad bajo asedio de misiles es realmente complejo. Te mueves por intuición con la esperanza de no estar cerca de los objetivos militares de Israel y además debes tomar una buena imagen. 

Veremos cómo se desarrolla este conflicto, cuánto durará, cuál será su saldo final y bajo qué acuerdos se frena la escalada militar. 

Sin embargo, sea cual sea el final de este capítulo bélico, todos sabemos que el conflicto en la zona será eterno, mientras persistan las diferencias económicas, sociales, políticas y religiosas del Medio Oriente. Habrá guerra para rato, pues. 

Prepárense entonces para seguir viendo imágenes del infierno, de ciudades destruidas, cuerpos de niños y jóvenes muertos o heridos seguirán desfilando por los medios y decenas de misiles cubrirán el cielo por las noches. Es la guerra.