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Entre la ley mordaza y el hartazgo militar

Los militares no están dispuestos a permitir que vuelva a pasar lo de Michoacán, están hartos de ser el hazme reír de los grupos criminales. | César Gutiérrez

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Escrito en OPINIÓN el

En los últimos días hemos visto una serie de videos y noticias que manejan distintas informaciones respecto a sucesos que tienen que ver con el gremio militar, desde lo sucedido en la Huacana, Michoacán, hasta un supuesto documento que limita la libertad de expresión de los militares. En un video, un oficial deja en claro que no permitirá faltas de respeto ni le permitirá a nadie que viole la ley. Acto seguido una persona se pone valentón con el militar y trata de agredirlo con una piedra, al ser repelido por el elemento, pide a gritos el apoyo de la banda. En uno más un policía municipal de Hidalgo reta a golpes a un militar al encontrarlo sustrayendo combustible de un ducto, al verse descubierto se pone agresivo, sabe que el militar no podrá responder como hombre. Por otro lado se ha hablado de un supuesto oficio que prohíbe al personal militar retirado hacer manifestaciones dolosas de cualquier tipo contra el presidente de la república, a través de las redes sociales o cualquier otro medio de comunicación.

Pero vayamos por partes. Lo que los videos nos muestran es que los grupos delincuenciales han encontrado el camino para evitar el trabajo del personal militar, haciéndose pasar por víctimas, empezando ellos las provocaciones y después utilizando las grabaciones de los sucesos para victimizarse, como lo han hecho durante los últimos años. Durante mucho tiempo este tipo de documentos audiovisuales ha sido utilizado por los grupos criminales para que pseudo-defensores de derechos humanos, colectivos civiles, políticos y especialistas en la materia, golpeen al personal militar y a la imagen del Ejercito Mexicano. Es una pena que la sociedad civil no entienda o no alcance a comprender que hechos como el de la Huacana, Michoacán, no deben suceder, no sólo por las faltas de respeto a la institución y al estado de derecho, sino también porque acaba vidas y carreras de las personas dedicadas a la milicia. El personal de tropa, los oficiales y los jefes que estuvieron involucrados en los hechos relatados, jamás podrán borrar de su historial y de la memoria de sus iguales lo sucedido. El gremio no perdona jamás una situación de este estilo, de nada sirve que hayan tenido una carrera ejemplar, que hayan sido los mejores en su trabajo; esto ha quedado como ejemplo para todos los militares de tierra, mar y aire de lo que nunca se debe permitir. Como consecuencia de estos casos hemos visto un hartazgo por parte de los elementos militares, los cuales se han tomado el tiempo de entender hasta dónde pueden ser firmes, sin violar el estado de derecho. De hecho, muchos de ellos se han acercado con abogados especialistas, como el que escribe esta columna, para asesorarse y saber cuáles son los niveles de contacto del primer respondiente. Los militares no están dispuestos a permitir que vuelva a pasar lo de Michoacán, están hartos de ser el hazme reír de los grupos criminales. Estos incidentes han creado una clase de amor institucional, el cual hace que los militares estén más unidos que nunca en hacer su trabajo, protegiéndose los unos a los otros; a esto se le llama el espíritu de cuerpo.

Respecto a la prohibición a los militares retirados de hacer manifestaciones dolosas en contra del presidente de la república, no dudo de la veracidad del documento. Es sabido por todos los militares en activo o en retiro que está prohibido por la ley criticar las órdenes y determinaciones del mando. Si bien es cierto todos los mexicanos tenemos el derecho a la libertad de expresión el cual no deberá ser restringido, también lo es que las leyes y reglamentos militares tienen un por qué. No es lo mismo la opinión de un militar de forma aislada, a que lo de forma pública haga manifestaciones en contra del gobierno, su presidente o alto mando, ya que podría influenciar en el pensar de los demás elementos y provocar insubordinación entre las tropas. Los militares pueden expresar su opinión como lo establecen las leyes y reglamentos militares, lo cual se hará por escrito, por los conductos legales, recibiendo por ley siempre una contestación a su petición. Acerca de los delitos que menciona el oficio manejado por algunos medios de comunicación, faltó mencionar que dichos elementos podrían incurrir en diferentes delitos como: la insubordinación, desobediencia, el delito de asonada, así como ir en contravención a lo establecido por los artículos 3°,16°, 42, 71, por mencionar solo algunos del Reglamento General de Deberes Militares. Es importante recordar que las Fuerzas Armadas están para proteger la soberanía nacional, sus miembros decidieron ser líderes de hombres y de tropas, no políticos que hacen propaganda en medios de comunicación.

Lo que también ha sido tema de conversación en los pasillos de los cuarteles militares es el caso de general Eduardo León Trauwitz, el cual no compareció ante el Juez Federal que lleva su causa alegando estar convaleciente de una operación practicada en el Hospital Central Militar; sin embargo sí tuvo posibilidad de viajar a Vancouver, Canadá. Se dice que el general Trauwitz ya tiene abogado, el mismo que defendió a Napoleón Gómez Urrutia, veremos si siguen con el interés de detenerlo o sólo se quedarán los tres oficiales detenidos a pagar los pecados de su general.