Una llamada, un video, una foto, una plática de mensajes de texto, una historia del pasado, una ex esposa, un ex amigo, un mal momento, una mala reacción o incluso un chiste entre amigos puede ser un arma contra uno mismo. El espionaje siempre ha estado presente, tiene referencias casi tan antiguas como la historia de las civilizaciones y de la guerra pero en las campañas que transitan han sido muchos los ataques concebidos con base en material obtenido ilegalmente. A partir de esto nos debería de empezar a preocuparnos más quién está detrás de las grabaciones filtradas que lo que dichos materiales contengan.
Hace menos de una semana se obtuvo otra filtración, una más para la cuenta, pero ésta pasó desapercibida. Fue la declaración anónima de personal que trabaja en Los Pinos que aseguraba que se tiene una lista de gente (de todos los partidos e incluso del PRI) que está en la mira estratégica para ser eliminada con base en espionaje.
Algunos puntos para reflexionar:
- Desde que el PRI regresó a la Presidencia de la República ha sido creciente el número de grabaciones, videos y de filtraciones que han sino terminado cuando menos lesionado carreras políticas.
- En esta campaña hemos visto ataques con base en espionaje en las elecciones de Sonora, el Distrito Federal, Nuevo León, Querétaro, Baja California Sur, Veracruz y algunos más que aquí no cito. Hemos oído candidatos a gobernador tanto del PRI como del PAN en grabaciones.
- También, antes de los procesos electorales, empezó la guerra de espionaje y el caso más emblemático fue el del Coordinador de los Diputados del PAN que fue retirado de la coordinación por un video de una fiesta. Efectivamente, en dicho material se ve una fiesta, pero ni siquiera se me hace algo para avergonzarse o para desestimar el prestigio de alguien pero fue más el escándalo público que en sí la fiesta.
- El espionaje llegó hasta el teléfono del Consejero Presidente del INE y aquí viene una pregunta mejor: ¿A quién le conviene desestimar al INE? No defiendo el tono racista de Córdova pero sí defiendo su derecho a tener una conversación privada. Se le puede acusar de insensible en sus chistes (por cierto muy malos), pero todos hemos hecho y escuchado chistes discriminatorios y eso no significa que seamos “fóbicos” de algo o de alguien. En todo caso es más reprochable su falta cultura y su dispersión… El Llanero Solitario, los Chichimecas y las Crónicas Marcianas no tienen nada en común.
¿En realidad será el presidente de la República y su equipo que están depurando a sus aliados?, ¿serán casos aislados que se han generado de manera individual o hay una agenda que cumplir?, ¿a quién le conviene desestabilizar toda la elección difamando al presidente del INE?, ¿podría alguien estar planeando un fraude y en su búsqueda necesitaba quitarle autoridad al INE?
Lo cierto es que todos hemos caído en el juego y a veces es muy fácil de creer, sobre todo cuando la imagen del “espiado” no le ayuda como en el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez. Tal vez ya sea tiempo de que en vez de colgarnos del recurso fácil nos demos cuenta de que ese recurso fácil proviene de una filosofía totalmente autoritaria del ejercicio del poder y que permitirla y fomentarla es hacernos vulnerables a ella.