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Engañabobos

Enrique Peña Nieto pactó, antes de dejar el poder, con AMLO para que este no lo alcance con el dedo de la justicia. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

La investigación e imputación de la Fiscalía General de la República (FGR) contra el ex presidente de México, Enrique Peña Nieto y 16 políticos y funcionarios, por delincuencia organizada, por el caso Odebrecht, es poco probable que vaya a prosperar debido a soterrados compromisos de éste con el actual Gobierno.

La posibilidad de que se vaya a llegar a fondo en este asunto es casi nula si se toma en cuenta que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador todo lo maneja mediáticamente y ha politizado el tema.

Aunque no hay pactos escritos, se sobreentiende que Peña Nieto pactó, antes de dejar el poder, con AMLO para que este no lo alcance con el dedo de la justicia. De otra forma no se entiende que a estas alturas el exjefe de Estado no haya sido llamado ante la justicia pese a que hay indicios de que la constructora brasileña Odebrecht entregó sobornos por más de seis millones de dólares a Peña Nieto y al exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, en el marco de la aprobación de la reforma energética durante su sexenio.

Las investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) apuntan a que el desembolso a favor del ex gobernante se realizó a través de un depósito en Islas Vírgenes que luego fue retirado en efectivo. 

El diario Reforma puso en el tapete el tema al destacar que es la primera vez que se relaciona a Peña Nieto y a Videgaray con un monto específico.

“Con el objetivo principal de beneficiar a empresas trasnacionales, entre ellas la brasileña Constructora Odebrecht, ello en detrimento del patrimonio petrolero y energético que le pertenece a toda la nación mexicana, Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, recibieron de Constructora Odebrecht, sobornos por más de 6 millones de dólares, los cuales, valiéndose de Emilio Ricardo Lozoya Austin, fueron depositados en una cuenta radicada en las Islas Vírgenes Británicas y, posteriormente, retirados en efectivo para Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso”, dice la imputación de la Fiscalía, a la que tuvo acceso el diario.

Esa acusación quedó al descubierto luego de un amparo que presentó el ex senador panista, Jorge Luis Lavalle, quien se encuentra en prisión por estar presuntamente involucrado en esa escandalosa secuela de corrupción.

El monto de los seis millones de dólares quedó asentado en declaraciones que los ejecutivos de Odebrecht Luis Alberto de Meneses, Luiz Mameri e Hilberto da Silva hicieron a la Procuraduría de Brasil.

A su vez, el exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, reveló a la FGR que el dinero entregado por la constructora sirvió para sobornar a los legisladores de oposición a cambio de la aprobación de la reforma energética.

En sus dichos a las autoridades brasileñas, los directivos de Odebrecht aseguraron que el dinero era un pago para asegurarse que les fuera otorgado un contrato de obras en la refinería Miguel Hidalgo, en Tula.

El panista Santiago Creel en declaraciones a la prensa indicó que el presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene un pacto con Peña Nieto.

El exsecretario de Gobernación señaló que AMLO representa un régimen autoritario con el que se está regresando al pasado, “al autoritarismo, un poder prácticamente sin límites violando el Estado de derecho”.

Por su parte, la analista Martha Anaya indicó que hay un supuesto pacto de impunidad entre AMLO y Peña Nieto, en especial ahora que se ha comenzado a revelar toda la trama de corrupción del sexenio pasado. Ese acuerdo se habría establecido desde que el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones en el año de 2018.

Este presunto pacto establecía que Peña Nieto gozaría de impunidad si le permitía a López Obrador llegar a la presidencia de México, explica Anaya aunque no aportó pruebas de su aseveración. Desde que ganó AMLO las elecciones presidenciales se ha hablado de este pacto y  los señalamientos lo han perseguido durante los últimos dos años, acotó.

La periodista explica que parecía haber cierta razón en ello porque no se había tocado a ningún funcionario de la administración de Peña Nieto, y cada vez que se le cuestionó AMLO si habría alguna investigación al exmandatario, siempre contestaba que él no haría ninguna persecución a menos que así lo decidiera la gente y se comprobara que Peña Nieto incurrió en delitos.

Para lavarse las manos, AMLO convocó a las urnas para que la gente decidiera si se enjuiciaba o no a Peña y otros ex presidentes pero ganó el pacto de impunidad.