Para nadie es desconocido que en el actual sexenio las instituciones que integran la banca de desarrollo mantienen un bajo perfil, sin embargo, en los últimos meses tal parece que hay un olvido por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto.
En este momento hay dos entidades de fomento que no cuentan con director general: el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi) y el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).
El primer caso y tal vez el más grave de todos es el de Bansefi, entidad que en un tiempo fue botín de compadrazgos por parte del primer círculo de la actual administración.
Luis Videgaray, ex secretario de Hacienda y ahora canciller, designó en febrero de 2015 a Alejandra del Moral, quien se había desempeñado como diputada federal, como presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli, entre otros cargos políticos, pero que tenía nula experiencia en el manejo de una institución financiera.
Sin embargo, en octubre de 2016 y con la renuncia de Videgaray de la SHCP, Del Moral también salió de Bansefi para incorporarse al equipo del gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila como su secretaria del Trabajo.
En la dirección general de Bansefi la sustituyó María Fernanda Casanueva, cercana colaboradora de Luis Videgaray y quien se desempeñó como oficial mayor de la Secretaría de Hacienda.
Pero sólo duró en el cargo tres meses, ya que con el arribo de Videgaray a la cancillería, la directora renunció para regresar al equipo de trabajo de su anterior jefe como oficial mayor de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Desde entonces, no se ha dado ningún nombramiento en Bansefi.
Otro caso es el de Bancomext, quien se quedó sin director general desde diciembre, cuando el presidente Enrique Peña Nieto, propuso a Alejandro Díaz de León, como subgobernador del Banco de México y quien a decir de muchos banqueros también es su caballo negro para sustituir a Agustín Carstens al frente del Instituto Central, en julio próximo
Díaz de León entró a Bancomext apenas en noviembre de 2015, es decir, también duró un año en el cargo y aunque desde hace semanas ya se manejan nombres, todavía no hay nada concreto.
El problema es que organismos como la Asociación de Entidades Financieras Especializadas (AMFE), que preside Enrique Bojórquez, ya empezaron a levantar la voz y a insistir sobre la necesidad de contar con una banca de desarrollo fuerte y sólida que apoye a la planta productiva en estos momentos complejos en que la relación entre México y Estados Unidos se torna difícil.
También aseguran que es urgente que la banca y los fondos de fomento se coordinen para ejercer un rol primordial ante la difícil situación económica que vive el país, en congruencia con las medidas que se incluyen dentro del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar.
Así las cosas…