Main logo

Ellas ahora sólo son ellas (reconocimiento de identidad trans)

El derecho a la identidad ha sido incorporado recientemente a la Constitución, y por tanto, debe garantizarse a todas las personas. | Leonardo Bastida

Por
Escrito en OPINIÓN el

La claridad de sus ojos permite ver en el trasfondo esa felicidad que la colma, esa seguridad que ahora le da el tener una hoja de papel con su nombre, una manera de ser en el mundo que por primera vez la deja estar y ser como ella siempre lo ha sido, sin ocultamientos y sin restricciones, sino únicamente siendo Sherly, una de las primeras mujeres trans del Estado de México que ha logrado llevar a cabo un proceso de rectificación de su acta de nacimiento en la propia entidad. Un trámite que por muchos años fue muy lejano para la población trans mexiquense. 

Originaria de Ecatepec, acudió con su padre y su madre a la Oficialía 1 del Registro Civil del mismo municipio el pasado 10 de agosto, donde le esperaban Miranda, Kenai y Emilia Isabel, quienes, al igual que ella, esperaron este momento por años. Las cuatro se convirtieron en las primeras mujeres trans en obtener su acta de nacimiento rectificada en territorio ecatepense, y la recibieron de la mano del presidente municipal y del director del registro civil mexiquense. Ninguna de ella imaginó que el tan anhelado día despertará tanto el interés de las instituciones, de los medios de comunicación y de la población, ni que fueran a ser fotografiadas por tantas personas. 

A finales de julio pasado, el Congreso del Estado de México aprobó reformas al Código Civil de la entidad, agregándose al mismo el capítulo de “Expedición de Acta por Rectificación para el Reconocimiento de Identidad de Género” y modificando algunos otros para que esta posibilidad de cambio de género en el acta de nacimiento se convirtiera en una realidad. Y días después, la medida se publicó en el Periódico Oficial del Estado, entrando en vigor casi de manera inmediata. 

Lo que por años parecía estancado, en unos instantes se agilizó y modificó el panorama de muchas mujeres y hombres trans que habían pensado como única opción para obtener documentos legales conforme a su identidad de género en la ciudad de México. En cuanto supieron de los cambios, acudieron a instancias como la Dirección de Diversidad y Atención a las Poblaciones LGBTTTIQ+ de Ecatepec para asesorarse y lograr su cambio a la brevedad. De ahí, salió este primer grupo de mujeres trans, que han dado pie a que en menos de una semana, se hayan registrado más de tres decenas de solicitudes en las oficialías del Registro Civil de Ecatepec. Seguramente, decenas más en las de otros municipios. 

El derecho a la identidad ha sido incorporado recientemente a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por tanto, debe garantizarse a todas las personas. Este derecho otorga a cada ser, un nombre propio, una personalidad jurídica y una nacionalidad, entre otros beneficios, y es la llave de acceso a otros derechos esenciales como el derecho a la salud, a la educación, a la protección y a la inclusión en la vida económica, cultural y política del país para cualquier persona. Por lo tanto, es un derecho esencial para el desarrollo personal.

Sin embargo, en el caso del reconocimiento de los derechos de las personas trans, el camino ha sido largo. Por muchos años, el cambio de sexo de las personas trans en las actas de nacimiento era posible después de que la persona se sometía a un juicio y se le realizaban peritajes médicos y psicológicos para determinar si necesitaban o no del cambio de su identidad legal. En caso de aprobarse ese cambio, el acta de nacimiento no se modificaba, sino que se le colocaba una leyenda para notificar la modificación del sexo original. 

En enero de 2009, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió una sentencia a favor de una persona trans que había solicitado el cambio de su documentación legal en el entonces Distrito Federal, pero no quería que sus documentos estuvieran únicamente apostillados, sino que no hubiera rastro de que se había modificado el sexo en su acta de nacimiento.

Por lo tanto, al otorgarle el amparo, la Suprema Corte determinó que la persona tenía derecho a que se le emitiera una nueva acta de nacimiento sin que hubiera rastro de su sexo anterior y su primera acta de nacimiento quedará bajo resguardo del Registro Civil.

El 13 de noviembre de 2014, la entonces Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó cambios a los códigos Civil y de Procedimientos Civiles capitalinos para avalar el derecho de toda persona al reconocimiento de su identidad de género, a través de un procedimiento administrativo ante el Registro Civil en la Ciudad de México. Por lo que, ya nadie debería someterse a peritajes y podría cambiar sus actas de nacimiento con sólo presentar una solicitud en las oficinas del Registro Civil.

A partir de ahí, diferentes estados modificaron sus códigos civiles en términos similares a los de la Ciudad de México. Entre otros, Coahuila, Colima, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala, y recientemente el Estado de México.

Este martes pasado, Miranda sólo repetía “Estoy feliz, estoy feliz” mientras sostenía su carpeta en la que guardaba su nueva acta de nacimiento. Probablemente, nunca había tenido esa apacibilidad en su rostro. Ahora ya puede ser ella sin ningún contratiempo y ningún cuestionamiento.