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Elecciones: Ya está el nuevo mexicano

Esta vez el mexicano decidirá cambios en el sistema político mexicano porque la crisis y las desvergüenzas políticas han hecho renacer al mexicano extrovertido.

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Escrito en OPINIÓN el

El domingo siete vamos a decidir los mexicanos de a pie, los que no tenemos cola que nos pisen y quienes queremos ver a la res pública, de un modo diferente.

 

En esto llevamos ganancia y de ahí la temblorina gubernamental e institucional electoral: Los indicios que tienen sobre sus escritorios son de que habrá una gran abstención y ya hay campañas para anular el voto: ¿Ir o no ir? ¿Anular o no? ¿Por quién votar? ¿Hay por quién votar?... He ahí el dilema shakespeariano puesto en México. Al final de cuentas todo es decisión política.  

 

El mexicano nuevo sabe que tiene voz y voto, y está dispuesto a hacerse escuchar, a decidir triunfos o castigar por mal gobierno, por malos candidatos y a sus partidos voraces.

 

Tan sólo faltan unos días-horas-minutos para que los 83 millones 563 mil 190 de electores mexicanos declaren la guerra al pasado que termina el 7 de junio, o sigue en las mismas, ‘en el mismo lugar y con la misma gente’.

 

Los augurios son de que esta vez el mexicano decidirá cambios en el sistema político mexicano porque la crisis y las desvergüenzas políticas han hecho renacer al mexicano extrovertido, ya no dejado, sí rezongón y exigente: A ese al que el gobierno, cualquier gobierno, teme… y ya se nota. De todo esto se escucha en la calle; todo se dice a viva voz: Del dicho al hecho se sabrá este domingo.

 

Y hay provocadores que quieren desinflar el globo; entre otros lo intenta la CNTE en el sureste mexicano, particularmente en Oaxaca: Pero muestran tanto las orejas y se sabe que actúan por consigna que lo único que han conseguido es la animadversión colectiva: Eso quieren, eso tienen.

 

Así que, mientras son peras o son manzanas, son 2,179 cargos públicos que están en el aparador, entre gobernadores, legisladores, delegados, presidentes municipales de casi todo el país: Esto, así dicho, suena de lo más sencillo y simple, pero no, no y no: Resulta que todos esto cargos significan poder, recursos, gobierno, trascendencia política, escalón político y también –si se ve la talante de muchísimos candidatos mal averiguados-, significan corrupción, chanchullos, enriquecimientos ilícitos, desvergüenza, descaro, cinismo y un nada de gracia…

 

[Domingo Siete.- Ocho de la mañana en las 148 mil 936 casillas que se instalarán en donde habrá elección; los funcionarios puntualitos llegaron antes para atender exactamente a la hora señalada a la fila de ansiosos electores que, vestidos de domingo, están ahí para sufragar emocionados… Recién bañados y rechinando de limpios van también sus hijos que aprenden y hasta participan en elecciones para niños…

 

Son atendidos con comedimiento por los representantes de casilla, por los representantes de partidos que están ahí para ver que todo esté en orden y sin tacha. Los mexicanos se vuelcan porque tienen claro por qué partido votar, por qué candidatos: Conoce sus virtudes, capacidades, vocaciones, ilusiones, emociones de estado; de los partidos les queda clara su ideología y doctrina, y qué país es el que prometen…

 

Hay vigilancia, pero es innecesaria porque en todas las casillas los mismos electores cuidan su capital político resumido en su voto… Las casillas cierran a las seis de la tarde, no hay retrasos porque la mayoría sufragó desde temprano: casi no hay rezagados y por tanto comienza el conteo… Para las nueve de la noche comenzamos a tener cifras ciertas: no hay desconfianza porque el procedimiento electoral fue impecable…

 

Afuera todo es tranquilidad. No hay violencia o de imposición de criterios electorales o extra electorales. Las organizaciones magisteriales con tribuyeron con el uso de los espacios escolares para instalar las casillas. Ellos mismos han dispuesto todo para que los ciudadanos no tengan queja alguna… El 8 de junio ya se tienen certezas. Las instituciones electorales, que están ahí para garantizar la transparencia y seguridad de los resultados ha trabajado tres meses antes y trabajará tres meses después, apenas lo necesario para hacer su trabajo, luego desaparece… Los tribunales se espantan las moscas: nada qué hacer: todo en regla: se cierra el telón…]

 

Ojalá fuera ese mundo feliz. Ojalá hubiéramos conseguido este panorama electoral mexicano sin mácula. No lo hay en el mundo, no existe, pero sí existen las democracias consolidadas y nosotros, los mexicanos de a pie exigimos una de ellas…

 

Mientras ahí está la mecánica nacional. Lo dicho: Éstas son unas de las elecciones más polémicas, más difíciles y más trágicas de la historia moderna de México. Los detalles están a la vista, todos los días, por todos lados hay pus política y electoral: los partidos políticos se han encargado de joderlo todo: El gobierno solapador los estimula y los deja hacer… Todo está ahí, cifrado…

 

En todo caso, este proceso electoral intermedio nos costará a los mexicanos 8 mil 584 millones dos mil 228 pesos. Qué tal. Para una institución electoral que organizará el evento; para unos partidos políticos –diez que son- y para aquellos que medran como rémora para recibir parte del resultado del trabajo del mexicano en tiempo de crisis…

 

Pero la ganancia ya está a la vista: como sin proponérselo, ellos, ‘los actores políticos-gobierno-funcionarios-legisladores- partidos políticos-candidatos-tranzas-gandules-pillos-' han dado forma a ese nuevo mexicano. Ya está aquí. Esa es la ganancia.

 

Está entre los millones de muchachos respondones y sin miedo; entre los miles de trabajadores; entre los maestros de a deveras; entre la clase media insospechada; entre los de a pie y con las monedas en la mano para que alcance… Está en ese ajedrez humano como es el cuerpo social mexicano. Ya está aquí. Y él sabrá tomar sus propias decisiones este 7 de junio. Seguro que sí.

 

@joelhsantiago