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El viaje perfecto del CEO que navega a donde quiere

El mercado de los cruceros generará este año 39,600 millones de dólares.

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Escrito en OPINIÓN el

Viajamos al Viejo Continente, al puerto desde el que zarpó el Titanic, para abordar uno de los buques más modernos del planeta y realizar el viaje inicial. En medio del mar, el director de una de las marcas de cruceros más poderosas del planeta nos habla de las vacaciones perfectas.

 

ANTHEM OF THE SEAS. El mar intimidaba con sus rugidos, como si hubiera amanecido rabioso, y el viento te hacía llorar con sus ráfagas, como una montaña rusa de bajada. Una fuerte tormenta se acercaba, por eso le pidieron encerrarse en su cuarto. Michael Bayley tenía 22 años y exploraba México con sus amigos, el mapa que consultaban tenía marcados algunos caminos entre Yucatán y el Distrito Federal. Cerraron todo y esperaron. Al amanecer, todo el lobby estaba sepultado en arena, más que una poderosa tormenta, fue un huracán el que pasó por esa playa, que ya no recuerda de nombre.

 

Por suerte el mar no se los comió. Michael piensa que ése fue uno de sus días de suerte, pues vive para contar la peligrosa situación que los atrapó en un aislado pueblo costero lejos de su natal Gales.

 

Él y sus amigos eran detenidos una y otra vez en las carreteras mexicanas por militares que les gritaban ante la falta de palabras para comunicarse: ellos no hablaban español y las autoridades tampoco sabían hacerse entender en inglés.

 

"Estuvimos cinco semanas en México, manejamos un Datsun, iniciamos en Mérida y de ahí hasta Guadalajara, y luego a la Ciudad de México, fue fantástico. Eso fue hace 35 años, cuando ya trabajaba en Royal Caribbean".

 

Michael Bayley es desde diciembre de 2014 el presidente y CEO de Royal Caribbean International, una de las empresas de Royal Caribbean Cruises Ltd., la segunda empresa de cruceros más importante del mundo por la porción de mercado que atiende cada año, solamente por detrás de Carnival.

 

Estamos en el restaurante Chops Grille, a bordo del Anthem of the Seas, recordando algunas de sus experiencias de vida que tienen que ver con el mar. Yo tengo enfrente un Dry-aged NY Strip Steak que se deshace sangrientamente en mi boca, y Bayley pidió pescado, un Snapper Veracruz, plato que mezcla tomates, olivas, lima y jalapeños. Minutos después de picotear su platillo, decide cambiar, ordena un filete. Ayer también cenó Filet Mignon en este mismo lugar. El olor de la carne medio quemada con carbón es irresistible, en un lugar en el que por lógica deberíamos estar comiendo algún animal seco o papas hervidas.

 

Estamos en medio del mar. Hace unos días zarpamos desde Southampton, en Gran Bretaña, es el primer viaje con pasajeros que realiza el Anthem of the Seas. Michael pregunta por México. "¿Es buena la situación política en México? ¿Algunas cosas extrañas están pasando allá? ¿Todavía tienen esos problemas relacionados con las drogas?".

 

Le digo que, de entrada, viajar en carretera como él lo hizo de joven, a bordo de un auto sin un destino fijo, entre pueblo y pueblo, parando por comida o en donde el sueño te atrape, ya no es tan fácil. En algunas partes incluso, es muy peligroso. Muy peligroso.

 

Antes no era así. En alguna otra ocasión, recuerda Michael Bayley tomando su copa de tinto, estaba en alguna otra costa mexicana navegando, era un día claro, el cielo azul, mucho sol y poco viento, cuando de pronto comenzó a divisar delfines junto a su barco. Sonaba el ruido de sus cuerpos al romper en el agua. El mar estaba lleno de estos animales, saltando por doquier. El alcance de sus ojos no le daba para ver al último animal en el horizonte. "Literalmente, tan lejos como podía mirar, miraba delfines. Eso fue en México, tampoco recuerdo bien dónde".

 

El barco más nuevo de Royal Caribbean, el Anthem of the Seas, zarpó desde Southampton el pasado 18 de abril de 2015.

 

En esta mañana soleada, pero fría, cientos de viajeros arriban para comenzar a abordar. Estamos a 121 kilómetros de Londres y algunos diarios locales hablan de la posible llegada del jugador mexicano de futbol, Javier Hernández, el Chicharito, al equipo local.

 

El tamaño de la nave, la tercera más grande del mundo, realmente sorprende a los que por vez primera lo ven. Lo primero que te preguntas es cómo hace este gigante monstruo para flotar en el mar (pesa 167,800 toneladas y caben 4,180 pasajeros en 2,090 camarotes). Dicen que es una maravilla tecnológica moderna, y ojalá que así sea, pues muchos también nos recuerdan que además de que en esta ciudad nació el comediante Benny Hilll, desde aquí partió para nunca volver el Titanic, el 10 de abril de 1912.

 

Ignorando los malos pensamientos, las filas avanzan hacia el interior de un edificio que conecta con la nave, lo único que tenemos que hacer es enseñar la hoja de reservación (setsail pass) que llenamos en internet con antelación. Decenas de empleados del Anthem escanean el código, ven tu pasaporte y sellan tu hoja antes de dejarte pasar. Prácticamente no te detienes en el proceso, comienzas a subir varios pisos y cuando estás dentro del barco te indican cómo llegar a tu camarote. En menos de 10 minutos estás en el lugar que te asignan para descansar y bañarte.

 

En la cama hallas un brazalete de hule cargado con chips que guardan tus datos bancarios y tu identidad, es decir, funciona como tarjeta de crédito en cualquier restaurante o tienda del crucero. Asimismo, la pulsera es también un dispositivo de rastreo, que sirve para que los administradores del crucero sepan por dónde te mueves, si entras o sales de tu cuarto, si bebiste de más en algún bar o si de plano no te has movido en horas del camastro de alguna de las ocho albercas.

 

Hay 1,571 balcones hacia el mar y 375 camarotes interiores cuentan con balcón virtual, es decir, vistas en tiempo real sobre una pared que replican el océano o algunos destinos.

 

En las pantallas de la habitación puedes ver, además de canales de tv tradicionales, las imágenes de algunos de los lugares emblemáticos de la embarcación. Por lugares emblemáticos nos referimos a algunos de los centros de diversiones, como el Ripcord, una cápsula en la que flotas como si estuvieras volando, con el impulso de un fuerte chorro de aire.

 

El North Star, una cápsula de vidrio en la que caben unas 16 personas. Está ubicada en lo más alto del crucero. Llegas, te metes y de pronto, comienza a elevarse con un brazo mecánico de metal. Al final, estás a 90 metros del mar, como flotando, mirando el horizonte en 360 grados.

 

También desde la pantalla de tu camarote se puede ver la pista de patinaje, los carros chocones o la escuela de circo con trapecio. El simulador de surf FlowRider, la pista de jogging o alguna de las plataformas en donde habla el capitán o algún otro miembro importante de la tripulación ofrece algún mensaje a los viajeros.

 

Le recuerdo en algún momento a Michael Bayley que este lugar se parece mucho a Las Vegas, por las tiendas y la oferta de diversión que ofrece. Él dice que fue hace muchos años vicepresidente del Caesar Palace Hotel and Casino y que sí, sí parece de pronto un gran hotel de la ciudad que nunca duerme.

 

Este lugar incluso tiene un casino y un mall dentro, con marcas como Cartier, Kiehl, Bvlgari y Hublot. El restaurante en donde platicamos con Bayley es uno de los 18 que crearon, tres de ellos, incluso, fueron diseñados por chefs muy apreciados por la televisión (igual que en Vegas): Jamie Oliver, Michael Schwartz y Devin Alexander.

 

Todo esto está fríamente calculado. El mercado de los cruceros generará este año 39,600 millones de dólares, 6.9% más que en 2014, debido a la mayor demanda, mayor capacidad y mayores precios, explica Cruise Market Watch en su más reciente análisis, 2015 Cruise Trends Forecast.

 

Los analistas agregan que 22.2 millones de personas viajarán este año en un crucero, esto es 3.2% más que el año pasado. En total, América del Norte (Estados Unidos, Canadá y México) representa 58.6% de la demanda; Europa, 25.9%; Asia, 8.5%, y Australia, 4.3 por ciento.

 

El Anthem es el barco más nuevo de la flota de Royal Caribbean Cruises LTD, empresa que a su vez agrupa a Royal Caribbean International, Celebrity Cruises, Pullmantur, Azamara Club Cruises, CDF Croisières de France y un 50% de TUI Cruises. La empresa fue fundada en 1969 y hoy cuenta con una flota de 43 barcos y seis en construcción. La empresa presume que cubre 480 destinos en todo el mundo y señala que su público objetivo son parejas y solteros de 30 a 50 años, así como familias.

 

"Todavía es un mundo que no se conoce mucho en México", dice Manlio Carpizo, director comercial de Royal Caribbean en México. "Un barco tiene muchos mitos alrededor. Que si es aburrido, porque estás en un mismo lugar, sin mucho que conocer o hacer. El mismo mar da muchos temores, pero son cosas que tenemos que ir rompiendo".

 

Ese es el objetivo, dice María Fernanda Maldonado, directora de mercadotecnia de Royal Caribbean para México, romper mitos. "Se cree que viajar en crucero es muy caro, que solamente viaja gente mayor, que es aburrido, entonces, ese es nuestro reto".

 

Un reto muy complicado, para viajar en un crucero como el Anthem sí hay que tener un buen poder adquisitivo, pues hay que viajar a otro país para subirse al barco. Esta clase de viajes inician en Southampton o Nueva York, o puertos con más historia y mucha mejor infraestructura, seguridad y clientes.

 

"Los mexicanos por lo general viajan al Caribe, salen desde Estados Unidos, necesitan visa. O desde Europa, a los mexicanos les gusta muchísimo Europa", señala André Pousada, director general de Royal Caribbean en México. "Los mexicanos pagan para tener lo mejor del barco, eso es muy interesante".

 

El presidente y CEO de Royal Caribbean International, Michael Bayley, coincide en que los mexicanos gastan mucho a bordo de sus naves y que su destino favorito es el Caribe. Además, viajan en Navidad y Año Nuevo, en Semana Santa, principalmente gente de la capital con mucho dinero. Durante décadas la compañía ha tenido una extraordinaria relación con México, el reto ahora, agrega, es que los mexicanos no solamente viajen cuando estén de vacaciones, sino a lo largo de todo el año.

 

De acuerdo con Cruise Market Watch, en promedio el precio de un viaje en crucero por persona asciende a 1,779.82 dólares (alrededor de 27,000 pesos) en este momento.

 

André Pousada argumenta que no puede darnos datos precisos del mercado mexicano, pues no los tiene a la mano, aunque asegura que están teniendo muy buenos resultados.

 

Los mejores mercados, de acuerdo con Bayley, son Estados Unidos, en número uno, después China y en tercer lugar Australia o Reino Unido. "La rentabilidad de nuestros nuevos barcos, junto con el poder de nuestra familia de marcas, nos está permitiendo entregar un gran desempeño otra vez en 2015", señaló durante la presentación de los resultados financieros correspondientes al primer trimestre Richard Fain, el presidente y CEO de Royal Caribbean Cruises Ltd.

 

Las ganancias aumentaron 40% el año pasado y esperaban anunciar otra vez ganancias de 40% durante estos 12 meses.

 

"Desafortunadamente los mercados de divisas no han cooperado", explicó a analistas Fain, durante una conferencia telefónica realizada a bordo del Anthem. Ahora esperan un crecimiento anual de 34%. "Pero sin duda no está mal", dijo el directivo.

 

Royal Caribbean Cruises reportó ingresos por 1,815 millones de dólares durante los primeros tres meses del año, mientras que sus ganancias netas ascendieron a 45.2 millones de dólares en ese mismo periodo.

 

A mediados de mayo, Kevin Minolta, analista de JP Morgan, subió la calificación de las acciones de Royal Caribbean Cruises (RCL). El experto considera que hay mucha confianza alrededor de estos títulos y la introducción de nuevos barcos, principalmente en China, el mercado que ha demostrado un alto crecimiento, la apuntalará en 2015 y 2016.

 

"En conjunto, esta clase de nave está demostrando ser una inversión excelente y bien vale la pena todo el esfuerzo que entró en el diseño y la construcción de ella", dijo Richard Fain a los analistas durante la presentación de resultados, al referirse al Anthem of the Seas.

 

Michael Bayley aclara que todavía le gusta viajar, a las Bahamas, por Europa. No está cansado de recorrer el mundo.

 

Hace 35 años que viajó de Miami a Mérida para iniciar una aventura. Rentó un auto y viajó a Guadalajara, luego a la Ciudad de México. "Había una hermosa catedral en Guadalajara".

 

Se graduó en administración en la Universidad de Bournemouth, en Inglaterra, y ha tomado clases también en Harvard Business School y la Ross School of Busines en la Universidad de Michigan. Vive en Miami y tiene dos hijos. Comenzó su carrera en Royal Caribbean en 1981 y hoy está entre el grupo que da las órdenes a decenas de capitanes de decenas de buques gigantes. La empresa va bien. Trata de no abundar en el tema de la violencia en México ni el tema Venezuela. Prefiere hablar de China, hoy su mercado número dos. Dice que cuando ves a su clase media y a su economía, el crecimiento se nota claramente fuerte.

 

Sobre la seguridad del buque y las noches de desvelo, dice que uno de los hombres que estaba en la cúpula directiva del FBI se encarga de cuidarlos, junto con ex militares de Israel. "Tenemos a los mejores", asegura, gente contra violencia y embates políticos.

 

Si hay algún problema, tiene un comité que le ayuda a tomar las decisiones, sin embargo, la palabra final la tiene él. A veces, dice, tienes que tomar una decisión, puede ser mala o la peor, pero debes tomarla.

 

"Hoy mi destino favorito es estar en el hogar", confiesa durante la cena Bayley, después de que le preguntamos a dónde le gusta ir, luego de conocer algunos de los destinos más paradisiacos del planeta. "Estar en mi hogar, con mis hijos, viéndolos saltar y correr en la alberca, o cualquier cosa que hagan, mientras bebo una buena copa de vino, eso es perfección".

 

@takaink