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El testigo falso de Oceanografía III

Un testigo clave en el escándalo de Oceanografía y Banamex comenzó a negar lo que había declarado.

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Escrito en OPINIÓN el

“Ante ustedes es otra situación, ante esas personas soy detenido a las 6:30 de la mañana por unas personas que me dijeron ser de la PGR, con un documento aparentemente legal con sellos y hologramas de la PGR, después me dejan sin agua y comida 24 horas, soy amenazado por el señor policía que le dicen Juan Carlos, y para ser exacto el jueves 6 de marzo de 2014, poniéndome las manos por encima de los documentos, por eso es que mis firmas no están bien hechas, y es correcto, sí, yo las firmé, no puedo mentir en ello, pero fui obligado”.

 

Jorge Alejandro Hernández Ortega, un testigo clave en el escándalo de Oceanografía y Banamex, comenzó a negar lo que había declarado (y que sirvió para encerrar a Amado Yáñez), ante el licenciado Rubén Darío Noguera Gregoire, juez decimocuarto del Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal.

 

El pasado 29 de mayo dijo ante el juez y representantes de Banamex y el mismo Amado Yáñez, que fue obligado y amenazado a firmar la declaración que hoy niega.

 

“Fui obligado, amenazado, cuatro días sin que mi familia, ni ningún ser humano del trabajo tuviera conocimiento de que me encontraba en unas oficinas federales de la ciudad de México. En mis 58 años que tengo de edad, jamás he tenido ese tipo de problemas, lo que yo declaré lo sostengo firmemente, porque yo lo dije, tengo las pruebas con qué comprobarlo, referente a todo lo demás fui obligado por el señor policía federal que le decían Juan Carlos, que si yo no le firmaba en medio de sus manos ahí iban a quedar mis huesitos”.

 

Jorge Alejandro Hernández Ortega dice que el policía que lo tenía detenido le advirtió que en esos separos existían cientos de seres humanos enterrados.

 

“Le reitero, sí son mis firmas, fui obligado a firmar, pero están mal hechas, por la forma en que fui obligado a firmar y ante el temor de que algo me sucediera ya que nadie, absolutamente nadie, tenía conocimiento de que había sido detenido por dos agentes federales y llevado a la ciudad de México”.

 

Hernández Ortega recuerda que fue detenido en Ciudad del Carmen, Campeche, y aproximadamente a las 8:00 de la mañana abordaron un avión de Aeroméxico con destino a la ciudad de México. Una vez que aterrizaron fue llevado a las oficinas de la SEIDO, donde fue retenido todo el día y toda la noche del lunes. “Sin otorgarme desde el momento de mi detención, alimentación ni hidratación alguna, privándome de mis celulares y memorias USB que traía ese día conmigo, dejándome totalmente incomunicado”.

 

Dice que el día 6 de marzo de 2014 se imprimió una declaración. “Bajo dichas circunstancias y presión fisiológica y psicológica, fui obligado a firmar en diversas hojas, sin permitirme dar lectura de su contenido”.

 

Dos semanas después de presentar su testimonio judicial, Hernández Ortega dice que el policía identificado como Juan Carlos le dijo que ya se había enterado de lo que había manifestado ante las autoridades y representantes de Banamex y Oceanografía.

 

“Que le parara, pues a través de su cargo en la Procuraduría, podría hacer que me refundieran en la cárcel o algo peor, así que me anduviera con cuidado”.

 

Por lo anterior presentó una denuncia de hechos en contra de quien o quienes resulten responsables de las conductas posiblemente constitutivas de diversos delitos con motivo de los hechos que se derivaron a partir de su detención el lunes 3 de marzo de 2014. “Dentro de los cuales derivan la incomunicación de que fui objeto en la entonces Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, el trato inhumano contrario a derechos fundamentales que recibí por parte de elementos adscritos a dicha institución gubernamental, las irregularidades que se denotan de la supuesta declaración firmada bajo presión e impresa con fecha 27 de febrero de 2014 y finalmente, de una manera prioritaria y urgente, de las recientes amenazas a mi integridad física y círculo familiar, recibidas en forma personal y directa por elementos de la Procuraduría General de la República”.

 

Hernández Ortega dijo el pasado 29 de mayo cuando le leyeron su supuesta declaración ministerial del 27 de febrero de 2014, al respecto del contenido, que toda la parte inicial es cierta. “A donde nada es dicho por mí, por mi persona es el día, el 22, el día 22 que supuestamente dijo que yo bajé con unos generadores por la cantidad de 410,000 pesos y que mi jefe el señor Carlos Reyes me manifestó que necesitaba 1,400,000 pesos, nada de eso pasó, a partir de eso y hasta el final, nada de eso fue dicho por mí”.

 

Asimismo, recuerda que el documento que supuestamente firmó está fechado el 27 de febrero de 2014.

 

“Ese día tuve la fortuna de cumplir años y me encontraba en mi domicilio con mi familia y unas amistades, no puede ser posible que el 27 de febrero de 2014 yo haya hecho esa declaración. El día lunes 3 de marzo de 2014 yo salí de mi domicilio con destino a las oficinas de Dos Bocas, Paraíso Tabasco, en ese momento fui interceptado por un vehículo blanco, o una suburban blanca para ser más exacto”.

 

Y ahí comenzó su historia como el testigo clave del caso Oceanografía.

 

@takaink

 

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