El segundo debate llegó con una serie de cambios y una serie expectativas. La abrupta salida de la contienda de Margarita Zavala, la realización del debate en Tijuana y la participación del público marcaron una diferencia sustancial en el escenario y del ejercicio.
En lo general me gustó la libertad de caminar en el escenario y que se abordara un tema tan complicado como el de relaciones exteriores, pero llegó a ser muy repetitivo y tanto el Bronco como López Obrador quedaron como ignorantes porque no tenían mucha idea del tema, sin embargo, fue un ejercicio positivo para la democracia.
Ricardo Anaya
Una vez fue el mejor del debate, así lo marcan la mayoría de las mediciones y se notó su conocimiento del tema. Fue el único que habló de una posición firme frente a EEUU y que supo describir el problema migrante. Su dominio de los tiempos, sus propuestas y su preparación (que incluía una serie de apoyos visuales) fueron impecables. Supo quitarse los ataques, que fueron temas ya conocidos y aclarados, pero aún así los respondió.
En cuanto a la propuesta fue muy claro en temas de tráfico, separación de familias, comercio y migrantes, además tiene mucha facilidad para explicar con claridad sus argumentos. Con Meade fue cuidadoso, pero no perdió oportunidad para responderle fuerte y atacar las acciones de Peña Nieto; al Bronco lo vio un segundo cuando le respondió sobre sus hijos y con López Obrador fue implacable en la confrontación directa sobre la inversión extranjera en su gobierno al frente del D.F., lo dejó como un ignorante.
José Antonio Meade
Su conocimiento del tema era evidente, pero no una propuesta de cambio. Por alguna razón errada de estrategia defendió acciones de Peña Nieto, como recibir a Trump en plena campaña. Esta vez no tuvo ataques certeros y en muchos momentos se veía intentando participar en las discusiones entre López Obrador y Anaya, sin éxito. Tuvo un ataque muy certero contra López Obrador referente al tema de Nestora, pero creo que eso acabará mal porque lo que leyó es parte de un expediente de la PGR… ¿Otra vez usando a la PGR? También llamó a Morena el negocio familiar de los López Obrador… cosa que es cierta, pero cómo se atreve a decirlo cuando es candidato del Verde, el negocio político/familiar más grande de la historia de México. Meade tiene un problema profundo y es que, a pesar de tener buenos argumentos y propuestas, a nadie le interesa oírlos… puede ser que representa al PRI, puede ser falta de carisma o puede ser que simplemente se le ve fuera de la contienda.
Andrés Manuel López Obrador
Su ignorancia del tema fue evidente en muchas ocasiones. Intentó, a partir de sus estribillos de siempre, dar respuesta a complejas problemáticas internacionales y se vio que no sabía ni de qué hablaban. Inició respondiendo bien el ataque de Anaya referente a la inversión en su gobierno, pero cuando fue enfrentado en sus cifras se quedó callado dejando en claro que no sabía còmo se conformaban las cifras que presumía. Tuvo momentos buenos como hablar de su salud y el ademán de la cartera, pero tuvo un error garrafal, perdió la calma y hasta para ponerle apodos a Anaya se trabó; el libro ficticio que sacó lo hizo ver entre simpático y patético.
Jaime Rodríguez, el Bronco
Intentó con sus conocimientos de campo hablar de temas internacionales pero su poco conocimiento fue notorio… repitió una y otra vez lo mismo. Perdió su forma tipo “stand up” de hacer comedia e intentó ser serio, pero no le quedó del todo. La broma que hizo del abrazo entre López Obrador y Meade empezó interesante, pero cuando dijo que era para darle un papel para que firmara, López Obrador se acabó viendo mal… como fintando un saludo.
Para terminar, es justo decir que poco se moverán los puntos a partir de esto, pero, sin duda, hará menor la diferencia entre AMLO y Anaya. Falta un debate y la recta final de la campaña y ya se ve cómo se van cerrando las preferencias entre López Obrador y Anaya… que Morena se esté preocupando en hacer realidad el libro de juguete que mostró en el debate y que ya tengan campañas en TV realmente agresivas contra Anaya, dice que la posibilidad de que Anaya le acabé ganando a López Obrador es cada vez mayor.