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El reconocimiento a la mujer rural

Las mujeres rurales son agentes clave para conseguir los cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible de sus comunidades.

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Escrito en OPINIÓN el

La mujer, especialmente de las zonas rurales, ha cambiado sus roles y funciones dentro del esquema social donde antes se ubicaba a causa de los cambios en el flujo migratorio y la mecanización en los campos agrícolas.

 

De acuerdo con el INEGI, la población rural es aquella que tiene menos de 2 mil 500 habitantes, y según el censo del 2010, estas comunidades representan apenas el 22% de la población del país.

 

Las diferencias entre las mujeres que viven en el medio rural y las que habitan en zonas urbanas, tienen relación con las altas tasas de fecundidad, los bajos ingresos, el acceso incompleto a los servicios sociales básicos y la sobrecarga de trabajo.

 

A partir de la emigración del hombre, las mujeres han asumido una doble función al tomar decisiones en las tareas agrícolas y simultáneamente hacerse cargo de las tareas del hogar.

 

A esto se le conoce como ‘feminización de la agricultura campesina’, y las labores principales que realizan en el campo son las actividades agropecuarias, deshierbe, cosecha, siembra y aplicación de insumos.

 

La Food and Agriculture Organization (FAO) reconoce que las mujeres rurales son responsables de más de la mitad de la producción de alimentos en América Latina y el Caribe, sin embargo, viven en un contexto de desigualdad social, política y económica con apenas 30% de titularidad sobre la tierra, 10% de acceso a créditos y 5% de capacitación técnica. http://bit.ly/2d5VwYf

 

También las mujeres del campo incursionan en las tareas remuneradas para contribuir al gasto familiar. A estas labores se le conoce como ERNA (Empleos Rurales No Agrícolas), y no incluyen el trabajo en el campo.

 

No obstante, persiste una marcada división sexual del trabajo, dado que ciertas labores les son asignadas exclusivamente al sexo femenino, como la confección de ropa, la elaboración de accesorios para el hogar, el trabajo de maquila y la artesanía.

 

El trabajo artesanal resulta vital porque al mismo tiempo coadyuva a la preservación cultural y étnica de las regiones. Por esta razón, el papel de las mujeres rurales se relaciona con el bienestar general y mejora de los medios de subsistencia de sus comunidades.

 

El 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, el 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación y el 17 de octubre el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza.

 

Estos tópicos tienen una relación intrínseca. En principio porque el 76% de la población que vive en la pobreza extrema se concentra en las zonas rurales, según la ONU; seguido de sistemas agrícolas en crisis por los estragos del cambio climático y la sobredemanda y, sobre todo, porque las mujeres rurales son las más agraviadas en la disparidad de género y en derechos humanos. http://bit.ly/1t9iIGK

 

Tan sólo en México, las mujeres habitantes de las zonas rurales trabajan 7.8 horas más que las habitantes urbanas en labores domésticas y de cuidado. http://bit.ly/1aKjVgb

 

En este sentido, también existe una discordancia entre la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Ley Agraria.

 

Mientras que el artículo 3° del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales señala que hombres y mujeres gozarán de todos los derechos, para la legislación agraria las mujeres sólo tendrán derecho a la tierra una vez que sean nombradas herederas por sus maridos.

 

Ante esto último, los aportes productivos, económicos y ambientales de las trabajadoras agrícolas deben ser reconocidos con el respaldo de las instituciones gubernamentales y organismos internacionales para facilitarles el acceso a los recursos para su desarrollo, y reducir las limitaciones jurídicas y sociales que impiden su participación activa en la obtención de sus ingresos.

 

Las acciones de las mujeres en la agricultura resultan en su mayoría invisibles, lo que a su vez invisibiliza sus necesidades. Son muchos retos los que enfrentan, la estrategia de empoderamiento es lo que les permitirá obtener mejores resultados, al proveerles de seguridad, independencia, educación y autosuficiencia para ellas mismas y sus familias.

 

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