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El PRD va contra México

De manera poco usual, el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, inició una gira de trabajo por distintas ciudades de Estados Unidos para promover que no se invierta en México.

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Escrito en OPINIÓN el

Sí, por increíble que parezca, el jefe del partido emblema de la izquierda mexicana encabeza a los grupos políticos que apuestan porque a México le vaya mal.

Según la información disponible, Zambrano recorrerá el mundo enarbolando “el petate del muerto”. Es decir, acudirá a los centros financieros y empresariales para pedir y/o amenazar de que toda inversión destinada a la industria petrolera o en general de hidrocarburos mexicanos, debe limitarse. ¿Por qué razón?

Porque según el jefe nacional del PRD, en México se podría producir algo así como una revolución o una revuelta social que haría inviable la inversión de esos capitales. Y es que, otra vez según Zambrano, los mexicanos rechazan toda inversión extranjera en petróleo, en energía eléctrica y en todo tipo de producción energética.

Y la razón, según Zambrano, es que la industria de la energía en nuestro país es –como había motejado el ex presidente Lula- una “Diosa intocable”.

Sin duda que en política, y especialmente en la política mexicana, todo se vale. No hay duda de que Jesús Zambrano o cualquier otro dirigente partidista tiene todo el derecho de oponerse a la reforma energética y de combatir por los medios que sea, lo que él y su partido consideran negativo para México.

Sin embargo, la estrategia seguida por Jesús Zambrano, de acudir al mundo para “asustar con el petate del muerto”, no sólo resulta extrema sino ridícula y, en una de esas, hasta podría ser calificada como un delito de traición a la patria. ¿Por qué razón?

Porque Zambrano habla en el extranjero como si fuera la voz de las mayorías; porque en su discurso allende las fronteras, Zambrano le apuesta al fracaso de México y al agravamiento de la crisis económica en nuestro país.

Y, en efecto, Zambrano puede decir misa, puede anticipar una revolución o, en el extremo, una revuelta que ponga en peligro las inversiones energéticas y la inversión en general, sin embargo, su discurso está muy lejos de la realidad. ¿Por qué?

Porque  a lo largo de todo el proceso de reforma energética, quienes se oponen a la apertura de esa industria, a la participación privada en Pemex y en la diversificación de inversionistas, no son más que un puñado de mexicanos que no alcanzan ni el .1% del total de los ciudadanos en general.

¿De dónde saca Zambrano que los mexicanos se oponen a la reforma energética, a la inversión de capital extranjero en la industria energética nacional?

¿De dónde saca Zambrano que se podría producir una revuelta que haga inviable la inversión y ponga en peligro los capitales?

¿De dónde saca Zambrano el “petate del muerto” que enarbola en el mundo?

Lo cierto es que ni Andrés Manuel López Obrador, ni Cuauhtémoc Cárdenas, ni los más fervientes fanáticos del extremismo de izquierda han logrado reunir a más de diez mil personas en contra de la reforma energética. Ni Alfonso Cuarón ni otros locuaces que por consigna se oponen a la reforma, han conseguido las movilizaciones con las que amenazaban todo intento de apertura en Pemex.

¿Por qué hoy, frente a esa realidad, Jesús Zambrano, se juega una carta de alto riesgo, como la de promover la cancelación de inversiones en México en materia energética?

Lo cierto es que Jesús Zambrano juega una carta que le puede costar muy cara al grupo político de Los Chuchos, y que a pesar de que es un señuelo para mantener la imagen dentro de su partido, podría llevar al PRD a una derrota escandalosa en 2015. Al Tiempo.

@RicardoAlemanMx