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El paquete económico de Peña

El paquete presentado por Peña Nieto es una mala estrategia económica.

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Escrito en OPINIÓN el

Enrique Peña Nieto presentó su propuesta de presupuesto para el año 2016. Dicha propuesta puede ser entendida como una aceptación de que el gobierno de Peña falló en tener una economía boyante. Las reformas estructurales no sirvieron para nada y el gobierno ha tenido que echar mano de recortes al gasto social, pero manteniendo privilegios para la clase política.

 

El paquete presentado por Peña Nieto es una mala estrategia económica. Su aplicación tal como está planteada solo tendrá efectos recesivos para la economía del país y para la gente.

 

El paquete económico del gobierno reduce el gasto en inversión y el destinado al campo, el presupuesto destinado a la industria, específicamente a Pemex y a la CFE. Reduce el gasto en educación, ciencia y tecnología, lo cual va a verse reflejado en una reducción del número de plazas para que nuevos estudiantes puedan acceder a la educación superior y media superior.

 

Las políticas sociales también serán afectadas por los recortes, incluso el gran proyecto del priísmo, PROSPERA, se verá reducido en un 3% y a la Secretaria de Salud, se le reducirá su gasto en un 6.7 por ciento. Entonces, queda claro, los efectos del recorte presupuestal no serán para beneficiar a la gente sino que serán las personas con menos recursos las que serán afectadas por la propuesta presupuestal del gobierno.

 

Estas medidas económicas, hay que recordarle al gobierno mexicano, son la bandera de los gobiernos neoliberales que pusieron en crisis a países como España y Grecia. Son las medidas que han expulsado a miles de personas de sus hogares para buscar empleos mejor remunerados en otras naciones. Las que han provocado que los jóvenes no puedan tener acceso a la educación. Las que han provocado que la gente pierda sus casas, que tenga que perder seguridad social y acceso a la salud.

 

Es importante cambiar el paquete económico para buscar uno en que se privilegie el ahorro presupuestal, una verdadera austeridad republicana para reorientar el gasto y que no haya reducción en la inversión, en los programas sociales y en los servicios públicos, donde quienes tengan que apretarse el cinturón sean los altos funcionarios, el presidente, legisladores y magistrados. Se debe vigilar y castigar la discrecionalidad y el mal uso de los recursos, algo que el paquete no contempla medidas en ese sentido.

 

Lo que propone Peña Nieto es premiar la falta de transparencia y la opacidad en la rendición de cuentas. Es aceptar la impunidad y la corrupción como signo del gobierno. La propuesta de Peña Nieto acepta el fracaso de las reformas estructurales, esas que el priísmo prometió como la salvación de la patria. La realidad es que no habrá salvación ni patria por ese camino. El país necesita otra cosa.