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El PAN del domingo

A última hora, la señora Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, y en un momento electoral estratégico, entra al quite y declara su adhesión al candidato a presidente panista Ernesto Cordero: faltaba más. Sin embargo este voto público es más un perjuicio que un apoyo contante y sonante para el calderonista.

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Escrito en OPINIÓN el

En el Partido Acción Nacional (PAN) ya está todo listo para las elecciones internas del domingo 18 de mayo. Bajo nuevas reglas de comportamiento electoral los militantes del Partido Acción Nacional (derecha) decidirán quién presidirá y quién será secretario general del partido que les heredó Manuel Gómez Morín y del que hoy sólo queda la nostalgia, porque éste que vemos, de engañoso colorido, ya dejó de ser aquel partido mesiánico y de apostolados para convertirse en uno beligerante, incluso entre sus propios integrantes...

En realidad no hay novedad en el frente. Cada uno sabe lo que son sus alas, y nosotros también lo sabemos: Ernesto Cordero, impulsado y protegido y dispuesto ahí por Felipe Calderón Hinojosa –ex presidente de México- dice que recuperará al PAN de las garras del lobo (PRI)… Pero quiere entregarlo a su jefe de toda la vida, su creador y protector perenne.  

Gustavo Madero, quien ha sido presidente del Partido del conservadurismo nacional desde el 4 de diciembre de 2010 y quien está empeñado en repetir presidencia y quien ha hecho una campaña mediática de alcances presidenciales y quien garantiza continuidad a los militantes, aunque esa continuidad signifique ‘negociación política’ extrema.

Su cercanía con el presidente Enrique Peña Nieto a través del “Pacto por México” y acuerdos políticos son, al mismo tiempo, su apoyo y su detente. Hoy vive un proceso de beatificación priísta.

Cada uno, a su modo, ha enganchado su vida a su partido. Y cada uno tiene razones para querer ser el mandamás de un instituto político que perdió las elecciones en 2012, que permitió el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tuvo dos presidentes “inolvidables” como es Vicente Fox y señora; y como es Felipe Calderón, el de los 70 mil muertos y la pobreza nacional.

Ahora llega la señora Zavala a querer enderezar el barco a favor de su marido a través de Ernesto Cordero. Bien. Es militante panista desde los 18 años, en 1985. Es una alumna egresada del Colegio Asunción y abogada de la Escuela Libre de Derecho y durante tiempo hizo trabajo político-militante, por tanto está en su derecho de otorgar su voto público por quien considere pertinente…

En todo caso, habría que preguntarse si la presencia de la ex primera dama de México es un activo o un pasivo para el panismo nacional. Sobre todo porque su cercanía con Felipe Calderón la hizo ser testigo silencioso e inactivo de lo que ocurrió en el país durante una gestión presidencial fallida.

Y no está por demás reiterar que, precisamente, el grupo a quien ahora apoya tiene un pasado nada benéfico para su instituto político y mucho menos para el país. Fue ese equipo el que construyó un gobierno panista que dejó al país con más de 52 millones de pobres: 15 millones de los cuales están aun en la precariedad absoluta... y los miles de muertos que ya se sabe.

La Cruzada Nacional contra el Hambre de Enrique Peña Nieto y presentada al público el 21 de enero de 2013, tiene su origen en esa multitud mexicana que no sólo tiene hambre, sino también desconfianza e indignación. Esa es una herencia que es, asimismo, una bomba de tiempo.

Durante esa gestión, Ernesto Cordero fue Secretario de Desarrollo Social –precisamente el encargado de abatir la pobreza-, y luego Secretario de Hacienda. Y va junto a él Juan Manuel Oliva, quien fue gobernador de Guanajuato, precisamente de 2006 a 2012 y junto, también, un beligerante de cepa: Javier Lozano Alarcón, ex Secretario del Trabajo, un ex priísta convencido que se incorporó al PAN en 2007 durante el gobierno, claro, de Felipe Calderón…

Y va con Roberto Gil Zuarth y con Luisa María Calderón –eterna aspirante a gobernar Michoacán- y César Nava, quien fue Secretario Particular del entonces Presidente  Felipe Calderón y presidente del PAN de agosto de 2009 a diciembre de 2010. Y Max Cortázar, especialista en comunicación social panista, cercano, por supuesto, a Felipe Calderón…

Así que un gabinete calderonista quiere presidir al Partido Acción Nacional. La alternativa es un Gustavo Madero cercano al alma priísta. Así que el viejo PAN, independiente, convencido de su ideología conservadora, opositor de primera, gobernante de segunda, está en el dilema de ser calderonista o peñista… La moneda está en el aire y el domingo próximo los panistas tomarán la decisión final… para lo que sigue…

¿Qué sigue? Primero: la reconstrucción de un partido que está convertido en una mínima expresión partidaria; buscar recuperar el poder político de México, lo cual está cuesta arriba a como están las cosas y a como está su propia debilidad política… Y está mantenerse fiel a sus principios o cambiar a lo que la circunstancia política nacional les demande…

Ese es su dilema. Ya veremos qué partido es el que construye quien llegue, porque ese es el centro del asunto: qué partido quiere cada uno de ellos y hacia dónde lo quiere llevar. Los militantes panistas tienen la palabra.

 

jhsantiago@prodigy.net.mx  

@joelhsantiago