El primero de octubre de 2013, la Presidencia de la República decretó el cambio de estatus del Nevado de Toluca, degradándolo de Parque Nacional a “área de protección de flora y fauna”. Esta modificación permite que en alrededor del 75% de la superficie que anteriormente ocupaba el Parque, se puedan realizar actividades como la tala, el aprovechamiento extractivo de la vida silvestre, la agricultura, la construcción de infraestructura pública o privada e incluso la erradicación de especies de flora y fauna “que se tornen perjudiciales”.
El espacio que Lázaro Cárdenas decidió proteger en 1936, por formar parte del patrimonio natural de la Nación, ha entrado ahora en una lógica de explotación comercial. Paradójicamente, uno de los principales argumentos de la Presidencia es la conservación ambiental de ese territorio, lo cual es obviamente una falacia. La enorme diversidad del área, en la que están identificadas 1,127 especies de flora y fauna, y 235 especies animales, es un jugoso botín para un sinnúmero de actividades económicas.
Por otro lado, en el Decreto se argumenta también que se ha identificado la existencia de resoluciones presidenciales que dotaron de tierras a diversos poblados antes y con posterioridad al establecimiento del Parque Nacional "Nevado de Toluca". La problemática social y económica que esto refleja y representa no debe ser excusa para continuar con la destrucción de tan importante reserva natural. En todo caso, el Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de México, deben impedir que continúe el establecimiento de nuevos asentamientos y buscar estrategias que permitan minimizar el impacto ambiental de los actuales.
Más aún, a casi un año de publicado el referido Decreto, ha ido quedando al descubierto que el Gobierno Federal falseó y manipuló datos para argumentar este cambio. Específicamente, el grupo de investigadores encabezado por Alicia Mastretta Yanes ha publicado un análisis en la revista Oikos (¿Será exitosa la estrategia del cambio de categoría para mantener la biodiversidad del Nevado de Toluca?, http://goo.gl/2ddVGe) que ha puesto en evidencia que se inflaron las tasas de deforestación que se utilizaron como justificación para la nueva categoría del Nevado, entre otras mentiras y medias verdades.
Quizás la verdadera lógica de esta acción la podamos encontrar en la campaña que se ha emprendido para promover –mediante anuncios espectaculares–las distintas actividades económicas que inauguró el Decreto Presidencial en los bosques del Nevado. La estrategia de comunicación fue lanzada desde el anonimato, sin que se identifiquen autores, responsables ni fuentes de financiamiento, lo cual abre la puerta a muchas sospechas sobre los intereses que han intervenido en su ejecución y si éstos influyeron además en la decisión de la Presidencia de la República.
Lo que es cierto es que el Nevado de Toluca es uno de los espacios naturales más importantes del país y hasta el momento su degradación genera más dudas que certezas. Se trata de un asunto de gran importancia para el país, y en materia hídrica además de un tema estratégico para la Ciudad de México y su área metropolitana, así como para la ciudad de Toluca. El otrora Parque Nacional, contribuye de manera considerable al abasto de agua de esa última localidad y parte del Valle de México.
La administración de Enrique Peña Nieto tiene muchas explicaciones que dar en este tema y dar marcha atrás a su nueva categorización se convierte cada día en un asunto más urgente.