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“El mundo de afuera”, la relación víctima-victimario

Jorge Franco es un genio literario sin recato, que sin ningún miramiento a la realidad que se vive en su país, escribe de manera atrevida. | Jorge Iván Garduño

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Escrito en OPINIÓN el

En América Latina, y tal vez en todo el mundo, el pueblo colombiano ha sido presa de una estigmatización cruel que ha dañado su imagen como país, afectando principalmente a sus pobladores, quienes aunque conforman un pueblo rico en cultura, arte, música, gastronomía y literatura, sólo por mencionar una pequeña parte de sus muchas riquezas, son identificados por la violencia y el tráfico de armas y droga con el que lucran grupos criminales.

Y si bien lo que sucede en Colombia no es un caso exclusivo de esa nación, sí ha influenciado fuertemente en la vida de sus habitantes, y es ahí donde surge un genio literario sin recato, que sin ningún miramiento a la realidad que se vive en su país, escribe de manera atrevida.

Este genio literario es Jorge Franco (Medellín, Colombia, 1962), quien por un lado creció leyendo el “realismo mágico” de otro genio colombiano, Gabriel García Márquez, y por otro creció viendo la mutilación de su pueblo hecho por grupos subversivos y cárteles del narcotráfico, que pugnan por destruir la industria bananera para sustituirla por la industria de las drogas.

Tal vez esto último ha comenzado a suceder en el mundo literario de Franco, ya que su vena creativa está impregnada con un olor a pólvora recién quemada, a humo de marihuana flotando en la habitación cerrada, a polvo de cocaína inhalada por algún ser desafortunado.

La escritura de Jorge Franco es una escritura lúcida en la que sus personajes viven sumergidos en el submundo de los estupefacientes, el narcotráfico, los asesinatos, la rivalidad de grupos y enfrentamientos entre ellos para alcanzar cuotas de poder, el control de las zonas y el de los barrios.

Este mundo clavado en la realidad de muchos pueblos de Hispanoamérica es el combustible que este escritor colombiano utiliza para expulsar los demonios que han invadido su territorio y que se empeñan en clausurar el paraíso de tan noble y sufrida tierra.

Con una formación cinematográfica, Franco Ramos estudió literatura en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, sin embargo no concluyó sus estudios y aun así, aprovechando sus conocimientos de cine, logró plasmar de manera visual en el papel las escenas de las que nos habla en sus libros.

“El mundo de afuera” (Alfaguara), es su más reciente obra y que ha sido reconocida con el Premio Alfaguara de Novela 2014, una novela ambientada en la ciudad de Medellín, donde el tiempo pasa envuelto en una neblina y las voces parecen silbidos que se pierden entre las ramas.

La obra premiada narra un desquiciado secuestro, en un ambiente progresivamente enrarecido, mediante la combinación original de elementos de fábula y cuento de hadas, y rasgos expresivos de un momento de violencia y crisis.

Se trata de una breve y hasta cierto punto sencilla novela sobre el amor y la muerte, poética y detallista, con un sobresaliente manejo de la tensión, y que, incorporando técnicas cinematográficas como el “flashback” y la narración paralela, también bebe de fuentes como el cuento folclórico o la crónica de sucesos.

Una novela con sentido del humor, con diálogos eficaces y la construcción de personajes complejos, en la que Franco ahonda en la relación entre víctima y victimario, retratando así el inicio de una larga y cruel etapa de violencia en Medellín, además de resaltar la desigualdad y los contrastes que son parte de la evolución social y la violencia en Colombia.

Jorge Franco aclaró que se basa en un hecho real para este libro, el secuestro de Diego Echeverría en 1971, un hecho que impactó a esa ciudad y marcó un antes y un después en la violencia que se vería años después.

Sostiene que los dos personajes, a pesar de la circunstancia en que están, se hablan sobre sus debilidades, miedos, y al final de esa relación saben que uno va a matar y otro a morir. El mundo de afuera tiene toques de escenas de humor negro.

Entre las obras de Jorge Franco, destacan “Paraíso Travel”, de quien el colombiano Simón Brand dirigiera la versión cinematográfica; y “Rosario Tijeras”, la obra más conocida, que le valió el Premio Beca Nacional Colcultura y el Premio Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón en el 2000, y por la cual fue traducido a diversos idiomas.

Jorge Franco, un escritor fascinante que continúa con la buena tradición de Gabriel García Márquez, donde su escritura converge con las nuevas voces de la literatura latinoamericana al sabor gaucho de Neuman, la desfachatez de Bayly o la convulsa letra de Élmer Mendoza.

Un escritor único que demuestra que podría ser un digno depositario de una de las antorchas más brillantes de las letras colombianas.