El Día del Maestro es una festividad que honra la labor de los catedráticos y profesores mexicanos, en 1917, mediante un decreto firmado por el entonces presidente Venustiano Carranza se designó celebrarlos cada 15 de mayo, conmemorándose por primera vez en 1918. Desde entonces este día reconocemos la importancia de su labor y la función primordial que desempeñan en la sociedad.
La educación es un proceso largo que comienza en el hogar siendo impartida por la familia, la madre en este caso funge un papel primordial, pero después en la escuela se complementa, más no se sustituye o relega. Es indispensable la comunicación y colaboración constante entre padres y maestros, para conseguir un pleno desarrollo educativo y personal de los niños.
Para la UNESCO, los profesores no sólo son un medio de alcanzar los objetivos de la educación, también son la llave de la sostenibilidad, de la capacidad de los países para lograr el aprendizaje y para la creación de sociedades basadas en el conocimiento, los valores, la ética y la paz.
Por ello es fundamental contar con docentes de calidad, pues son el factor más importante para el aprendizaje de los niños y niñas, para aumentar la capacidad de comprensión de los jóvenes y fomentar el desarrollo de la comunidad, especialmente en las más pobres y afectadas por la violencia, una docencia de calidad puede literalmente cambiar la vida de los niños, puesto que los prepara para superar los desafíos, para desarrollar su potencial y para contribuir a un mejor México.
En 2014, tras la aplicación de un censo a escuelas, maestros y alumnos, llevado a cabo por el del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de la Secretaría de Educación Pública (SEP), se sabe que en México hay un millón 842 mil 896 maestros en todos los niveles. De éstos, 224 mil 146 atienden nivel preescolar; 573 mil 849 dan clases en primaria; 388 mil 769 en secundaria; 285 mil 974 en educación media superior; 328 mil 932 en educación superior; y 41 mil 226 en capacitación para el trabajo. http://bit.ly/1rGsOzU
En el sector educativo mexicano hay mayor equidad de género que en otros países miembros de la OCDE, sin embargo, como en otros ámbitos, las maestras mexicanas no tienen las mismas posibilidades de ascenso laboral que sus compañeros hombres: la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés) muestra que, por ejemplo, sólo 34.7% de los directores de secundarias en México son mujeres, cuando las maestras de este nivel educativo representan el 51%; por el contrario, el 65.3% de los directores de secundaria en el país son hombres, a pesar de que este género sólo representa el 49% del total de docentes de educación media. http://bit.ly/1OipcOl
Los maestros mexicanos trabajan más que sus compañeros de profesión en la mayoría de los países de la OCDE, por ejemplo, los profesores de primaria en México, pasan 800 horas al año en las aulas durante 42 semanas que por año duran los periodos lectivos; en comparación, el promedio de la OCDE es de 762 horas al año, en 38 semanas de clases. Apenas en días pasados, la SEP anunció que flexibilizará su calendario escolar, reduciéndolo de 200 a 185 días.
De acuerdo con TALIS, el salario que reciben los docentes en México representa aproximadamente la mitad del que perciben sus colegas en el promedio de la OCDE, independientemente de la trayectoria que tengan en la carrera magisterial y del nivel educativo en el que se desempeñen. En México, un docente de primaria al comenzar su trayectoria en el magisterio gana 69.4 pesos en promedio por hora en educación básica, 73.5 pesos en el medio superior y 94.8 pesos en el superior, según datos del INEGI.
El censo del INEGI, también refleja que no todos los maestros mexicanos cuentan con la prestación del servicio médico, que cubre solo el 88% del total de docentes, mientras que de los que son subordinados remunerados, 95.2% goza de contrato escrito y 4.8% no. De los docentes contratados, 85 de cada 100 tienen contrato de base, planta o tiempo indefinido, en tanto que 15 cuentan con contrato temporal.
Las datos anteriores evidencian las condiciones de precariedad laboral para una parte de estos trabajadores, especialmente en el caso de las maestras, las que se traducen en la carencia de previsión y seguridad social, diferencias salariales, contratos por hora y/o por año escolar para no generar antigüedad, entre otras.
Para que los maestros puedan ejercer su labor de forma adecuada deben ser reconocidos, por la sociedad y el gobierno como la profesión clave para el desarrollo, por ello tendrían que contar con buenas condiciones laborales, capacitación constante, sueldos dignos y oportunidades de desarrollo profesional en igualdad de circunstancias. Es claro que nos enfrentamos ante un gran reto, pero es necesario reconocer que en México éxito un magisterio con la voluntad, preparación y ética suficientes para que esta meta sea una realidad. ¡Felicidades maestros en su día!
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