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El lenguaje de la imagen, una hoja de ruta

¿Cuál es la historia de nuestra imagen? | Ulises Castellanos

Por
Escrito en OPINIÓN el

¿Usted creé que sabe leer una foto? ¿en serio? Cuando ve una imagen, ¿la analiza? O ¿sólo la interpreta? ¿Quién nos enseña a leer una imagen? ¿Dónde está su alfabeto visual?

La realidad es que la mayoría gde las personas, sólo reacciona frente a la imagen a partir de emociones, referencias y con base en su contexto cultural. Lo demás es demagogia.

¿Cómo diferenciar valores emocionales o sentimentales de los aspectos técnicos o informativos?

La capacidad para leer una imagen o una serie de imágenes no surge de la nada, no se debe confundir la “capacidad de ver” con la “habilidad para comprender” cuando estamos frente a cualquier imagen. La habilidad de entender una imagen se desarrolla con el tiempo y la experiencia, son años y decenas de miles de imágenes las que consolidan una narrativa lógica para comprender el lenguaje visual.

Para empezar, hay dos grandes categorías que ayudan a leer una imagen, la denotativa y la connotativa, la primera se refiere a la información objetiva y cuantificable, “en esta foto hay dos zapatos” punto. Pero la segunda tiene que ver con el contexto social, la época, el tema, el autor, el lugar y otros factores. Y esto último es lo más complejo.

Aquí una breve hoja de ruta narrativa para cuando anden navegando en Instagram: Al ver una foto, pregúntense: La imagen que estoy viendo ¿parece planificada o es espontánea y natural? ¿Quién es su autor? ¿Cuál es su propósito? ¿En qué condiciones o contexto se hizo esta imagen? ¿Qué me quiere decir? ¿Cuál es su objetivo o punto de interés?

Las imágenes fijas tienen sus propios códigos, manejan un ritmo, una composición, geometrías, momentos irrepetibles, personajes, lugares y quehaceres a veces insólitos. Uno tiene que estar alerta.

Empecemos por el nivel tecnológico con el que se levantó una imagen, qué equipo se usó, cómo manejó su enfoque selectivo, qué hay de la iluminación su manejo en post producción. Luego, busquemos descifrar su perspectiva, encuadre, distribución geométrica. Texturas. Ángulos y punto de vista.

Y finalmente el aspecto narrativo, ¿Cuál es la historia de nuestra imagen? O ¿qué historia quieren contarnos? O ¿para qué nos ponen frente a cierta imagen? De ahí surgirá una idea o interpretación, ¿qué vemos y cómo nos lo muestran? Pasado este nivel, vendrá la capacidad de comprensión y todo esto deberá darse en menos de un segundo de contemplación. Porque si la foto no nos atrapa, la ignoraremos en menos de medio segundo, como cuando navegamos en Instagram y botamos las imágenes que nos son indiferentes.

Nuestro mundo moderno está plagado de imágenes, el bombardeo es infinito, inabarcable y permanente, incluso nos satura. Pongamos atención a lo importante y aprendamos de los profesionales.

PD. La próxima semana, por cierto, será el encuentro Nacional de Fototecas, será virtual por el canal de Youtube del INAH, y será conducido por el incansable Juan Carlos Valdéz, director de la fototeca de Pachuca. No se lo pierdan.