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El Juez Porky, Centinelas y Lord Cobarde

Algo grave está sucediendo en nuestro país, se percibe un vacío que poco a poco va siendo ocupado por la sociedad.

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Escrito en OPINIÓN el

Como ya se ha vuelto costumbre, en los últimos días se han dado a conocer tres casos que han provocado la indignación de la sociedad, pues en buena medida reflejan los altos niveles de corrupción e impunidad, así como el preocupante proceso de descomposición social acompañado por una sensación creciente de vacío de autoridad.

 

Contrario al reiterado discurso gubernamental en el sentido de que, a pesar de las dificultades el país marcha por el camino correcto, la percepción de la ciudadanía es muy distinta como lo muestran prácticamente todas las encuestas. De acuerdo a información del INEGI, los niveles de insatisfacción con la situación en el país y con la seguridad ciudadana registraron promedios de 5.5 y 4.7 puntos respectivamente (en una escala del 0 al 10), en tanto que el Índice Global de Impunidad (IGI) señala que ocupamos el segundo lugar mundial en este rubro, y en tan sólo un año caímos 28 posiciones en el Índice de Percepción de la Corrupción para quedar en el sitio 123 de 176 países.

 

Quizá esto explica el impacto que han tenido los casos a los que me refiero y que han sido bautizados en redes sociales como: el Juez Porky, los Centinelas y Lord Cobarde. En el primero de ellos, el Juez de Distrito Anuar González Hemadi, concedió un amparo a uno de los juniors conocidos como los porkys -que fueron acusados de abusar sexualmente de una joven de 17 años-, por considerar que “no hubo tocamientos con sentido lascivo o con intención de satisfacer un deseo sexual” aún y cuando presuntamente Diego Cruz le tocó los senos e introdujo sus dedos en la vagina. Independientemente de que para emitir una opinión fundada es necesario revisar la sentencia con todo detenimiento, la virulenta reacción de la sociedad obedece a la profunda desconfianza en nuestro sistema de procuración y administración de justicia así como a los muchísimos ejemplos que demuestran que sigue prevaleciendo una cultura machista que cosifica a la mujer.

 

Por otra parte, se difundieron un par de vídeos en los que una banda conocida como “Los Centinelas” integrada por alumnos de escuelas privadas de entre 16 y 19 años, llegan a cafeterías o a fiestas en el sur de la ciudad -principalmente en jardines del pedregal- y comienzan a golpear sin motivo aparente a otros chavos. Llama la atención la agresividad y prepotencia con que se conducen estos jóvenes que muy probablemente encuentre alguna explicación en su entorno familiar, pero también en la seguridad de que sus actos no tendrán consecuencias ya sea por el dinero o influencia de sus padres, o simplemente porque la autoridad no les impone ningún respeto. Hagámonos cargo que si no se les pone un alto por la vía legal, en cualquier momento alguien va a optar por hacer justicia por su propia mano.

 

También circuló otro vídeo en que Rodrigo Galán y María Fernanda Salcedo, a los que ahora se les conoce como Lord y Lady Cobarde, le dan una golpiza a un vecino frente a su hijo de 11 años en un fraccionamiento de Playa del Carmen, Quintana Roo, supuestamente por los reclamos frecuentes que el agredido le hacía a su esposa cada vez que sacaba a pasear a sus perros sin correa y se metían a su casa. Parece que el conflicto entre vecinos tenía ya algún tiempo y de acuerdo a la versión de Rodrigo Galán, en varias ocasiones Roberto González insultó a su esposa y por eso acudió en su defensa. Aunque así hubiera sido, nada justifica la reacción violenta que tiene a Roberto internado desde hace más de dos meses en el Instituto Nacional de Rehabilitación con una severa lesión en la medula espinal que lo dejó cuadripléjico. Además, resulta increíble -y muy sospechoso- que el médico legista haya determinado en un primer momento que las lesiones no ponían en riesgo la vida y no dejaban cicatriz permanente por lo que no procedía la detención de los agresores. Estos tres casos nos dicen que algo grave está sucediendo en nuestro país, se percibe un vacío que poco a poco va siendo ocupado por la sociedad, en tanto las autoridades insisten en que vamos bien y que, como lo afirmó el propio Presidente “la crisis está en nuestra mente”.

 

@agus_castilla

@OpinionLSR

 

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