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El juego de la corrupción en tiempos de la 4T

Se deben investigar y resolver los asuntos de Manuel Bartlett, de Irma Eréndira, y de todo funcionario público que huela a corrupción. | Jorge Iván Garduño

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Escrito en OPINIÓN el

El combate a la corrupción es un tema pendiente en la historia de México, una asignatura que un sexenio priista, el de los tiempos de Peña Nieto, y los dos sexenios panistas prefirieron anunciar como bandera política y a la hora de la hora, ni voltear a ver y mucho menos mencionar durante sus gobiernos ?y qué decir de los más de 70 años del PRI que dejaron escuela para realizar prácticas clientelares, que nos endosaron una factura que seguimos pagando con creces?.

Tras los niveles históricos a la baja de credibilidad e impopularidad del gobierno de Enrique Peña Nieto al comienzo del 2017, la única salida política para alcanzar márgenes de operación o credibilidad en sus restantes dos años fue la de apuntalar el movimiento de Andrés Manuel López Obrador. Dijo en irrepetibles ocasiones que él combatiría irrestrictamente a la corrupción política clientelar, y que éste tendría que llevarse a cabo, obligatoriamente, en los más altos niveles de la burocracia.

Esta administración debería trabajar para desprenderse de la sombra de la impunidad y los excesos de los gobernadores, directores de paraestatales, líderes sindicales y fracciones legislativas de extracción priista; de lo contrario su derrota política estará anunciada al final del sexenio, en 2024, o mucho antes que eso.

No existe nada más grave para un gobierno que una relación fracturada y repleta de incredulidad para con su gobernados, y eso es precisamente la lectura de lo que sucede. Nuestro presidente debe desprenderse de la cultura de la cofradía y del “amiguismo”, porque de no hacerlo, el linchamiento en redes sociales y en el resto de la opinión pública propiciará un desprestigio de proporciones épicas para finales de su sexenio.

Ya van varios escándalos de corrupción al interior de su círculo más cercano, es más, en el seno de su familia. Los temas de sus hermanos recibiendo dinero no ha sido saldado, AMLO sostiene, y considera, que con solo decir que eso no es corrupción basta, no debe ser así, se deben investigar y resolver esos asuntos, los de Manuel Bartlett, de Irma Eréndira, y de todo funcionario público que huela a corrupción.

La lucha rumbo al 2024 comenzó. Deberán caer pronto colaboradores cercanos a Morena, porque la corrupción no es inherente a gobiernos anteriores. Y esas cosas no se resuelven con solo decir “eso no es corrupción”.

Tiempo al tiempo.