Main logo

El Informe o algo así

El pasado martes tuvimos la oportunidad de escuchar el Informe de Gobierno del Presidente Obama

Por
Escrito en OPINIÓN el

Es conocido como el State of The Union y cada año el Presidente acude ante las cámaras del Congreso para presentarlo. La ceremonia y el protocolo están muy vistos en las series televisivas y cuando van llegando los personajes del gobierno se van anunciado. Primero llega la Primera Dama, luego entra todo el Gabinete y saluda a los congresistas y los senadores, todo ello antes de la entrada del mandatario. Finalmente, antes de que entre el Presidente, el vocero señala al Presidente del Congreso y grita: "Mr. Speaker, The President of The United States" (Señor Presidente del Congreso, el Presidente de los Estados Unidos). Como factor ceremonial y ritual puedo decir que es interesante y resulta útil conocer lo anterior. No obstante, lo más importante no es la forma, sino el fondo de todo.

Pues bien, hablando entonces del fondo, más allá de la forma, debo decir que esto del State of The Unión debería fungir para dos cosas: la primera, para dar un reporte de cual es la situación del país e informar cuales son las situaciones más graves, los logros más importantes y las circunstancias que enfrenta la República y cómo ha hecho la administración en cada uno de dichos rubros para atender la problemática, o cuáles son los logros más importantes del año en esas materias. Y en segundo lugar (y creo que esto debería ser lo más significativo), indicar la dirección que el Gobierno sugerirá para los próximos meses o años con el afán de garantizar el desarrollo y la correcta marcha de la nación; pero ello no debe hacerse solamente con sugerencias generales, sino con acciones muy concretas y específicas que permitan conocer el verdadero rumbo de la administración, cómo se piensa lograr y debe detallar las metas desde una posición realista, pero retadora.

En ese sentido, tuve la oportunidad de seguir un poco el discurso del Presidente Barack Obama durante casi una hora, y mi opinión es que el mensaje no tuvo mucho contenido concreto, que apeló a cosas meramente sentimentales en muchas ocasiones, y que tampoco propuso una ruta comprometida y concreta para lo que habrá de venir próximamente. En sentido estricto, Obama dio un discurso un poco hueco y sin mucho entusiasmo. Y debo decir que tampoco atendió los asunto de importancia actual que le están siendo cuestionados, como el tema del espionaje; esto no mereció ni siquiera una mención, como acusando recibo o dándose mínimamente por enterado. En resumidas cuentas, este ha sido el peor año de Barack Obama al frente de la Presidencia (según las encuestas) y su discurso lo hace evidente, pues en lugar de hacer un análisis objetivo y proponer una ruta de acción audaz, echó mano de los lugares comunes y de las cosas trilladas de todo mensaje romántico, pero sin contenido de peso. Al menos esa es mi opinión al respecto. Quizá haya algunos que difieran, pero sin tener simpatía marcada por ningún partido en los Estados Unidos, esto es lo que yo pude observar del discurso.

Lo anterior es algo que debemos admitir que le pasa a todos los políticos, puesto que llega un punto en el que ya no tiene recursos políticos de la realidad, y hay que volver a la retórica. Pero las palabras no generan el bienestar o la confianza, a menos que éstas vayan medianamente acompañadas de elementos reales y palpables por todos. Si lo vemos entonces con detenimiento, Obama tampoco tuvo mucho que presumir al mundo y es algo que se nota y se hace obvio en este tipo de cosas.

Sin embargo, como he dicho en entregas anteriores, el reto de Obama es recuperar la retórica sustantiva, el discurso y la sustancia que tenía en 2008 y que lograba transmitir de manera tan eficaz a los ciudadanos del mundo. De eso no solamente depende el triunfo de los demócratas en las próximas elecciones, sino que uno de los centros neurálgicos de la política mundial tenga sentido y coherencia, por el bien de todos los países aledaños. Esto no es cosa menor y quedan tres años para conseguirlo. Habrá que esperar y darle un poco de tiempo al tiempo, pero no demasiado. Como decimos en México: sin prisa pero sin pausa.

@fedeling