Cuando dañamos la Tierra, dañamos nuestra propia salud. Los seres humanos somos tan susceptibles como cualquier otra especie.
OMS
La biodiversidad consiste en la vida que habita en la Tierra, contiene la biota, que es la diversidad genética de vegetales y animales e incluye la diversidad cultural.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que los agricultores, los pastores, las comunidades forestales y los pescadores han administrado o influyen en la diversidad desde hace cientos de generaciones, lo que refleja la multiplicidad de las actividades humanas y los procesos naturales. http://bit.ly/2fSwpIl
Para el ser humano la biodiversidad es esencial, depende de los bienes y servicios que proveen los ecosistemas, tales como el agua, los alimentos y las fuentes de combustible.
Con el declive de la biodiversidad aumenta la incidencia de riesgos de salubridad, debido a las actividades humanas que alteran tanto la estructura como las funciones de los ecosistemas y la vida autóctona de las regiones.
Cuando existen estas alteraciones, reducen la presencia de organismos necesarios y aumentan la multiplicación de otros que pueden ser dañinos, la interacción natural se modifica, y la física y química biológica se trastorna.
Entre los factores importantes que contribuyen al desarrollo de enfermedades infecciosas se encuentra la deforestación, la contaminación del suelo, la urbanización descontrolada, la mala gestión de los recursos hídricos y el empleo de insecticidas y otros químicos.
En los últimos treinta años se ha perdido la tercera parte de los bosques y selvas primarias de México que son la principal fábrica de agua, así lo reporta el Índice de Competitividad Forestal Estatal realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad. http://bit.ly/1ASIU9Q
Este detrimento significa también que estamos perdiendo, aun antes de descubrirlas, sustancias naturales que brindan beneficios sanitarios a la humanidad.
Especialistas indican que para el 2031 se contabilizarán 138 millones de mexicanos, de los cuales 8 de cada 10 vivirán en las zonas urbanas y habrá una mayor demanda energética y de agua dulce. http://bit.ly/2f8KLW5
Otro ámbito importante es el papel de la medicina tradicional, que se ocupa como atención primaria especialmente en las zonas rurales y las comunidades indígenas.
Según la Organización Mundial de la Salud, los medicamentos tradicionales son utilizados por el 60% de la población mundial además de ser la medicina más complementaria del mundo. http://bit.ly/2gnm31C
Por otro lado, la FAO establece una importante relación entre la biodiversidad y la nutrición, el uso directo de recursos animales y vegetales, unido a la generación de ingresos y la integración de tradiciones socioculturales, para contribuir a un mayor nivel de nutrición y de salud.
No obstante, actualmente la demanda de recursos naturales ha crecido 25% más de lo que el planeta puede regenerar, lo que ejerce una fuerte presión de los hábitats y localidades, en especial, el acceso al agua potable.
Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) elaboró un informe donde establece que el Índice de Planeta Vivo (IPV) que mide a casi 10 mil poblaciones de vida silvestre, mostró una disminución general de las poblaciones del 52% entre 1970 y 2005.
México se encuentra vulnerable a los embates del cambio climático, pues si bien es uno de los 17 países con mayor diversidad en el mundo, también es una zona de alto riesgo por su posición geográfica, condiciones climáticas, topografía e hidrografía,.
La Tierra tiene un vasto capital natural, y sin duda es una responsabilidad compartida prevenir que llegue a los límites de su capacidad, el estilo de vida actual está consumiendo aceleradamente los biorecursos, lo cual está estrechamente relacionado con la pobreza, la migración y las desigualdades sociales.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente desarrolló un plan estratégico que da cuenta sobre las primeras acciones a tomar, invitando a sumar voluntades y educar para cuidar nuestros recursos. http://bit.ly/2giUQiT
Es innegable la conexión existente entre la naturaleza y la sociedad, el mundo enfrenta desafíos trascendentales, y sólo podremos afrontar los problemas de salubridad en la medida que gestionemos cambios medioambientales, sociopolíticos y económicos en respuesta a los daños que hemos ocasionado a la biodiversidad.
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