El equipo de Andrés Sepúlveda instaló un programa ilegal en los routers del cuartel general de Andrés Manuel López Obrador, lo que le permitió tener el control de todos los teléfonos y computadoras de los que usaban la red. Hizo lo mismo contra el PAN y Josefina Vázquez Mota. Así, cuando los equipos de los políticos en busca de la presidencia elaboraban sus discursos o delineaban sus agendas, el equipo de Enrique Peña Nieto ya sabía lo que planeaban hacer.
Lo anterior es parte de las declaraciones que el hacker colombiano hizo a Bloomberg Businessweek y que dan cuenta de que durante la pasada campaña presidencial la magia negra de los expertos en máquinas y redes fue desplegada a favor del hoy presidente de México.
El texto de Jordan Robertson, Michael Riley y Andrew Willis dice que fue justo en la medianoche del día en que se declaró ganador el representante del PRI cuando en un departamento en Bogotá, Andrés Sepúlveda observaba desde sus seis monitores el resultado de las elecciones.
Cuando Peña Nieto ganó, el hacker comenzó a destruir la evidencia: taladró discos duros, flash y celulares, luego los metió al microondas y los remató con un martillo.
Destrozó los papeles y borró los servidores en Rusia y Ucrania, mismos que rentó con Bitcoins.
“Estaba desmantelando lo que él dice es la historia secreta de una de las campañas más sucias de América Latina en su reciente memoria”.
En los últimos ocho años, agrega Bloomberg Businessweek, el hacker de 31 años ha viajado por el continente interviniendo en campañas políticas.
“Con un presupuesto de 600,000 dólares el trabajo para Peña Nieto fue por mucho el más complejo”.
Sepúlveda lidera un equipo de ciberdelincuentes que roban las estrategias de campaña, espían, manipulan redes sociales y opinión pública, y hacen cualquier cosa entre las sombras de las máquinas.
Sepúlveda dice estar en la nómina de Juan José Rendón, el consultor político que tiene su base en Miami y que es llamado el Karl Rove región 4.
El PRI y Rendón, como podría esperarse, negaron saber algo al respecto.
Sin embargo, dice a Bloomberg que simplemente todo lo que las digital dark arts pueden ofrecer estuvieron a la mano de Peña Nieto y sus aliados.
Sería interesante ver si estas revelaciones son tomadas en serio. Por lo pronto, el hacker colombiano asegura que guardó documentos como prueba de los trabajos que hizo para Enrique Peña Nieto y su gente. Documentos y archivos que pueden servir como seguro de vida.