Main logo

El gran reinicio global

El reinicio que necesitamos no es una revolución o la adopción de alguna nueva ideología; sino un paso hacia un mundo más resiliente y sustentable. | Ismael Jiménez

Por
Escrito en OPINIÓN el

Desde el inicio de la pandemia, convergieron diversas voces que señalaron que la crisis sanitaria implciaría un cambio y que el mundo sería uno antes y otro después del covid-19.

A modo de resumen podemos enumerar tres de los aspectos primarios del cambio que se darán en los próximos años y que conformarán lo que para algunos consideran, será un nuevo orden mundial. 

El primero de ellos, extensamente referido en todos los medios, es el teletrabajo que ha llegado para quedarse; el segundo, es el ascenso de las tecnologías digitales como forma de consumo y de pago; el tercero, y más importante, y por lo mismo polémico, es la configuración de un nuevo capitalismo que sustituya al neoliberalismo.

En este espacio, iniciada la pandemia, hablábamos precisamente del fin del neoliberalismo como sistema o modelo de desarrollo, que dicho en nuestras palabras, podrían sonar a un tratado dogmático anticapitalista.

El punto es que dicho y promovido por Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del Foro Económico Mundial (FEM), la propuesta de crear un “nuevo capitalismo”, toma otras dimensiones y connotaciones que habrá que tener en cuenta en los próximos años, pero sobre todo, habrá que estar atentos a las declaraciones que serán vertidas en la reunión que de los líderes mundiales celebrarán este año. 

Para 2021, el evento tendrá dos modalidades, una será virtual entre el 25 y 29 de enero y otra presencial, programada para el mes de mayo en Singapur. Pero independientemente de las formas, lo relevante serán los temas de fondo que se tocarán en ambas reuniones. 

Para muchos, los temas del reseteo mundial o el nuevo orden mundial, eran de alguna manera chocantes, pues a su entender, rozaban más las teorías de la conspiración que a hechos concretos. 

El punto es que la realidad en este sentido, parece que nos está alcanzando, pues al mirar con detenimiento las declaraciones y escritos recientes realizados por Klaus Schwab sobre el reinicio global y nuevo capitalismo, nos revela que efectivamente, al menos para algunos, el cambio se estaba gestando desde antes de la pandemia.

En octubre de 2020, el FEM publicó un ensayo conocido como “libro blanco”, en el que se plantea, cómo se deberá ejecutar el reinicio del nuevo orden, en donde, se habla de la centralización de los servicios por parte del estado, el fin de la propiedad y de la libertad individual, en donde el Estado, garantizará un ingreso básico universal para todos, además de garantizar los servicios básicos y ofrecer modelos de entretenimiento sustentados en los procesos de digitalización de las actividades humanas.

¿Teorías de la conspiración? es probable, pero resulta verdaderamente inquietante cuando las propuestas y “métodos de cambio” provienen del grupo que ha dictaminado el desarrollo económico y geopolítico de los últimos cincuenta años. 

La pérdida de la propiedad privada y la individualidad, no son sinónimo del fin del capitalismo; por el contrario, en los escritos de Klaus Schwab, ambos conceptos se complementan y para ello, habrá que cambiar parte de las estructuras del sistema económico global para consolidar un nuevo orden hacia el año 2030, tiempo que se pone como meta el FEM para lograr este “cambio”.

“El Gran Reinicio debería buscar darle voz a quienes han quedado rezagados, para que todos los que estén dispuestos a “definir conjuntamente” el futuro puedan hacerlo. El reinicio que necesitamos no es una revolución o la adopción de alguna nueva ideología. Más bien, debería ser visto como un paso pragmático hacia un mundo más resiliente, cohesivo y sustentable. Algunos de los pilares del sistema global tendrán que ser reemplazados y otros, reparados o fortalecidos”, cita Schwab en uno de sus escritos.

Es difícil decir en este momento, qué tanto puede o no fructificar un plan de esta magnitud. De hecho, para algunos aún viniendo del FEM, será descabellado dar crédito a ello. Pero solo será cuestión de tiempo para examinar el efecto de las decisiones y proyectos globales que emanen del grupo que lidera Klaus Schwab, que entre sus prioridades, está generar dicha transición sin guerras, ni revoluciones sociales.