Hablar de liderazgo es fundamental en los tiempos que corren. Biden, por ejemplo, es un líder internacional que tiene contacto con Europa y China. Por supuesto, son muchas sus prioridades: el paquete de estímulo económico de 1.7 millones en infraestructura, internet, ayuda a familias en educación, aumento de impuestos a los más ricos, reforzar a la clase media, crear empleos entre otros.
En sus 100 primeros días en su discurso ante el Congreso estuvieron presentes 200 invitados, Kamala Harris y Nancy Pelosi lo acompañaron. En relación con el covid ha manifestado su preocupación por el sufrimiento colectivo, la pérdida de vidas y el respeto y gratitud por los empleados sanitarios, asimismo manifestó que todos hemos perdido en este año. Hemos visto a trabajadores esenciales arriesgar su vida por los demás y miles de personas sin empleo. 2020 puede ser considerado un año de atraso en la escuela, los matrimonios, e incluso las graduaciones.
Para el presidente norteamericano vencer la pandemia es fundamental para regresar a la normalidad. En su mandato se han suministrado millones de dosis de vacunas administradas en estadios, farmacias, y diversos establecimientos; con el fin de vacunar a la mayor población posible.
La inmigración es un tema fundamental, durante su mandato ha ofrecido ayuda a los menores migrantes dándoles comida caliente entre otras cosas. En comparación con su antecesor, lo primero que hizo Donald Trump fue bajar los impuesto; en tanto Biden, más tradicional, está por las energías verdes y renovables, y agrandar al gobierno.
Sin duda los ojos del mundo desde Europa, pasando por América Latina, Medio Oriente, Israel y Siria han estado atentos al gobierno de este líder mundial.