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El fracaso de los independientes

Los candidatos “independientes” y/o ciudadanos, presentan una gran dosis de farsa, mentira y engaño

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Escrito en OPINIÓN el

Hoy nadie sabe si los aspirantes a candidatos independientes para 2018 conseguirán el aval de casi un millón de firmas de potenciales electores. Nadie sabe si uno o dos de esos aspirantes pasarán una aduana que parece infranqueable.

Lo que sí sabemos es que una amplia mayoría ciudadana rechaza, con su indiferencia, la figura de candidato presidencial independiente.

Y si el mismo fenómeno lo analizamos desde la cara opuesta, podemos concluir que una gran mayoría de ciudadanos sigue creyendo en los partidos políticos como el único instrumento capaz de representar el interés de los electores mexicanos.

¿Por qué la percepción de que ha fracaso la figura de candidato independiente?

1.       A poco más de tres semanas de que arrancó la temporada oficial para buscar simpatizantes  a cada una de las figuras que aspiran a estar en la boleta del 2018, la respuesta es de una pobreza insultante.

Dicho de otro modo, que a pesar de lo novedoso y saludable de las candidaturas independientes, lo cierto es que a pocos les importa.

2.       Un ejercicio de aritmética elemental nos dice que en 120 días ningún candidato conseguirá casi un millón de firmas salvo, claro, que los potenciales candidatos recurran a la trampa y/o la compra de votos.

3.       Una primera revisión de las simpatías captadas por los aspirantes en contienda nos muestra que la legislación sobre las candidaturas independientes carece de la agilidad, la certeza y la confiabilidad científica como para ser un instrumento confiable. Incluso la candidata Margarita Zavala ridiculizó el mecanismo propuesto por el INE.

4.       Sin embargo, más allá de las fallas tecnológicas, más allá de la falta de recursos propagandísticos de la mayoría de los precandidatos independientes y más allá de las bondades de la figura de candidato independiente, lo cierto es que pocos creen y otros tantos no confían en aquellos aspirantes presidenciales que enarbolan la bandera de lo “independiente” o “ciudadano”.

Y es que buena parte de la sociedad tiene razón, los candidatos “independientes” y/o ciudadanos, presentan una gran dosis de farsa, mentira y engaño.

Y si lo dudan solo basta voltear al estado de Nuevo León en donde un farsante engañó a los ciudadanos con la bandera ciudadana y de independiente y hoy es uno de los peores gobernantes del país.

Al tiempo.

@RicardoAlemanMx | @OpinionLSR | @lasillarota