Al cierre de esta columna el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) estará tomando una decisión con respecto a mantener o no las candidaturas de Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón a la gubernatura de Guerrero y Michoacán respectivamente, y el panorama está enrarecido. En días pasados diversos magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le exigieron al presidente José Luis Vargas no dilatar injustificadamente las sesiones para resolver estos dos casos, las fechas se han ido aplazando y en ninguna de los dos entidades se tiene certeza de si MORENA participará con estos dos candidatos.
Lo que en radiopasillo suena es que la determinación de los magistrados confirmaría la pérdida de la candidatura por parte de Félix Salgado, y aplicarían una sanción más suave a Raúl Morón, lo que le permitiría regresar como candidato a Michoacán.
El lunes Félix acudió a la Sala Superior para, como él lo ha dicho “defender su derecho a ser candidato por MORENA a la gubernatura de Guerrero”. Sabemos que la argumentación por su parte será pobre, pues se violaron específicamente diversos artículos de la ley electoral, sin embargo, sabemos también que el respeto a la Constitución y la ley no es algo que esté muy de moda en el país. La presión que se ha ejercido sobre el INE, y ahora sobre el Tribunal, puede rendir frutos para MORENA en cualquier momento.
Morón se ha mantenido mucho más ecuánime para enfrentar la situación, con un perfil menos violento y estridente, el hasta hace unos días candidato a la gubernatura de Michoacán, se mantiene en la lucha lejos de los reflectores nacionales. Sabemos que en su natal estado ha permanecido activo y confiado, pues su partido no registró candidato sustituto pues están seguros que el Tribunal les regresará la candidatura.
En el discurso de MORENA está presente el “interés superior” de los ciudadanos, el derecho a votar y ser votado, pero no el del respeto al marco jurídico que norma de qué manera se ejerce uno y otro derecho. La Constitución y las leyes que de ella emanan son “las reglas” del juego y deben aplicarse para todos por igual.
El Tribunal debe ser cuidadoso de no sentar un precedente político y jurídico que la democracia lamente en el futuro, en sus manos está dar el respaldo intencional al árbitro electoral, vigilar el cabal cumplimiento de la ley y garantizar el avance democrático que tanto nos ha costado a todos.
En breve veremos si para el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como para MORENA el fin justifica los medios.