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El espiritualismo como reacción a la sobrecarga digital

Los consumidores millennials están buscando algo más.

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Escrito en OPINIÓN el

Vivimos en un estado de hiper-realidad y de sobrecarga de transparencia, dice el Grupo de Innovación de J. Walter Thompson. Piensa lo que nos dicen, mira a tu alrededor, sacude tu teléfono o dale un golpecito a tu monitor, y vuelve a pensar. Mientras navegamos a través de lo mundano y el estrés, dicen los expertos en un estudio, vemos cada vez más hacia lo no real como una forma de escape o de buscar otras maneras de ser libre. Volteamos cada vez más hacia la magia y la espiritualidad. Lo que emerge es la apreciación de eso, lo que está más allá de nuestro conocimiento, en medio de un mundo cargado de big data y ultratransparencia. La irrealidad.

 

"Los consumidores están a la deriva en un mar de contenido generado por el usuario que pretende ofrecer acceso al mundo real”, dice Lucie Greene, Directora Global de Innovation Group, "sin embargo, son cada vez más conscientes de que mucho de esto es altamente mediado y engañoso. La irrealidad es la clara reacción a esto: gráficos surrealistas, unicornios, universos alternativos, etcétera".

 

J. Walter Thompson nos entrega así las señales para entender por qué las marcas están utilizando el vocabulario de los mundos espirituales y astrológicos para ofrecer iluminación y escapismo a los consumidores. Incluso, dice, si el objetivo es la venta de cremas. Por ejemplo, Egyptian Magic, Charlotte´s Magic Cream de Charlotte Tilbury, Nude Magique de LÓréal, o el Magic Balm de Honest Beauty. Irónicamente, dicen los expertos, un producto de belleza puede ser etiquetado como “magia” o “mágico”, pero los fabricantes no pueden hacer esas declaraciones a menos que puedan probar, por ejemplo, que sí reducen las arrugas.

 

O si el objetivo es vender bolsos: piensa en la campaña de Louis Vuitton spring/summer 2016, en donde el director creativo Nicolas Ghesquiere incluyó modelos inspirados en personajes de culto entre los geeks, como Lightning, el avatar de Final Fantasy.

 

La ciencia ha dominado un mercado dominado por el deseo de vernos más jóvenes, aunque los consumidores millennials, que dan por hecho lo científico, están buscando algo más… mágico, dice J. Walter Thompson. Creciendo con Pokémon, Harry Potter y vampiros, el hecho es que la ciencia no es lo que los prende.

 

La unidad de futurismo de J. Walter Thompson dice que las experiencias espiritualmente gratificantes con un impacto físico y psicológico positivo, están tomando el lugar de la oración.

 

Por ejemplo, los cuarzos rosas están de regreso como objetos pensados para cancelar la energía negativa. En algunos lugares están incluyendo gemas en los jabones por su poder energizante (Prismologie).

 

Pero qué me dicen de los baños de sonido. Los baños de vibraciones tienen su raíz en el budismo y la medicina china. Gongs combinados con sesiones de Yoga en algún estudio de Los Ángeles o Nueva York o Londres son tendencia. La oferta es curación mientras te acuestas y el sonido te baña con sus poderes mágicos y antiguos.

 

En fin, esto puede servir para entender un poco mejor por qué las marcas, los genios del marketing y la televisión, incluso están mezclando la realidad virtual con estéticas eróticas surrealistas. Surreal porn, referencias futuristas como Ela Darling, El Popo Sangre (Paulin Rogues) o Kiiroo. No se sorprenda de las campañas que irrumpirán en su vida, la razón de ser de muchas es la hiper-realidad y sobrecarga de transparencia.

 

@takaink

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