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El error de López Obrador

No han sido pocas las voces que en el gabinete han comentado en voz baja que discrepan de decisiones tomadas por AMLO | Jorge Ramos Pérez

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Escrito en OPINIÓN el

A unos días de que Andrés Manuel López Obrador asumiera la Presidencia el 1 de diciembre tuvo lugar una reunión entre los equipos del sector salud, entrante y saliente.

De un lado estaban los titulares de las secretarías de la Función Pública, Arely Gómez González; de Salud, José Narro Robles; de Hacienda, José Antonio González Anaya, así como los directores del IMSS, Tuffic Miguel, y del ISSSTE, Florentino Castro.

Por el equipo entrante estaban los que serían más tarde secretarios de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; de Salud, Jorge Alcocer; de Hacienda, Carlos Urzúa, y los futuros directores del IMSS, Germán Martínez, y del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez.

La escuadra peñista parecía estar dispuesta a los planteamientos. Pero hubo uno que los hizo arquear las cejas. Alcocer propuso que se cancelara la licitación que estaba en puerta para el mes de noviembre de 2018.

Sin embargo, al planteamiento del futuro secretario de Salud no se opusieron los aún funcionarios de Enrique Peña Nieto, sino que fue Germán Martínez el primero en advertir que eso implicaba muchos riesgos, entre ellos el desabasto y, en consecuencia, el impacto a la salud y la vida de los derechohabientes.

Pero no sólo fue quien a menos de seis meses de gestión le renunció a López Obrador. El mismo Urzúa y Sandoval plantearon los posibles inconvenientes de una decisión de tal calado.

De acuerdo con testimonios recogidos sobre esta reunión, los peñistas guardaron silencio ante la evidente discrepancia en el novel equipo. La historia no pasaría de una anécdota si no fuera porque con el correr de los meses no han sido pocas las voces que en el gabinete del presidente López Obrador han comentado en voz baja que discrepan de decisiones tomadas por el tabasqueño. Las salidas del equipo de López Obrador, desde Clara Torres, de las Estancias Infantiles; Josefa González Ortiz Blanco, de Semarnat; Tonatiuh Guillén, del Instituto Nacional de Migración, hasta Germán Martínez, han sido en medio de versiones de discrepancias con el presidente de México.

El lunes 17 de junio se registró una declaración del secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, en la que dijo que no estaba de acuerdo con el Presidente López Obrador. Horas después se desdijo en Twitter: yo estoy de acuerdo con el Presidente. El tema eran los señalamientos de López Obrador de presunta corrupción detrás de los amparos contra el aeropuerto en Santa Lucía.

Así las cosas, por un lado es un gobierno que no calibra bien su toma de decisiones, como se refleja en la reunión previa de los equipos de Salud. Por otra parte, también es cada vez más evidente el choque de colaboradores con el estilo personal de gobernar de López Obrador. Y apenas van seis meses.

Punto y aparte. La historia la cuentan los priístas. El acuerdo entre Alejandro Moreno A(m)lito y López Obrador para que el campechano sea presidente del PRI es muy sencillo: ofrece apoyo a cambio de que no se aniquile al PRI. Los tricolores algo saben de esto, porque en el sexenio pasado dieron el apretón de tuercas necesario para que en tribunales se le diera una diputación al Partido del Trabajo y así salvara el registro. Y ese instituto político ha sido aliado del régimen de la 4T...

Punto final. José Narro Robles abandonó las filas del PRI. Sabe que el acuerdo AMLO-A(m)lito va viento en popa.